El rechazo del presupuesto 2022 y de las facultades delegadas significó el vencimiento de las retenciones al 31 de diciembre, lo que impide el aumento de las alícuotas.
El Gobierno tenía la posibilidad de extender hasta el 2024 la facultad para aumentar los derechos de exportación de trigo y maíz.
La ley 27.541 de Solidaridad social y Reactivación Productiva de 2019 permitió al Gobierno poner un tope de 33% para las retenciones de soja y así lo hizo en marzo de 2020, cuando las aumentó al 30% para luego llevarlas al 33%. Esta prerrogativa vencía el 31 de diciembre de 2021 y el ministro de Economía, Martín Guzmán pretendía extenderla hasta el 2024. Pero con el rechazo del presupuesto, el Gobierno perdió esa facultad a pesar de que se prorrogue el presupuesto actual. A partir del 1° de enero, las retenciones solamente podrán ser establecidas por el Congreso.
Cabe recordar que por esa misma ley 27.541, también se estableció que las retenciones para el trigo y el maíz no podían superar el 15%. En el gobierno de Alberto Fernández aumentaron del 6,7% al 12%.
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El campo sabe que se abre una puerta importante para ir achicando o eliminando retenciones. La opinión generalizada del sector es que se debería pensar en algún esquema para su eliminación y que cualquier modificación debe pasar por el Congreso. Para los diputados de la oposición, los derechos de exportación quedan al 0%
En ese sentido va la opinión de Horacio Salaverri, de Carbap, que sostiene que cualquier determinación debería pasar por el Congreso e indica que cualquier decreto o resolución es inconstitucional. Según el dirigente, las retenciones son un pésimo instrumento recaudatorio que sirven para una gran caja para el Estado, a costa de los productores.
Nicolas Pino, de la Sociedad Rural Argentina también espera que en el Congreso se resuelva una iniciativa para ponerle fin a los derechos de exportación y así lo manifestó: “Esperamos que el nuevo Congreso tome riendas en el asunto y presenten un proyecto de ley para eliminar las retenciones para todos los productos. La Argentina necesita exportar cada día más, generando dólares genuinos y estas barreras juegan en contra de todos. Este tipo de impuestos no deberían ni existir, porque creemos que la distorsión que provocan perjudica de lleno a los productores”.
El vicepresidente de Coninagro, Elbio Laucirica sostiene que desde su organización plantean la necesidad de discutir una reforma fiscal integral que propicie impuestos equitativos y justos como Ganancias y no impuestos regresivos como Ingresos Brutos y Derechos de Exportación.
Para Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, las retenciones no caen luego del rechazo del presupuesto pero quedan congeladas en los valores actuales y solo podrían modificarse en el Congreso.
