Con el objetivo de conocer el comportamiento de los materiales de maíz en fecha de siembra demorada comparandolos en el mismo ambiente y misma tecnología, la Agencia del INTA 9 realizó una nueva experiencia en la campaña 2018/19. A continuación se presentan los resultados.
La siembra de maíz en época demorada es una alternativa que ha ganado adeptos en las últimas campañas. Múltiples son las causas que llevan al productor a tomar esa decisión. Podemos considerar como las de más peso, la parte climática, la cual en algunas circunstancias tornan a esta siembra con más posibilidades de sobrellevar mejor el período crítico. Otra virtud que posee, es que si bien, es muy probable que no alcance el potencial que tiene una siembra temprana, tiene una mayor estabilidad en el rendimiento, y esto es muy apreciado por los productores. Otro factor que ha impulsado esta tecnología es el tipo de híbridos que se disponen, muchos de ellos tienen tolerancia a varias enfermedades y plagas, que son más frecuentes entrado el verano. Por otro lado, la tolerancia de caña y la menor susceptibilidad al barrenador del tallo, hace que el maíz pueda quedar en el c ampo durante mucho tiempo, en el caso de no poder levantarse a tiempo o que el mismo tenga mucha humedad. Si bien esto no es lo más adecuado, es muy frecuente encontrarse con lotes de maíz en pie en los meses de julio e inclusive agosto. Para saber el comportamiento de los materiales es necesario compararlos en el mismo ambiente y con la misma tecnología, es por esta causa que desde hace algunos años la Agencia del INTA 9 de Julio bien realizando este tipo de comparaciones. En la campaña 2018/19 el ensayo se realizó en el campo de los Hnos Massaccesi, en ubicados en las proximidades de la localidad de Mulachy, partido de 9 de Julio. Previo a la siembra se realizó un muestreo de suelo el cual arrojó los valores presentados en el cuadro 1.
El planteo técnico del ensayo se muestra en el Cuadro 2.
De la experiencia participaron 23 híbridos pertenecientes a 13 criaderos. A efectos de poder ubicar el disco perforado adecuado para cada semilla, todos los híbridos fueron pasados por un banco de prueba, trabajándose hasta encontrar el disco lo más adecuado posible. En cuanto a la densidad de siembra, la misma fue ajustada de acuerdo a la decisión de cada criadero. En el Cuadro 3 se presentan el orden de siembra, híbrido, criadero al cual pertenece, densidad de siembra y las medidas del disco perforado utilizado.
El año fue muy adecuado para el desarrollo del cultivo. Las lluvias fueron algo excesivas en el mes de enero. Febrero se presentó seco y con muy buena luminosidad, esto ayudado por la napa freática, al alcance del sistema radicular, permitió obtener muy buenos rendimientos. Figura 1. La cosecha se realizó el 13 de mayo de 2019 sobre el total de cada parcela, empleándose una máquina Don Roque 150 equipada con un cabezal Ombú 2008.
El material recolectado de cada unidad experimental fue pesado en un carro balanza marco Aiello, con una sensibilidad de 1 kg. La humedad del grano cosechado fue determinada en el mismo momento de la trilla. Los resultados logrados son presentados en el Cuadro 4, mostrándose la humedad de cosecha, y el rendimiento en kg/ha a humedad de recibo.
Los rendimientos obtenidos son excelentes para una siembra de noviembre, no cabe ninguna duda que el clima fue un aliado indiscutido en esta campaña. El rendimiento promedio del ensayo se ubicó en los 12.876 kg/ha, el rendimiento mínimo en 10.356 kg/ha y el máximo en 15.356 kg/ha.
Fuente: INTA por Luis Alberto Ventimiglia, Lisandro Torres Baudrix
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