Justicia tras 13 años: condenan a productor y capataz por el robo de 336 vacas

Justicia tras 13 años: condenan a productor y capataz por el robo de 336 vacas

Después de más de una década de investigación, la justicia finalmente sentenció a un productor agropecuario y a su capataz por el robo de 336 cabezas de ganado en la provincia de Corrientes. El Tribunal Oral Penal de Mercedes los condenó a cinco y cuatro años de prisión, respectivamente, por el delito de abigeato agravado cometido entre enero y julio de 2013.

Reinaldo Elpidio Estoup, productor ganadero, y su capataz, Eduardo López, fueron hallados penalmente responsables del hurto perpetrado en un campo de la Quinta Sección de Curuzú Cuatiá, afectando al fideicomiso CRIA1, que alquilaba parte del establecimiento rural “Oscuro”, cercano a Perugorría.

Según la sentencia 22/25, los jueces consideraron probado que ambos alteraron marcas y señales de identificación del ganado, agravando su responsabilidad penal. Además, se comprobó la participación de personas con conocimientos en el cuidado de animales, lo cual encuadra el caso dentro del delito de abigeato agravado, según el artículo 164 del Código Penal.


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A la pena de prisión se sumó una multa solidaria equivalente al triple del valor de los animales sustraídos, calculada según los precios del Mercado Agroganadero (MAG) al momento del pago. De las 336 vacas robadas, solo se recuperaron 13.

Los hechos salieron a la luz cuando, tras una serie de inundaciones en 2012, el fideicomiso comenzó a notar faltantes de ganado. Las sospechas crecieron cuando se descubrieron alambres cortados en cuatro puntos, todos lindantes con el campo de Estoup. Durante un allanamiento en el campo “Tataré”, se hallaron vacas robadas que no coincidían con las adquiridas en remates legales.

“Fue un proceso larguísimo, con jueces que se declaraban incompetentes, expedientes demorados y resoluciones que nunca nos notificaron”, expresó Pablo Fleitas, abogado querellante, quien acompañó el caso durante los 13 años de proceso judicial.

Finalmente, la justicia cerró un capítulo que había quedado impune durante más de una década, marcando un precedente importante en la lucha contra el robo de ganado en la región.

Imagen Ilustrativa

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