Liquidación récord del agro y las mayores exportaciones de la historia

La liquidación de divisas es récord absoluto, mientras el agro sigue consolidándose como el mayor exportador neto de la Argentina, aportando 65 de cada 100 dólares que se exportan. La agroindustria es clave para la tan necesaria estabilidad económica.

La agroindustria ha cumplido históricamente un rol esencial en el comercio exterior argentino. Exportando a más de 150 países del mundo, el agro argentino cumple un papel clave en la generación de empleo, la agregación de valor y las exportaciones de nuestro país. Esto se pone aún más de manifiesto en este contexto mundial de creciente incertidumbre. La agroindustria sigue empujando y permitiendo la inserción de productos argentinos en el mundo, lo que a la vez permite el pago de las diversas importaciones que requiere nuestro país.

En este sentido, en los primeros seis meses de este 2022, el sector Oleaginosos y Cerealeros ingresó más de 22.000 millones de dólares al mercado de cambios argentino, el máximo nivel en un semestre en la historia argentina. Estos niveles se encuentran un 9% por encima del año pasado, y supera en un 115% al 2020, duplicándose con creces en apenas dos años. Consecuentemente, sólo tomando oleaginosas y cereales se explica la mitad de los dólares ingresados a la Argentina en lo que va del año y en los últimos años. Si consideramos el total de los sectores relacionados, es decir, Agricultura, Ganadería, Alimentos, Bebidas y Tabaco, nos encontramos con que 65 de cada 100 dólares que se exportan en Argentina provienen del agro.

Si consideramos la estimación de liquidación de divisas de la BCR para lo que resta del año, el 2022 se proyecta con un ingreso de dólares de Oleaginosos y Cerealeros que podría superar los US$ 40.500 millones, un hito histórico para el comercio exterior argentino.

Amerita destacar que este robusto desempeño exportador se explica por el importante impulso de las cantidades exportadas. Las exportaciones en dólares de los principales complejos agro en el primer semestre del 2022 están un 13% en términos reales por encima de las del 2013, el que hasta ahora se consolidaba como el mejor año del comercio exterior argentino. No obstante, en los primeros seis meses del 2013 se habían exportado cerca de 38 millones de toneladas, mientras en el mismo período del 2022 se exportaron más de 53 Mt. De esta manera, queda claro que el principal impulso para estos récords comerciales debe encontrarse en las cantidades exportadas, por sobre los precios de exportación.

No conforme con ello, debemos destacar que hasta ahora sólo hemos hecho referencia a la liquidación de divisas de Oleaginosos y Cerealeros. Si sumamos el aporte de los sectores Agricultura y Ganadería; y a la exportación de Alimentos, Bebidas y Tabaco, la liquidación del agro consolidada se acerca a los US$ 29.000 millones en este primer semestre.

No sólo es el principal exportador, el agro es el principal exportador neto de la Argentina

El aporte neto de Cereales y Oleaginosas a la liquidación de divisas (es decir, deduciendo las importaciones) se acercó a los US$ 20.000 millones en los primeros seis meses del 2022, un saldo neto que también es un récord para un semestre. El enorme aporte de las diversas cadenas agroindustriales permite financiar las importaciones netas del sector automotriz y las industrias químicas, además de electricidad, metales, insumos y maquinaria que es requerida desde el exterior. En este panorama, la Minería se muestra como el único sector no agro superavitario en divisas.

Una mención aparte merece la importación que el Complejo Soja realiza año tras año en la Argentina. Considerando que la capacidad productiva de la industria aceitera argentina se encuentra en torno a los 68 millones de toneladas, y que la producción de soja ronda los 42 millones de toneladas en el actual ciclo 2021/22, la importación de soja se hace importante para evitar que la capacidad ociosa de la industria no sea aún mayor y para mejorar el contenido de proteína en la harina de soja.


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La importación de poroto de soja, originada principalmente en socios comerciales del Mercosur, se realiza a los fines de industrializar y agregar valor a un producto primario para luego exportarlo a los múltiples destinos de la harina, el aceite y el biodiesel argentino. El Complejo Soja exportó más de US$ 14.000 millones en los primeros siete meses del 2022, con más del 95% de los dólares generados por productos industriales. Parte de esas exportaciones fueron elaboradas con importaciones de soja por más de US$ 1.600 millones, lo que otorga al Complejo Soja un nivel de exportaciones netas superior a los US$ 12.400 millones en apenas siete meses.

El agro es clave para el robustecimiento de las reservas del BCRA

El fuerte crecimiento de los precios y cantidades exportadas da oxígeno a las cuentas externas argentinas. El volumen actual de reservas netas se explica en gran parte por el enorme aporte del agro en los últimos años. Recordemos que las reservas netas surgen de la resta entre las reservas brutas del BCRA (Banco Central de la República Argentina) y los pasivos que la componen (Cuentas corrientes en otras monedas, DEG, Obligaciones con Organismos Internacionales, y Swap con China).

De esta manera, sin el récord de liquidación del agro, no caben dudas que la situación de las reservas netas sería muy compleja. Con los niveles de liquidación promedio de los últimos cinco años, las reservas netas hubieran seguido una trayectoria negativa desde hace mucho tiempo, tal como muestra la línea punteada en rojo en el gráfico adjunto. Sin embargo, la potencia exportadora de la agroindustria argentina, en combinación con la importante suba de los precios internacionales, ha permitido darle sostén a la compleja dinámica de las cuentas externas argentinas, limitando el drenaje de reservas, tal como exhibe la línea azul del gráfico de reservas internacionales netas. Lamentablemente, el desequilibrio macroeconómico no ha permitido aprovechar la favorable coyuntura externa para sentar las bases del crecimiento hacia adelante, robusteciendo las cuentas públicas con miras a compensar los resultados cuando el ciclo se revierta.

Esto pone de manifiesto la potencia de la agroindustria para generar valor e insertar sus productos en el amplio espectro de destinos a donde exporta su producción. La necesidad de generar más incentivos y reducir las restricciones para profundizar esta inserción externa son fundamentales para que el agro argentino siga rompiendo récords.

Fuente: Guido D’Angelo – Emilce Terré BCR

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