Un equipo de técnicos de Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) recorrió 3.050 km para relevar la situación en las rutas nacionales 34, 16 y 11. Son las carreteras troncales que atraviesan las provincias de Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Jujuy, Chaco y Formosa. La recorrida concluyó en que “en 56% de las estaciones de servicio, la oferta de ese combustible era nula o restringida”, con un valor que “oscilaba entre $160 y $200 por litro, y la disponibilidad era directamente proporcional al costo: a menor costo, menor disponibilidad”.
Fadeeac alertó que “sigue sin normalizarse, tanto en términos de volúmenes como de costos” el acceso al gasoil grado 2 (el estándar), que es el tipo de combustible que usa más del 80% de las empresas de transporte del país.
El relevamiento se realizó entre el 6 y el 10 de septiembre, por las rutas troncales del Norte Grande, según explicaron los técnicos de Fadeaac, tras recibir reportes de “numerosas empresas”, que integran las 44 cámaras de transporte del país que nuclea, que les informaban sobre “la continuidad de las dificultades para la provisión de combustible”.
Precios y disponibilidad. Además, Fadeeac manifestó que 36 de las 64 estaciones relevadas “no tenían combustible o presentaban cupos para cargar” y que en esos casos “el precio por litro variaba entre $160 y $165″. Mientras que “en las 28 estaciones que tenían disponibilidad de combustible, el precio por litro iba de $190 a $211″.
Sobre el impacto que la situación puede tener, aclararon que “el combustible representa actualmente más del 50% de los costos operativos del sector de transporte y logística”.
En tanto, alertaron que “la urgencia de traslado impacta de modo directo en los costos”. En ese sentido, explicaron que el transportista “debe elegir entre abonar $40 más por litro (en una carga promedio de 600 litros por camión, eso se traduce en un incremento final de $24.000), al estar obligado a cargar gasoil premium, o esperar 24 horas para poder completar el repostaje (con el consiguiente impacto en el costo final por las horas perdidas en la espera del combustible más económico)”.
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Horarios de carga. Finalmente, denunciaron que las empresas de la actividad “se ven obligadas a acomodar sus horarios de acuerdo con las estimaciones y disponibilidad de los estacioneros, que a su vez dependen de la cantidad de combustible que le entregan sus proveedores” (las petroleras).
En ese sentido, indicaron que durante el recorrido “se comprobó que en muchos casos ese volumen no supera los 10.000 litros cada 24 horas (se registran ejemplos de 48 horas), con lo cual, con suerte, sólo pueden abastecer diariamente a 17 unidades (un camión necesita entre 35 y 40 litros promedio para recorrer 100 km)”
Roberto Guarnieri, presidente de Fadeeac dijo que “la existencia de precios tan heterogéneos y de un abastecimiento impreciso mantiene al sector de transporte y logística en estado de alerta”.
Sin respuesta. Tal panorama motivó de Fadeeac enviara una nota a la Secretaría de Energía para reiterar su disposición para colaborar y participar en el planteo de un conjunto de medidas destinadas a: “mejorar la competitividad del sector logístico y de transporte; requerir de su intervención y control”. No obstante, lamentaron que “hasta el momento no hemos recibido respuesta alguna”.
Por otra parte, los técnicos de la entidad en temas energéticos apuntaron contra las empresas abastecedoras y el Gobierno. “Se verifica un comportamiento estratégico en donde muy pocos operadores son los formadores de precios, y definen una tendencia que inevitablemente nos llevará a precios de combustibles cada vez más altos”, manifestaron y concluyeron: “Esa estructura de abastecimiento no debería ser convalidada por las autoridades responsables, ya que incide en la competitividad argentina”.
