Fuerte crítica de AFAT al Gobierno por liberar la importación de maquinaria agrícola usada

Fuerte crítica de AFAT al Gobierno por liberar la importación de maquinaria agrícola usada

La Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT), que agrupa a las principales marcas internacionales del sector, lanzó duras críticas contra el Gobierno nacional tras la decisión de habilitar sin restricciones el ingreso de maquinaria agrícola usada al país. La entidad advirtió que esta medida, tomada “de forma abrupta”, pone en riesgo la competitividad local y el futuro de toda la industria.

En un extenso comunicado difundido este viernes, AFAT —integrada por empresas como John Deere, New Holland, CASE IH, Valtra, Massey Ferguson, entre otras— expresó su “profunda preocupación” por los efectos económicos, sociales y ambientales que podría generar el Decreto 273/25.

Aunque desde la entidad manifestaron estar a favor de la libre competencia y compartieron el objetivo del ministro de Economía, Luis Caputo, de facilitar el acceso a bienes de calidad y mejores precios, alertaron que este tipo de decisiones “no pueden implementarse de manera extrema”. Según AFAT, favorecer a un sector con importaciones liberadas afecta gravemente a industrias nacionales que llevan décadas invirtiendo y generando empleo en el país.

“No hay competencia genuina”

Uno de los principales cuestionamientos apunta a la falta de equidad que introduce esta política. AFAT sostiene que la importación de maquinaria usada crea una clara desventaja para la producción y comercialización local, ya que se trata de equipos provenientes de economías fuertemente subsidiadas, con menores costos fiscales y laborales.

A esto se suma el riesgo técnico y operativo: los equipos usados, señalan, no ofrecen garantías ni trazabilidad, lo que representa un peligro para la seguridad laboral, la sanidad fitosanitaria y el cuidado ambiental.

Además, la asociación advirtió que esta maquinaria, en muchos casos, ya ha sido amortizada en sus países de origen, por lo que ingresa al mercado a precios que ningún arancel logra equilibrar. Esto afectaría directamente tanto al mercado de usados como a las operaciones de venta de maquinaria nueva, que en un 60 a 75% de los casos incluye la toma de equipos usados como parte de pago.


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Impacto en la industria y el empleo

AFAT fue más allá y alertó sobre el posible “efecto dominó” que esta medida podría provocar en todo el ecosistema agroindustrial argentino. La caída en la demanda de maquinaria nueva impactaría de lleno en fabricantes, proveedores, distribuidores y en miles de empleos directos e indirectos.

“La introducción irrestricta de maquinaria usada no solo frena la renovación tecnológica, sino que desestabiliza todo el entramado productivo del país”, remarcaron. También señalaron que podría facilitar prácticas ilegales como el lavado de dinero, dada la falta de controles y trazabilidad en este tipo de importaciones.

AFAT pide diálogo y políticas sustentables

A pesar de su fuerte postura, la Asociación se mostró dispuesta al diálogo y subrayó la necesidad de construir políticas públicas en conjunto con el sector privado. “Argentina tiene el potencial para liderar en eficiencia agropecuaria a nivel global, pero ese camino requiere inversión, innovación y reglas claras que impulsen la competitividad local”, afirmaron.

Desde AFAT recordaron que sus empresas llevan décadas invirtiendo en el país con 12 plantas industriales en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, generando más de 16.700 puestos de trabajo y ofreciendo servicio técnico en más de 500 puntos del país.

Por último, destacaron la urgencia de renovar el parque de maquinaria agrícola nacional, que en su mayoría supera los 10 años de antigüedad. Según la entidad, incorporar tecnología moderna podría aumentar la productividad hasta en un 25% sin necesidad de ampliar la superficie cultivada.

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