El último pronóstico de la Universidad de Columbia indica que El Niño comenzará a desaparecer en abril y que La Niña es el fenómeno con más probabilidades de ocurrir a partir de junio.
Aunque aún es demasiado pronto para afirmarlo con certeza, el solo mencionar su nombre genera preocupación entre los productores que sufrieron las consecuencias devastadoras durante la campaña agrícola 2022/23.
La Niña es un fenómeno climático que, según la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), tiene altas probabilidades de regresar durante el invierno y alcanzar su punto máximo en la primavera. Estas son las primeras previsiones formuladas por el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) de la Universidad de Columbia, uno de los organismos más reconocidos en el estudio de los fenómenos climáticos globales. Para Argentina, La Niña implica una disminución en las precipitaciones y el riesgo de sequías prolongadas, especialmente en las principales zonas productivas del centro y noreste del país.
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La ORA confirma estas previsiones en su informe semanal, donde amplía que después de que el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos emitiera una alerta de La Niña para la primavera de 2024, se ha publicado un nuevo pronóstico que sigue inclinándose hacia esta fase.
El informe del IRI publicado en febrero también anticipa que El Niño, que mejoró el régimen de lluvias de esta campaña, está en retirada. Aunque persisten condiciones de El Niño moderadas a fuertes en el Pacífico ecuatorial centro-oriental, estas están disminuyendo gradualmente en intensidad. Es importante tener en cuenta que los meses de mayor impacto de El Niño en Argentina están quedando atrás.
Los modelos de predicción pronostican una continuación del evento de El Niño durante el resto del verano y el otoño de 2024, debilitándose rápidamente a partir de entonces para dar paso a condiciones neutrales entre abril y julio. Sin embargo, a partir de junio, La Niña se convierte en la categoría más probable, según el informe estadounidense.
Aunque los pronósticos actuales son preliminares y tienen un margen de error mayor, se espera que a partir de junio se puedan realizar pronósticos más confiables sobre el inicio de La Niña en la primavera de 2024. Los productores agrícolas deberán estar preparados para enfrentar los desafíos que este fenómeno climático pueda traer consigo.
En conclusión, el regreso de La Niña es una posibilidad que preocupa a los productores agropecuarios argentinos, ya que este fenómeno podría afectar negativamente las condiciones climáticas y la producción agrícola en el país. Es importante estar atentos a los pronósticos y prepararse adecuadamente para minimizar los posibles impactos.
