Mercado climático, mercado movido

Comienza el mes crítico para la soja con pronósticos climáticos que no están satisfaciendo la demanda hídrica del cultivo en Argentina. La volatilidad está a flor de piel en el mercado de Chicago y se traslada al recinto local. Las mejoras en las ofertas de compras impulsaron los negocios entre los operadores locales.

Los granos gruesos están enfrentando un serio contratiempo. La soja de primera en la región productora más importante de Argentina transcurre el periodo de definición de rendimiento con pronósticos muy desalentadores. El cultivo obtuvo buen desarrollo vegetativo en los lotes clase 1 de la zona núcleo; sin embargo, el desarrollo reproductivo transcurrirá bajo condiciones hídricas deficientes (ver mapa de reservas de agua) en combinación con altas temperaturas que castigan los procesos biológicos. Los suelos de menor calidad ya están marcando pérdidas de rendimiento con visibles manchones en los lotes. La soja de segunda está en manos del clima. Si no llueve en 10 días los rendimientos pueden ser paupérrimos; de lo contrario, están a tiempo de recuperarse. En este contexto de clima seco asoman las plagas insectiles como bolillera, arañuelas y trips que complican aún más la situación de los productores.

Respecto del maíz temprano, el cereal ya tiró las cartas sobre la mesa. Está finalizando su llenado con el número de granos ya definidos. Producto de la variabilidad espacial de las lluvias a fines de diciembre, el cultivo presentará un amplio rango de rendimientos según la zona. En la región núcleo no se descartan rendimientos en torno a los 100 qq/ha en los mejores lotes, pero también hay zonas que no recibieron precipitaciones en el periodo crítico y la merma de rendimiento ya es un hecho. La situación preocupante la muestran los maíces sembrados más tarde (diciembre) con las hojas totalmente acartuchadas. Si bien los lotes están transcurriendo el periodo vegetativo y están a tiempo de revertir esta situación, los pronósticos no son alentadores en cuanto a lluvias para los próximos 10 días.
En el recinto de operaciones de nuestra institución el mercado estuvo muy dinámico en la semana, con aumentos en las ofertas de compra para casi todos los granos, lo que fomentó el desarrollo de gran cantidad de negociaciones.
En el caso de la soja, la misma había finalizado la semana pasada con un valor abierto de $5.400/t ofrecido por las fábricas para la entrega sin descarga. Ese precio aumentó 50 pesos por tonelada el lunes y volvió a aumentar otros 50 pesos el día martes, alcanzando los $5.500/t e incluso los $5.550/t para lotes contundentes, valores que fueron bien recibidos por los productores, lo cual se ve reflejado en las 44.620 toneladas negociadas para descarga en los puertos de la zona y sólo en el segmento disponible. En la jornada del miércoles se mantuvieron los mismos valores, pero la cantidad de contratos fue algo menor, ya que las expectativas por parte de los vendedores que manejaban mucha mercadería habrían rondado los $5.600/t, precio al cual no habría habido tanta demanda. Sin embargo, se negoció un volumen de 35.400 toneladas para la entrega dentro de los próximos 30 días (similar al del lunes). La depreciación del dólar estadounidense respecto de nuestra moneda y la caída de precios en los contratos en Chicago del jueves determinaron el retroceso en los valores abiertos por soja a $5.350/t en el disponible. En total, entre el lunes y el jueves se habrían negociado algo más de 140.000 toneladas de soja para ser entregadas en los puertos del Gran Rosario, de acuerdo a lo que surge de la información que proporcionan los operadores.
Las ofertas de compra por la nueva cosecha, entrega en mayo, también aumentaron el día martes llegando a 272 dólares por tonelada, dos dólares arriba del viernes de la semana pasada. Esto determinó que también en este segmento fluyeran las ventas. Las variables que afectaron al segmento de la cosecha actual también influyeron sobre la soja nueva, que retrocedió hasta U$S 270/t, entrega en mayo. En estos niveles, los negocios fueron escasos.
El maíz también tuvo una semana realmente álgida, pasando de ofrecerse para la entrega inmediata $3.000/t el lunes a $3.050/t el miércoles, sin descartar ofertas de compra de hasta $3.100/t para la entrega antes del fin de semana. Entre el lunes y el jueves se negociaron 60.000 toneladas para la descarga en los próximos 30 días en los puertos de influencia del mercado de Rosario, de acuerdo con información oficial, la mitad de los cuales se hicieron el día jueves. De todas maneras, el grueso de la demanda estuvo enfocada en las entregas entre marzo y mayo, cuyo valor abierto pasó de u$s 155/t el lunes a U$S 160/t el jueves, aumentando 5 dólares a lo largo de la semana para ubicarse cerca de las 250.000 toneladas negociadas entre el lunes y el jueves, según informan los operadores (casi el triple de lo negociado entre el lunes y el jueves de la semana pasada para las mismas fechas de entrega). Una vez más, en el maíz es posible observar una amplia gama de fechas de entrega y, por lo tanto de precios. Inclusive, se escuchaban valores de U$S 155/t para la entrega en noviembre y en diciembre de 2018.
En el siguiente gráfico puede apreciarse la evolución de los precios de pizarra propuestos por la Cámara Arbitral de Cereales de nuestra institución en lo que va del año. Se observa que tanto el maíz como la soja vienen mostrando una tendencia alcista, impulsados en gran medida por los problemas climáticos que está atravesando en el país. En términos porcentuales, el cereal aumentó su valor un 16% entre el 2 de enero y el 1 de febrero, mientras que la soja incrementó un 13%. También se puede apreciar la notable caída del precio de la soja entre el 30 de enero y el 1 de febrero, que bajó 2,6% en sólo un día. Como se marcaba en el título: la volatilidad en el mercado de Chicago se está trasladando a nuestro recinto.
En el mercado de referencia estadounidense los contratos de soja comenzaron la semana al alza impulsados principalmente por las preocupaciones climáticas en nuestro país, que es el tercer exportador del poroto a nivel mundial y el primero en el caso de los subproductos (aceite y harina de soja). De este modo, el contrato de marzo tocó el máximo del último mes y medio el día martes. A raíz de esto, los fondos de inversión comenzaron a vender para capturar ganancias y el mercado cerró en baja los días miércoles y jueves. Hubo dos factores adicionales que ejercieron presión sobre el precio de la oleaginosa el jueves: en primer lugar, el USDA dio a conocer datos de exportaciones estadounidenses semanales desalentadores, que estuvieron muy por debajo de las expectativas (de hecho, fueron las más bajas en ocho meses); y, en segundo lugar, la consultora INTL FCStone aumentó en un millón de toneladas, llevándola a 111 Mt, la cifra pronosticada de producción de soja de Brasil.
Respecto del maíz, desde el 12 de enero sus precios vienen mostrando una tendencia alcista. Esto es una respuesta a la sequía que atraviesa Argentina, a la vez que influye el debilitamiento del dólar frente al resto de las demás monedas del mundo. También brindaron soporte las buenas ventas de exportación de EE.UU., las cuales, de hecho, totalizaron 1.881.500 en la última semana, muy por encima de las expectativas del mercado que se encontraban entre 1,0 y 1,7 millones de toneladas
Fuente: BCR | Por: Sofía Corina – Franco Ramseyer