Perspectivas optimistas para la ganadería en Argentina

Si bien se espera una menor zafra de terneros en 2024 y quizás también en 2025, las perspectivas climáticas permitirán pasar de un planteo de liquidación a otro de retención.

La gestión de Javier Milei da esperanzas para una mejora en los negocios. Entidades vinculadas al sector de la ganadería anticiparon una recuperación de la actividad, a partir de una mejora en las variables climáticas y la apertura que propone la gestión del presidente Javier Milei.

En un informe elaborado por la Consultora AZ Group y la Asociación Argentina de Angus, destacaron que tras un 2023 marcado por el daño que causó la sequía en los esquemas pastoriles, la zafra 2024 presentará una merma de 1 a 2 millones de terneros. Esta mejora climática representa un gran punto de partida, además de la menor oferta de animales livianos que se espera al menos en los dos próximos años.

En este sentido, los ganaderos consideran que cada kilo que se gane a campo tendrá un buen valor, sumado al horizonte de previsibilidad se abren oportunidades para inversiones en forrajes y en genética. Para el analista, 2023 fue un año malo en términos económicos para los ganaderos. Por el mal estado de los campos, se vendieron terneros anticipadamente y a un precio no favorable y esto se puede visualizar cuando se comparan zafras.

De este modo, – tomando como base el precio del ternero entre mayo 22 y 23- el ternero de 160-180 kilos 180kilos registró una suba del 27%, versus una inflación del 114%. Un dato a tener en cuenta es que si bien hoy los márgenes instantáneos son muy buenos gracias a la suba del ternero, el escenario que queda por delante es complejo: la elevada inflación restará ingresos a los productores. Uno de los indicadores que causó preocupación el año pasado fue la elevada faena de hembras, que en 2023 aumentó en 550.000 cabezas con respecto al año previo. Si a este número se suman las condiciones corporales subóptimas de las vacas disponibles para este año, se espera que en 2025 siga la merma en la producción de terneros.


Te puede interesar

A nivel inversiones, la suma de adversidades climáticas y limitaciones presupuestarias recortaron las inversiones necesarias para destinar fondos tanto a las mejoras forrajeras como en genética de punta. En este escenario, la esperanza para los ganaderos viene de la mano de la recuperación del pasto, que permitirá cambiar de una fase de liquidación climática a una de mayor retención.

El segundo aspecto que cimenta las esperanzas ganaderas es el cambio de Gobierno y las nuevas reglas de juego que proponen para el sector. Este cambio de tendencia comenzó a ser evidente tras el triunfo de Milei en las urnas, con una hacienda de consumo que se disparó y llegó a superar la barrera de los $2.000, algo inédito en la actividad.

Tras este techo y su impacto en los mostradores, las cotizaciones tuvieron un fuerte retroceso, tras el freno que supuso la caída en las ventas de los mostradores de las carnicerías. Si bien quedan algunos detalles pendientes, como la eliminación de derechos de exportación, la intención del Ejecutivo actual es de darle rienda suelta a la ganadería. De este modo, un tipo de cambio competitivo, junto con una política comercial activa, potenciará a toda la cadena de valor cárnica.

MÁS INFO PARA TU CAMPO ENTRA AQUÍ