Desde el INTA aseguran que la estación arranca en tiempo y forma, de la mano de una irrupción de aire frío desde la Patagonia que producirá un marcado descenso de las temperaturas en todo el país. El impacto en los cultivos.
El miércoles 20 de marzo a las 18:58 hora argentina, se produjo el equinoccio que marcó el comienzo oficial del otoño. Además de las cuestiones astronómicas, las estimaciones meteorológicas también lo confirman, de la mano de una irrupción de aire frío con vientos moderados a fuertes en la Patagonia que produjo un marcado descenso de las temperaturas en todo el país.
De acuerdo con el informe del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, “para el miércoles 20, aún se espera tiempo soleado con bajas temperaturas mínimas y ascenso de las máximas con vientos que rotarían al sector norte; el extremo sur presentaría aumento de la nubosidad”.
Para hoy jueves 21, estiman la presencia de nubosidad variable y vientos fuertes del sector oeste con descenso de las temperaturas y hacia el viernes 22 nubosidad en aumento sobre el centro y sur de la región con probabilidad de algunas precipitaciones sobre el sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
“Durante el fin de semana, se espera otro pulso de aire frío sobre la región acompañado por vientos fuertes del sector sudoeste, descenso de las temperaturas y buena insolación para el centro y norte de la Patagonia; sobre el extremo sur se registrarían lluvias y lloviznas aisladas”, detalló el informe.
En cuanto a las precipitaciones, el documento aseguró que no se prevén precipitaciones significativas sobre la mayor parte del centro y norte del territorio para lo que resta de la semana y, posiblemente, para lo que resta del mes.
Asimismo, el pronóstico a mediano plazo prevé que las lluvias más destacadas se concentrarían en el norte del país, con acumulados en el rango de 35 a 80 milímetros, como máximo, en las provincias de Formosa, Misiones, Chaco, Corrientes y áreas del NOA y Cuyo.
En cuanto a las anomalías, seguiría la persistencia de lluvias escasas en la mayor parte del territorio, a excepción de los lugares antes mencionados y zonas sur, centro y noreste de la Patagonia.
De darse las lluvias tal como se pronostican, con tendencia deficitaria en las próximas dos semanas, el escenario será mayormente favorable para las regiones que están finalizando los cultivos de verano. La única excepción a esto es la soja de segunda, para la cual, algún nuevo aporte de agua podría ser todavía beneficioso en su ciclo.
“La mayoría de los modelos coinciden en predecir que la fase cálida del El Niño en curso, no seguirá intensificándose y que, por el contrario, comenzaría un lento debilitamiento en los próximos meses”, especificó el informe.
Con respecto a las temperaturas de los Océanos, aseguró que “continúan registrándose temperaturas de la superficie del mar más cálidas que las normales en el Océano Pacífico Ecuatorial (región Niño 3.4) acordes a los valores típicos de la fase cálida del fenómeno El Niño”.
El frío y los cultivos
Desde el Instituto aseguraron que “las bajas temperaturas que se esperan sobre la región Pampeana, y especialmente sobre el sur de la misma, estarán dentro de valores que no significan, en este momento, riesgo para los cultivos todavía en pie”.
La cosecha del girasol está en marcha, en mayor medida en Córdoba y La Pampa, y en menor medida en Buenos Aires. El cultivo que queda en pie se encuentra, en general, en madurez fisiológica y una baja proporción en llenado de granos en Buenos Aires y La Pampa.
Por su parte, el estado del cultivo de maíz es bueno en general, aseguraron los especialistas del INTA en el informe. En Buenos Aires, el cultivo se desarrolló en muy buenas condiciones, por lo que se esperan rendimientos relativamente altos.
Con el cultivo de soja sucede algo similar, en tanto su ciclo se desarrolló bajo buenas condiciones, se esperan rendimientos óptimos en general, sobretodo en el caso del cultivo de primera ocupación. La soja de primera se encuentra en llenado o madurez, y la de segunda en floración o llenado de granos. En Santa Fe, la presencia de excesos de agua estaría complicando el estado del cultivo en algunos lotes.
Fuente: INTA