Girasol: protagonismo renovado y un mayor aporte de divisas

La producción de girasol en Argentina alcanzaría 5 millones de toneladas en la campaña 2024/25, consolidando al país como uno de los principales jugadores a nivel mundial. El complejo girasolero generó USD 637 millones en los primeros cinco meses de 2025, un aumento interanual del 39 %. En Córdoba, la superficie destinada al cultivo creció un 17 % y la producción un 33 %, con un rendimiento de 26 qq/ha.

La historia del girasol

El girasol es una planta herbácea de la familia asterácea, de nombre científico helianthus annuus, que se caracteriza por tener flores amarillas, frutos comestibles, tallos robustos y erguidos, es originaria de América del Norte y mide en promedio unos dos metros de altura. Esta oleaginosa recibe su nombre dadas las propiedades que le permiten girar en dirección de los rayos del sol

El periodo comprendido entre 1880 y 1930, llegan a Argentina y a Estados Unidos las comunidades judías rusas que escapaban de las persecuciones religiosas por parte de los zares rusos. Es así como en Argentina se establecieron colonias dónde estas familias lograron asentarse, trayendo consigo las semillas que estaban acostumbrados a consumir como pipas y su aceite. Durante años los principales productores fueron Argentina, Ucrania y Rusia, principales productores mundiales. En estos países el cultivo encuentra un ambiente favorable para su expansión, dado que se adapta rápidamente a los distintos climas, siendo resistente a la falta de precipitaciones.

Cadena de valor del girasol

A partir de la utilización disponible de las tecnologías agrícolas la planta de girasol es aprovechable en su totalidad, generando distintos subproductos y distintos usos, entre los que se destacan: aceite, harina, expeller, pellets, ensilaje, forraje y flor como uso ornamental.

Producción del girasol

La producción mundial de este cultivo evidenció una expansión significativa a partir de la segunda mitad de la década de 1990, incentivada por el aumento de los precios de los aceites vegetales que se inició a partir de 1994. Durante el inicio de los años 2000, la producción mundial creció en torno al 20% hasta alcanzar un récord de 27,2 millones de toneladas. El 90% aproximadamente de la producción mundial de girasol se destina a la industria oleaginosa para la extracción de aceite y harina.

La popularidad del aceite de girasol lo ubicó en cuarto lugar dentro de los más consumidos a nivel mundial. Para el 2024 se materializaron 51,9 millones de toneladas, según los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Rusia y Ucrania son los principales países productores del mundo, con aproximadamente el 60% del total. Argentina se ubicó como cuarto productor mundial con una participación del 9% en el total, así mismo, se posicionó como tercer exportador mundial con el 9% del total. Los principales consumidores de este producto es India y los países de Unión Europea. Para 2025, según el USDA se esperaría un incremento del 8% ubicando a la producción mundial en 56,2 millones de toneladas.

Importancia del girasol en el mercado local

En Argentina, el girasol fue extendiéndose rápidamente a lo largo del país, en línea con lo ocurrido en el resto del mundo. Según los datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), la producción nacional durante los años 90 ha ido incrementándose hasta alcanzar su récord durante la campaña 1998/99, siendo la mayor de la historia con aproximadamente 7,1 millones de toneladas. A partir de allí el volumen producido se ha ido estabilizando en aproximadamente 3,5 millones de tonelada en promedio por campaña, este escenario se alcanzó en parte por un incremento en la oferta global de aceites que resulta en la caída de sus precios, generando de esta manera la sustitución de la siembra de girasol por la de soja.


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El mercado argentino destina principalmente la producción de girasol a la molienda. Para el ciclo 2024/25, SAGyP) estima una producción de 5 millones de toneladas de las cuales el 88% sería destinado a la molienda nacional, siendo el principal subproducto producido el aceite de girasol, que le permite posicionarse como un jugador importante en los mercados internacionales

La estabilidad presentada en los niveles de producción se ha visto alterada en los últimos años, con un incremento en los volúmenes por encima del promedio. Este comportamiento es explicado en parte por una leve suba en los rendimientos, que se estima en aproximadamente 22,8 qq/ha para el nuevo ciclo, con aproximadamente 2,2 millones de hectáreas sembradas.

Considerando los últimos datos publicados por SAGyP para la campaña 23/24, son varias las provincias que participan en la producción del girasol. En primer lugar, con el 60% de lo materializado se ubicó Buenos Aires, seguido por La Pampa con el 13%, luego Santa Fe con el 9%, Córdoba con el 8%, Chaco con el 6% y el resto de las provincias con una participación del 4% en conjunto.

La molienda de la semilla de girasol tiene como principal destino la obtención de dos subproductos: aceite y harina o pellets, con una participación promedio del 46% y 44% respectivamente en el total de la industrialización. El aceite de girasol es el aceite vegetal más consumido en Argentina, representando el 80% del consumo total de aceites vegetales. Mientras que, el consumo per cápita de aceite de girasol en Argentina es de 10,6 litros por persona por año.

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Fuente: Bolsa Cereales de Bahía Blanca

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