Caída de precios, baja en las exportaciones a Brasil y la falta de mano de obra para su recolección están llevando a los productores de cebolla del sur de la provincia de Buenos Aires a una situación sin salida.
Este año con semejante combinación de factores adversos, los productores estiman que por los $3 que reciben por kilo de cebolla es mas conveniente dejarla tirada en el campo que levantarla. A principios de 2020 por kilo se pagaba hasta $30 pero su valor cayó de manera brusca a los valores que se están pagando hoy y que no alcanzan a cubrir los costos.
Insumos dolarizados, la inflación, la falta de mano de obra registrada, la caída en las exportaciones a Brasil producto de una muy buena cosecha en el país vecino, el bajo precio en el mercado interno sumado a la crisis hídrica son una sumatoria de causas del quebranto de los productores del valle bonaerense del Rio Colorado.
En el distrito de Villarino, Mayor Buratovich, Hilario Ascasubi y Pedro Luro, en Patagones, Juan A. Pradere y Villalonga son algunos de los pueblos en que los productores dejaran millones de kilos de cebolla sin levantar de los campos. La mayoría de ellos son agricultores pequeños o medianos que arriendan tierras para cultivar o lo hacen asociados a los propietarios.
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Los agricultores manifiestan que la inflación y los costos en dólares imposibilitan el rendimiento de la actividad. La crisis hídrica que viene afectando la zona en un cultivo que necesita mas agua que el resto de las verduras y la falta de mano de obra temporaria para la cosecha y empaque solo agregan mas inconvenientes.
De acuerdo a datos brindados por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) hay en el país entre 18000 y 20000 hectáreas cultivadas de cebolla, en las que se generan entre 700 y 750000 toneladas anuales. El 70% es para consumo local y el resto se exporta.
En la provincia de Mendoza los problemas son similares. A pesar de haber podido levantar la cosecha de las 3000 hectáreas cultivadas también se han visto afectados por el aumento de la producción en Brasil, el principal mercado. Sumado al mercado interno contraído por la pandemia y las complicaciones por inflación, costos en dólares de combustibles y fertilizantes con un aumento del 35% en dólares y la escasez de mano de obra, los productores se enfrentan a un durísimo escenario.
Fuente: RURALNET
