Las recientes lluvias han tenido un impacto mixto en la región núcleo de Argentina. Si bien han mejorado notablemente las condiciones hídricas y beneficiado a la mayoría de los cultivos, también han causado inundaciones y pérdidas en algunos lotes.
En los últimos siete días, se han registrado acumulados generalizados de 60 a 100 mm de lluvia en la región. Sin embargo, en el noroeste, los registros no superaron los 40 mm.
A pesar de esto, las reservas hídricas han mejorado sustancialmente. En el noreste, las reservas son óptimas y abundantes, aunque también se han reportado algunos excesos en ciertas áreas. En el sudoeste, las condiciones han pasado de escasas a adecuadas. Sin embargo, en el noroeste, todavía persiste la sequía en un área reducida.
Una de las buenas noticias es que las lluvias llegaron a tiempo para la floración del maíz.
Los maíces sembrados tempranamente han mostrado una notable mejoría, con un 95% en condiciones excelentes a muy buenas. En cuanto a la soja de primera, el agua ha impulsado su periodo reproductivo, con un 30% iniciando la floración y un 70% en estado vegetativo.
El 75% de la soja de primera se encuentra en condiciones excelentes a muy buenas.
Sin embargo, también hay sectores que han sido afectados por los excesos de lluvia. Los ingenieros de la región informan que ya se han perdido algunos lotes de soja y maíz, y hay peligro de perder cultivos implantados en lotes bajos.
Afortunadamente, las pérdidas en superficie no son significativas hasta el momento y se concentran principalmente en los sectores del centro sur de Santa Fe y cercanos a Córdoba.
Además de las inundaciones, el atraso en la siembra es otro desafío importante. A la fecha, solo el 62% de la soja de segunda está implantada y falta sembrar 380.000 hectáreas. En cuanto al maíz tardío, solo se ha sembrado poco más de la mitad, es decir, el 55%. Restan 230.000 hectáreas por sembrar.
Las lluvias recientes han frenado las labores y dificultado el control de malezas. A pesar de los desafíos, los técnicos confían en poder avanzar en la siembra en los próximos días, siempre y cuando el clima y el estado de los lotes lo permitan.
Sin embargo, advierten que en la soja de segunda, el atraso en la fecha de siembra inevitablemente afectará los rendimientos potenciales. En cambio, con el maíz tardío, hay más margen de tiempo, aunque existe el riesgo de heladas tempranas al final del ciclo. En resumen, las lluvias han traído mejoras significativas en las condiciones hídricas y han beneficiado a la mayoría de los cultivos en la región núcleo.
Sin embargo, también han causado inundaciones y pérdidas en algunos lotes, además de retrasar la siembra y aumentar los riesgos. La situación sigue siendo variable en diferentes áreas, pero se espera que los agricultores puedan superar estos desafíos y continuar con la producción agrícola.
Fuente: BCR – imagen ilustrativa