Por la menor cosecha, los contratistas rurales le piden a Massa postergar el pago de la cuota de un crédito

Al menos un 30% de los contratistas rurales no cosecharán soja ni maíz debido al impacto de la sequía, que redujo los rendimientos y por ende los volúmenes de producción. Además, hay empresarios del rubro con problemas para pagar cuotas de créditos tomados para la compra de cosechadoras, con lo cual le enviaron una carta al ministro de Economía, Sergio Massa, pidiendo que se ordene la postergación de un compromiso que vence estos meses y se difiera para el final del plazo previsto del préstamo.

Así lo señaló Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), entidad que reúne a unos 4.000 prestadores del servicio de siembra y cosecha de cultivos.

Sumando todos los granos de la agricultura extensiva (trigo, cebada, sorgo, girasol, soja y maíz) este año tendrá se producirán unas 84 M/t, muy por debajo a los 130 M/t de 2021/2022, con un recorte del 35%, según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Semejante merma implica mucho menos trabajo para los contratistas, quienes habitualmente cosechan el 70% de la producción.


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Incertidumbre. En todo el país hay unos 10.000 contratistas, que en muchos casos también son productores que alquilan campos para producir, y 4.000 de los cuales están asociados a Facma. Scoppa anticipó que “quien no tiene un compromiso no va a mover la máquina este año; hay zonas muy afectadas, lotes que no se levantan”. Y agregó: “La quita de trabajo para nuestro sector va a ser muy importante y no sé qué va a pasar a la hora de pagar (los compromisos)”.

El dirigente señaló que, por sondeos realizados por Facma, “un 30% (de los contratistas) no va a salir” a cosechar. “Hay gente que quiere vender implementos, una cosechadora, vender y pagar para solucionar problemas”, explicó.

Un crédito para una cosechadora se paga, en promedio, de 4 años de plazo, en 8 cuotas semestrales. Son máquinas valen entre US$600.000 a US$700.000. En la compra de un equipo nuevo se entrega el anterior. La cuota ronda los 40.000 a 50.000 dólares, un monto difícil de conseguir por los contratistas debido a la fuerte merma de trabajo.

Según Scoppa, las cuotas que han vencido “se han pagado porque se tenía previsto”.

Pero contó que actualmente, desde Facma se está gestionando una postergación, dada la actual situación, para que la cuota que se paga desde abril a julio se pase para el final del crédito.

3 cartas. “Ahora estamos gestionado la tercera nota que le mandamos a Sergio Massa (ya hubo otras dos sin respuestas) para que tome una decisión, por orden del Banco Central, para que pasen las cuotas de todos los créditos que van a caer en abril, mayo, junio y julio”, indicó Scoppa, respecto de la misiva que fue enviada en los últimos días al Ministerio de Economía.

“Si tenés a tres años (el crédito) y vence en 2025, (se puede) agregar otra cuota, que alarguen el crédito con los intereses pactados”, señaló. “Mandamos la nota a Massa y pedimos la entrevista”, explicó Scoppa, en declaraciones al programa Agro Va de la emisora digital Led FM.

Según informó el diario La Nación, el pedido al ministro de Economía es que se coordine con el sistema financiero (bancos privados, públicos y entidades financieras de las fábricas de maquinaria agrícola) el mecanismo de postergación de la cuota que vence en los próximos meses, para que quede como última del plan de pagos, pero evitando la figura de refinanciación para evitar un mayor costo financiero.

La mitad. Respecto de cuántos contratistas no van a poder afrontar esta cuota, Scoppa fue contundente: “Por lo menos un 50% de los contratistas están complicados, ni hablar de los que alquilan campos de terceros”.

Y agregó: “Esperemos el Estado esté presente, que gestione algo para refinanciar. Va a ser imposible afrontar las semillas, los fertilizantes”, indicó. Para el titular de Facma, “de no salir créditos” accesibles para la actividad “se va a parar mucho la compra de maquinaria”.

Inédito. Para el dirigente, lo que está pasando con la sequía es algo “nunca visto” ya que es no es una sola zona afectada, sino muchas. “No es una sola zona, [donde] pierdo en un lugar y me voy a otro y hago la diferencia. Hay desesperación. Queremos trabajar de la mejor manera. Fundirnos trabajando no podemos”, advirtió.

Los contratistas mueven una amplia demanda de combustible, repuestos, servicios y personal en cada temporada de cosecha que cubren desde el norte del país hasta el sur de la provincia de Buenos Aires. “Hay mucha incertidumbre, se han perdido miles de hectáreas que no se han sembrado. Va a ser un año lamentable y los pagos de las cuotas, el gasto fijo, no sabemos [cómo afrontarlo]”, se lamentó Scoppa.

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