Conocida por su rápido crecimiento y eficiencia en el uso del agua, la moha (Setaria italica) se perfila como una alternativa forrajera prometedora para las regiones semiáridas del norte del país. Sin embargo, su adopción aún es limitada. Desde el INTA Las Breñas (Chaco), un equipo de especialistas trabaja para ajustar su manejo y facilitar su incorporación a los sistemas productivos locales.
Originaria del sudeste asiático, la moha es una gramínea forrajera tipo C4, lo que le otorga una alta tasa de crecimiento y una relativa tolerancia al estrés hídrico. A pesar de estas ventajas, su uso en la ganadería regional es escaso, en parte por limitaciones agronómicas como su baja capacidad de rebrote y un sistema radicular débil, que la hace susceptible al arrancado por el ganado. Aun así, su rápido desarrollo y cobertura del suelo la convierten en una excelente herramienta para el control de malezas, sobre todo como pastura diferida o cultivo de cobertura.
Uno de los principales desafíos para ampliar su cultivo es la falta de antecedentes técnicos y de productos registrados para su manejo. En este sentido, la especialista en malezas del INTA Las Breñas, Alejandra Ledda, lidera un estudio para evaluar la selectividad de herbicidas preemergentes en moha y su impacto en el desarrollo de la planta. “Buscamos identificar opciones químicas viables que permitan controlar malezas sin perjudicar al cultivo”, explicó.
El ensayo se realizó con la variedad Colorada gigante, bajo un sistema de labranza convencional. Tras la siembra, se aplicaron distintos herbicidas preemergentes y se monitorearon sus efectos durante 50 días. “Los resultados preliminares indicaron que algunos productos impidieron completamente la emergencia del cultivo, mientras que otros redujeron la densidad de plantas o causaron síntomas como clorosis y retrasos en el crecimiento”, detalló Ledda.
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A pesar de estos desafíos iniciales, el estudio representa un avance importante para quienes buscan diversificar sus sistemas forrajeros. La identificación de herbicidas compatibles podría allanar el camino para una adopción más amplia de la moha en regiones como el Chaco.
Ledda destacó que, aunque los primeros pasos son prometedores, aún queda camino por recorrer: “Necesitamos validar los resultados en distintas condiciones edafoclimáticas, con más ensayos y avanzar en la aprobación de los productos evaluados”.
Con mayor investigación y validación, la moha podría consolidarse como una alternativa valiosa para mejorar la eficiencia productiva y la sostenibilidad de los sistemas ganaderos en el norte del país.
Fuente: INTA Informa
