Cultivos de cobertura invernales en sistemas agrícolas y mixtos en zonas semiáridas

En esta serie de publicaciones, ponemos a su disposición los artículos del capítulo Provincia de Santiago del Estero del Manual de buenas prácticas de conservación de suelos y aguas en áreas de secano de la Argentina, publicado recientemente por el Centro para la promoción de la conservación del suelo y del agua. María Cristina Sánchez nos introduce a las características de nuestra provincia y presenta a Salvador Prieto Angueira y a un equipo de investigadores que comentan experiencias y resultados en ensayos de cultivos de cobertura invernal.

Santiago del Estero tiene una diversidad de ambientes que se expresan en las características de sus paisajes, con diferentes suelos, vegetación y la creciente actividad agropecuaria. En el período 1971-2000, el mas lluvioso del siglo pasado (Acuña et al, 2004), se observó un crecimiento desmesurado de la actividad agrícola (cereales, oleaginosas y especies forrajeras) y eliminación de bosque xerófilo semiárido estépico. Este proceso de cambio en el uso de la tierra desencadenó una serie de procesos de degradación en los recursos naturales que fueron motivos de estudio, discusión y de implementación de leyes para el control y conservación de los recursos naturales en la provincia.

Debido al clima de nuestra provincia, resulta importante conocer estrategias de producción que sean sustentables para cada ambiente, donde conocer la dinámica del agua y de la calidad del suelo serán datos de importancia para continuar adaptando o mejorando la actividad agropecuaria conservacionista en nuestros ambientes. 

Es necesario disponer de información técnica, analizada y procesada, para difundirla y aplicarla en los distintos ámbitos que implica el manejo conservacionista de los recursos naturales a nivel provincial y regional. Así los trabajos de investigación y extensión, contribuyen con propuestas evaluadas de alternativas de producción sustentables, aquellas que buscan adaptarse a las condiciones ambientales y mantener el mejor nivel de producción en forma conservacionista.

Una de las estrategias de manejo conservacionista es la implementación de cultivos cobertura en ambientes de secano. Estos pueden mejorar la calidad del medio ambiente y de los suelos que se reflejan en el comportamiento de los rendimientos y calidad de productos cosechados. 

A continuación, se presenta una de las fichas técnicas publicadas en el Manual de Buenas Prácticas de Conservación de Suelos y Aguas en Áreas de Secano, relacionadas con la implementación de cultivos coberturas en sistemas de producción de Santiago del Estero.

Cultivos de cobertura invernales en sistemas agrícolas y mixtos en zonas semiáridas

¿Qué son los cultivos cobertura?

Los cultivos de cobertura son cultivos que se siembran pero no son cosechados, pastoreados o incorporados en el suelo. Generan cobertura vegetal aérea y raíces en activo crecimiento en el suelo durante el período de barbecho, período que en el área de secano de Santiago del Estero puede ser extremadamente largo (fines de abril a fines de diciembre)

¿Cuáles metas se espera lograr con estas prácticas?

Se realizan con diversos objetivos, entre los que se destacan:

  • incremento de la captura y almacenamiento de agua de las precipitaciones,
  • protección contra la erosión,
  • incremento del aporte de carbono y nitrógeno al suelo a través de la fijación biológica en el caso de las gramíneas y leguminosas, respectivamente,
  • mejorar la estructura del suelo.

Es importante remarcar que en los últimos años los cultivos de cobertura se realizan también en la provincia para un control más eficiente de malezas en general y malezas resistentes o tolerantes a glifosato, contribuyendo por lo tanto al manejo integrado de malezas.

¿Cuáles son las condiciones que se requieren para aplicación?

Se recomienda la práctica en lotes que se mantendrán en barbecho entre dos campañas estivales sucesivas. Es particularmente indispensable esta práctica, en lotes con baja cobertura vegetal del suelo (rotación con baja participación de gramíneas o posteriores a maíz o sorgo picado para la confección de reservas forrajeras), lotes con excesiva pendiente, lotes con problemas físicos de suelo y lotes con alta infestación de malezas.

 ¿Cuál es la superficie estimada de aplicación de la práctica?

La superficie es variable, dependiendo del agua almacenada al momento de la siembra, siendo el promedio provincial en los últimos 5 años de 53.500 hectáreas. Según un informe recientemente publicado por la Bolsa de Cereales, un 18% de los productores del norte argentino realizan cultivos de cobertura (Bolsa de Cereales, 2020)

Normas técnicas utilizadas en la práctica desarrollada por el equipo técnico

Especies y ciclo de las variedades: Por su mayor vigor inicial resistencia a heladas y sequía se recomienda dentro de las gramíneas el centeno (Secale cereale), pudiéndose utilizarse también Triticale (Triticosecale) o trigo (Triticum aestivum). Entre las leguminosas se destacan vicia villosa (Vicia villosa) y en menor medida melilotus (Melilotus albus y M. officinalis). Es posible y en muchos casos combinar la siembra de diferentes especies, por ejemplo centeno y vicia villosa. Entre las gramíneas, las variedades de mayor vigor y menor longitud de ciclo serían las preferibles para lograr secados anticipados.

Fecha de siembra: La siembra se debe realizar entre los períodos de abril a principios de julio. Cuanto antes se realice la misma, mayor será la probabilidad de recibir precipitaciones antes de la siembra y mayor será el contenido de humedad del suelo y por lo tanto producción de biomasa.

Método y densidad de siembra: La siembra se puede realizar con sembradora, en forma aérea con avión o bien al voleo con máquinas fertilizadoras como Altina. En el caso de siembra terrestre se recomienda lograr densidades de 140 a 180 plantas.m-2, 20 a 50 plantas.m-2 y 300 a 400 plantas.m-2 en las gramíneas, vicia villosa y melilotus, respectivamente. En todos los casos, es deseable el menor distanciamiento entre surcos posible para una rápida cobertura del suelo. En el caso de siembras aéreas se debe incrementar 30 a 50% la densidad de semillas para alcanzar el stand de plantas objetivos.

Momento y método de secado: En el caso de las gramíneas y vicia se recomienda el secado entre medidos de agosto a mediados de septiembre (según fecha de siembra, corresponderá a las fases de espigazón a antesis en las gramíneas y floración en vicia) Al realizar el secado en este momento, se logrará en la mayoría de las situaciones, iniciar el ciclo del cultivo estival con igual humedad en el suelo que si no se hubiera realizado cultivo de cobertura. Esto último será más probable de lograr en la medida que se anticipa el secado (variedades de ciclo más corto). En el caso del melilotus, debido a su crecimiento tardío y primaveral, el secado normalmente se realiza en octubre, incrementando el riesgo de un consumo excesivo del agua del suelo. Cualquiera sea la especie, el secado se puede realizar en forma química o mecánica. El secado químico en gramíneas se puede realizar con dosis mínimas de glifosato y en el caso de las leguminosas se recomienda combinarlo con herbicidas hormonales. En el caso de realizar el secado mecánico, el mismo se puede realizar con rolo (Prieto Angueira S. et.al, 2018a; 2018b; Lescano M y Prieto Angueira S, 2018; Berton C. et.al., 2018).

Se debe prestar particular atención si se realizar centeno u otra gramínea previo a la siembra de maíz ya que puede afectar negativamente el rendimiento del cultivo estival. Esto es así ya que el centeno puede provocar una alta inmovilización del nitrógeno del suelo y por lo tanto generar deficiencias del nutriente en el cultivo de maíz. En campos o lotes donde se sospecha las deficiencias de nitrógeno se debería realizar una leguminosa como cobertura o bien realizar mezclas con gramíneas y leguminosas (principalmente centeno y vicia villosa, Prieto Angueira et al., 2019).

Equipos necesarios

Se necesitará para su realización disponer de una sembradora de grano fino. En el caso de disponer de una sembradora de grano gruesa deberá utilizarse el cajón fertilizador para la siembra. En el caso de siembras aéreas se necesita la adaptación del avión para tal fin. En el caso de leguminosas, se necesita tacho inoculador, práctica indispensable para una adecuada fijación biológica de nitrógeno. Para el secado químico se necesitará una pulverizadora y para el secado mecánico, un rolo.

 

Fuente: INTA por Salvador Prieto Angueira, María Cristina Sanchez, María Clara Berton, Marcelo David Lescano, Javier Ventura

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