A pesar de la presencia del fenómeno climático conocido como “El Niño”, el año 2023 ha concluido con un 20% menos de lluvias en comparación con el promedio histórico en la región núcleo. El típico gradiente de precipitaciones de 800 a 1200 milímetros de este a oeste se ha visto considerablemente alterado durante este año.
Sin embargo, a partir de octubre se ha observado una recomposición en las lluvias, lo que ha permitido cerrar el 2023 con reservas adecuadas en el 50% de la región y algunos sectores con excesos hídricos. Si comparamos las lluvias acumuladas durante el 2022 y el 2023, los volúmenes son bastante similares.
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Durante este año, se han registrado entre 700 y 900 milímetros de lluvia, mientras que en el 2022 se registraron entre 600 y 800 milímetros. La diferencia radica en que este año la recomposición de las lluvias se ha dado a partir de octubre, aunque no fue suficiente para alcanzar el promedio histórico de la región.
La sequía que afectó a la región hasta octubre ha sido la responsable de este saldo negativo en las lluvias acumuladas anuales. A pesar de estar por debajo de la media, se han logrado mantener reservas de agua adecuadas durante los últimos 90 días, e incluso hay sectores con excesos hídricos. Sin embargo, en el centro oeste de Córdoba las precipitaciones han estado ausentes, lo que ha generado condiciones de sequía similares a las del año pasado en esa zona. Con la consolidación del fenómeno climático “El Niño” y la recomposición de las lluvias, se proyecta una buena campaña agrícola para el año 2023/24 en la región.
El 60% de la soja de primera y el 90% del maíz temprano se encuentran en condiciones excelentes a muy buenas. Esta situación contrasta con la del año anterior, cuando la región se enfrentaba a una sequía histórica que afectaba el rendimiento de los cultivos. En conclusión, el cierre del año 2023 en la región núcleo ha estado marcado por variaciones en las precipitaciones. A pesar de la sequía y la falta de lluvias durante gran parte del año, la recomposición de las mismas a partir de octubre ha permitido mantener reservas de agua adecuadas en la región, aunque aún por debajo del promedio histórico.
Fuente: BCR
