“Dólar soja” 4: la primera semana tuvo menos negocios que en versiones 1 y 2 del programa

A una semana de vigencia del nuevo “dólar soja”, que aplica para la liquidación de divisas un 75% al tipo de cambio oficial y un 25% de libre disponibilidad para los exportadores, analistas del mercado de granos señalaron que esta nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), tal el nombre oficial del “dólar soja”, está dando menores resultados respecto de lo que se logró comercializarse con este desdoblamiento cambiario en la primera semana de las versiones 1 y 2 del mecanismo.

Al respecto, Catalina Ferrari, analista de granos de AZ-Group, señaló al diario La Nación que “se negociaron 1,25 millones de toneladas de soja en el marco del cuarto programa, entre contratos nuevos y anteriores, en los que solo había que fijar precio, muy lejos de los volúmenes de venta que se concretaron con el dólar soja 1 y 2″.

Ferrari apuntó que durante la primera semana el primer PIE alcanzó 3,8 M/t, mientras que el segundo 1,7 M/t. Y agregó que tampoco hubo grandes movimientos de precios, con valores frecuentes de $155.000/t.

Desinterés. “No se demostró gran interés por parte de los productores en el dólar soja 4, muchos de los cuales ni siquiera preguntan, porque no hay un remanente importante de la campaña 2022/23. Además, la atención está más puesta en el potencial cambio de signo político del próximo gobierno, y en la posibilidad de nuevas devaluaciones del peso, que en aprovechar los valores actuales”, explicó.

En tanto, otra fuente del sector comercial no identificada y citada por el mismo medio opinó, con los resultados de casi la primera semana de operaciones, que el productor “va a vender lo justo y necesario para afrontar gastos, principalmente en el inicio de la siembra gruesa 23/24; “también para calzar en insumos y aprovechar la relación insumo/producto”, señaló.


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Por su parte, Ariel Tejera, de la corredora Grassi, con una visión más positiva, destacó sobre la operatoria que “se va moviendo, lo que no es menor” considerando que se viene “de un mercado paralizado”.

Crisis industrial. Por su parte, la industria aceitera necesita que se acelere la venta de soja por parte de los productores para mantener activas sus plantas de procesamiento. Según un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la comercialización del grano, en lo que va de 2023, es la más baja en al menos 6 años.

“Si se analizan los datos de SIO Granos (plataforma oficial de relevamiento de operaciones), en lo que hace a la soja 2022/23 se han comercializado en torno a 12 millones de toneladas entre compras para industria y exportaciones, 11 millones menos que la campaña anterior y 17 millones por debajo del promedio de los últimos cinco años. Sin embargo, teniendo en cuenta la merma productiva, las compras totales del grano alcanzaron el 60% de la producción, un 6% más que la campaña anterior y alineado al promedio de los últimos cinco años”, explicó la BCR.

“Ahora, sin discriminar por campaña, los contratos y operaciones finales de soja desde enero a agosto de este año fueron de un poco más de 20 millones de toneladas, una caída de 44% respecto del año anterior y un 50% menos respecto del promedio de los últimos 6 años”, detalló la bolsa rosarina.

Dinamismo. Respecto del “dólar soja” 4, la BCR consideró que “en el nuevo Programa de Incremento Exportador se observa una mejora en los precios, lo que podría dinamizar la comercialización de soja tanto 2022/23 como 2023/24. Esto se debe a que el programa estará vigente hasta fin de este mes, pero permitiendo anotar negocios con fecha hasta septiembre 2024, incluyendo seis meses de la próxima campaña de soja, aún no sembrada”.

Y añadió: “Se deberán esperar más jornadas de comercialización para dar cuenta sobre la evolución efectiva del programa. Por ahora, se mantiene una dinámica entre estable y creciente en términos generales para el mercado físico de granos de esta Bolsa de Comercio de Rosario”, concluyó.

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