La tecnología argentina que revoluciona la siembra: ahorra semillas, sube rindes y ya cubre 1,2 millones de hectáreas

La tecnología argentina que revoluciona la siembra: ahorra semillas, sube rindes y ya cubre 1,2 millones de hectáreas

En un contexto donde producir más con menos es una exigencia permanente, una innovación desarrollada íntegramente en la Argentina logró dar un salto clave en eficiencia agronómica. Se trata del sistema de corte línea a línea universal, una tecnología validada por el INTA que ya se utiliza en más de 1,2 millones de hectáreas y permite reducir el uso de semillas y aumentar los rendimientos de manera significativa.

El desarrollo es fruto de la alianza estratégica entre el INTA, Crucianelli y Leaf Agrotronics, que llevó una necesidad detectada en ensayos experimentales directamente al campo. El sistema permite interrumpir la dosificación de semillas de forma independiente en cada línea de la sembradora, evitando solapamientos en cabeceras y sectores irregulares del lote.

“Detectamos que la sobresiembra era un problema silencioso pero constante, especialmente en cabeceras y terrenos con irregularidades. Eso no solo desperdicia insumos, sino que genera competencia entre plantas y pérdida de rendimiento”, explicó Hernán Ferrari, investigador del INTA Concepción del Uruguay y coordinador técnico del convenio.


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A partir de ese diagnóstico, se diseñó un mecanismo de alta precisión que optimiza la distribución espacial de semillas. Los resultados de los ensayos realizados durante la campaña 2024 fueron contundentes: ahorros de semillas de entre el 5 y el 10 % y aumentos de rendimiento que van del 4 al 18 %, según el lote y la topografía.

El impacto fue aún mayor en lotes pequeños o quebrados, donde las maniobras de siembra son más frecuentes. “En zonas del centro y noreste argentino, el sistema mostró su mejor desempeño, justamente donde los solapamientos son más comunes”, detalló Ferrari.

Uno de los puntos más destacados es que la tecnología se incorporó de serie en todas las sembradoras Crucianelli, sin aumentar el precio final del equipo. “Democratizar la innovación es clave. Cuando la tecnología llega a todos, se convierte en una herramienta real de soberanía productiva”, subrayó el investigador.

Además del ahorro directo de semillas, el sistema reduce el desgaste de los dosificadores en un 15 % promedio, baja el consumo de combustible y extiende la vida útil de los componentes mecánicos. Desde el punto de vista agronómico, mejora la uniformidad de emergencia y genera cultivos más equilibrados, con mejor aprovechamiento de agua, luz y nutrientes.

“El verdadero valor de esta innovación no está solo en los números, sino en su impacto sobre la sustentabilidad y la equidad productiva. Cada línea que se corta a tiempo es una línea que siembra futuro”, concluyó Ferrari.

Fuente: INTA Informa

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