La producción de carne en el norte de Córdoba, al límite de su capacidad

La oferta forrajera, en cantidad y calidad, se reduce en la zona. Afirman que la legislación actual no permite un manejo sustentable del recurso.

En el norte cordobés, el crecimiento de la ganadería de la mano de cabañas criadoras de razas bovinas, principalmente sintéticas y que últimamente vienen obteniendo importantísimos logros, es mérito exclusivo del esfuerzo de ganaderos. Son los que se animan a apostar al futuro, en campos donde se destaca la cada vez más acentuada falta de forrajes dada por la degradación paulatina que van sufriendo los ecosistemas de referencia. Que se refleja en una masiva arbustización, pérdida de suelo y degradación de las pasturas tanto naturales como implantadas.

Este contexto determina que cada vez se disponga de menos recursos y estrategias para enfrentar los periodos de sequía inter o intraanuales; eventos típicos y recurrentes de estos ambientes semiáridos.

Pero además de los criadores de excelencia genética, también hay un universo de grandes medianos y pequeños productores en esa región.

Recordemos que el 80 por ciento de los productores tienen el 20 por ciento del stock total y que, en muchos casos, la única fuente de ingreso proviene de la venta del ternero.

Cuando analizamos los porcentajes de destete de dos áreas contrastantes del norte cordobés encontramos la siguiente situación. En los departamentos del arco noroeste (Cruz del Eje, Pocho, Minas, San Alberto y San Javier) la magnitud del destete es del 38 por ciento, mientras que en los departamentos del norte (Río Seco, Sobremonte, Tulumba, Ischilín) los valores promedio de destete están en 67 por ciento.

Razones

Si bien estas diferencias tienen varias explicaciones, la causa principal está dada por la oferta de forraje, tanto en cantidad como en calidad. Además de los distintos paquetes tecnológicos aplicados.

Pero resulta interesante hacer el siguiente análisis: si correlacionamos la cantidad de materia seca (MS) que tenemos que producir para alimentar el rodeo de vacas que desteta el 38 por ciento, necesitamos 19 mil kilos de MS por ternero destetado. Para los sistemas con un destete de 67 por ciento se requieren 9.800 kilos por ternero.

Si a estos datos los relacionamos con los potenciales forrajeros de los ambientes mencionados podemos observar que estamos frente a una clara contradicción. Ya que en los departamentos del noroeste con menos precipitaciones y menor producción de pasto nos damos el lujo de necesitar el doble de forraje por ternero producido.

En contraposición a lo que sucede con los departamentos del norte de la provincia que en general presentan un “potencial teórico” superior; básicamente por contar con mejores condiciones edafoclimáticas.

Resalto el término “potencial teórico”, porque de seguir progresando la situación de deterioro de los campos ganaderos, por efecto de leyes ambientales mal direccionadas, las situaciones productivas van a terminar siendo semejantes en todo el norte cordobés. Con serias consecuencias sobre la ganadería y el entorno social.

Quiero alertar que la ley de forestación, con toda la buena voluntad e intención que la caracteriza, puede hacer aportes importantes e indiscutibles al ambiente. Pero lejos de solucionar los problemas de fondo en norte de la provincia se torna en un nuevo trámite para el productor ganadero. Entiendo que es un claro ejemplo de la incapacidad o de falta de decisión del gobierno de legislar sobre este tema.

Quizá como productor resulta más práctico que nos dejen producir y con ello pagar los impuestos que acceder a descuentos en los cedulones por áreas forestadas. Hoy la realidad nos muestra una importante caída en la producción, pero un incremento de la presión impositiva por parte del mismo gobierno, que se desentiende del tema de la ley de bosque.

El 8 de setiembre se firmó una carta de intensión entre distintas instituciones relacionadas a la investigación y a la producción ganadera.

La iniciativa tiene el objetivo de realizar tareas de asesoramiento, asistencia técnica y difusión de un nutrido paquete tecnológico. A la espera de ser utilizado con un claro propósito: producir conservando con una ganadería sustentable.

Fuente: Agrovoz | Por: Horacio Valdez  | Productor ganadero, ingeniero agrónomo, docente de la FCA-UNC.