Perspectiva agroclimática estacional

El rasgo distintivo durante la primera parte de la temporada 2020/2021 fueron los fuertes vientos polares que inundaron el Hemisferio Sur con una masa de aire frío y seco, produciendo frecuentes descensos térmicos por debajo de lo normal, al mismo tiempo que redujeron las precipitaciones, no sólo sobre gran parte de América del Sur, sino también sobre el Sur de África y Australia.

Adicionalmente, los vientos polares impulsaron la corriente marina fría de Humboldt hacia el Ecuador, enfriando la Costa Americana y el Océano Pacífico Ecuatorial, dando un cuadro muy similar a un episodio de “La Niña”. Afortunadamente, los vientos Alisios, que son el factor que genera los episodios fuertes de “La Niña”, se mantuvieron débiles, haciendo que el fenómeno entrara en disipación en forma temprana, aunque conservando una buena dosis de acción residual.

Pronóstico de lluvias hasta el 27 de marzo de 2021

Durante enero, los vientos polares redujeron su actividad, permitiendo que las precipitaciones llegaran al interior del Cono Sur, reponiendo la humedad en los suelos de la mayor parte del área agrícola. Desafortunadamente, durante febrero, aunque los vientos polares se mantuvieron moderados, “La Niña” observó un pico tardío, volviendo a reducir las lluvias sobre gran parte del Hemisferio Sur, proceso que probablemente se mantenga hasta el fin del verano. Durante el próximo otoño, “La Niña” completará su disipación, cesando sus efectos negativos, pero es probable que los vientos polares se reactiven, al menos parcialmente, volviendo a hacer sentir su influencia negativa sobre el interior del área agrícola del Cono Sur.

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Fuente: Bolsa Cereales de Buenos Aires

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