En el primer trimestre del año, la actividad lechera en Argentina experimentó una caída significativa en el ordeñe, con una disminución del casi 15%. Sin embargo, es importante destacar que hubo diferencias notables entre los tambos de mayor y menor escala. Las provincias de Córdoba y Santa Fe, consideradas las principales zonas lecheras del país, fueron las más afectadas por este desplome.
Según un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), basado en datos proporcionados por la Dirección Nacional de Lechería, la producción lechera cerró el primer trimestre con uno de los peores registros de los últimos años. Entre enero y marzo, el ordeñe disminuyó un 13,9% en producción total y un 14,9% si se tiene en cuenta el promedio diario. Además, el informe del OCLA revela que esta caída en la producción afecta principalmente a los establecimientos más pequeños.
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Por ejemplo, recientemente se tuvo que cerrar un tambo en Cañada Rosquín, Santa Fe, debido a estas dificultades. Los tambos de menor escala, que producen menos de 2.000 litros diarios, acumulan una caída del 16,5% en lo que va del año. Por su parte, los tambos de tamaño mediano, que producen entre 2.000 y 6.000 litros diarios, retrocedieron un 12,1%.
#InformeOCLA
Evolución de la producción a #marzo2024 – continuación 📊🥛Se observa que la producción en las provincias tuvo grandes diferencias en su variación interanual en el primer trimestre del 2024 comparada con igual período de 2023.
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— FunPEL (@fun_pel) April 22, 2024
Esta situación se debe principalmente al estrés térmico sufrido a fines de enero y principios de febrero, así como a los problemas de disponibilidad financiera que enfrentan muchos productores para afrontar mayores gastos en alimentación. También se mencionan aspectos relacionados con pérdidas de score corporal, abortos, desbalances metabólicos post parto y descarte por encima de lo normal.
La rentabilidad de la actividad tambera
A pesar de las dificultades que enfrenta la producción lechera, hay una buena noticia en cuanto a la rentabilidad de la actividad. Según otro informe del OCLA, el mes de marzo finalizó con un resultado positivo para los productores, con una rentabilidad teórica del 3,5%. Este resultado es consecuencia de un desacople que ocurrió en diciembre de 2023, debido a la devaluación y alta inflación, entre los precios y los costos.
Los precios de la leche han estado creciendo por encima de la inflación, lo que ha llevado a una tasa de rentabilidad positiva a partir de febrero y que se ha acentuado en marzo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que aún no se ha alcanzado el precio de equilibrio necesario para obtener una rentabilidad mínima del 5%. Según el OCLA, el precio de equilibrio para marzo de 2024 debería ser de $352,22. Esto demuestra que todavía existen desafíos para lograr una rentabilidad sostenible en la actividad tambera.