El aporte del campo entrerriano en la producción avícola

El aporte del campo entrerriano en la producción avícola

La producción avícola en la provincia de Entre Ríos se ha consolidado como un pilar fundamental de la economía agropecuaria local, contribuyendo significativamente al desarrollo económico y social de la región. Durante los últimos años, la industria avícola ha experimentado un notable crecimiento, con cifras de producción que reflejan su relevancia en el sector agroindustrial. La producción de carne de pollo y huevo se ha incrementado, posicionando a Entre Ríos como uno de los líderes en este ámbito en la Argentina.

Los insumos clave en el proceso de producción avícola son el maíz y la soja, que no solo se utilizan como alimentos básicos para las aves, sino que también son cultivados de manera intensiva en la provincia. La proximidad de los campos de maíz a las granjas avícolas reduce costos de transporte y mejora la eficiencia de la cadena de suministro. De esta manera, ambos cultivos se convierten en elementos estratégicos que potencian la producción y aseguran la disponibilidad de alimento de calidad para las aves.

La colaboración entre la Bolsa de Cereales de Entre Ríos y la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER destaca la importancia de estudios y análisis que profundizan en la producción avícola. Estas instituciones han desarrollado investigaciones que buscan optimizar los procesos productivos y promover el desarrollo sostenible de la industria. A través del análisis de datos y tendencias, se busca establecer un marco que permita a los productores avícolas mejorar su rendimiento y competitividad en el mercado.

En este contexto, es esencial reconocer el impacto económico que la industria avícola genera en la región, tanto en términos de creación de empleo como en el valor agregado que aporta a la economía local. Este blog se enfocará en desglosar los diferentes aspectos de la producción avícola en Entre Ríos, haciendo énfasis en el rol crucial que desempeñan el maíz y la soja dentro de este sector productivo.


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Consumo de maíz y soja en la producción de pollos parrilleros

En el contexto de la producción avícola, el consumo de maíz y soja es fundamental, ya que estos insumos son los principales componentes alimenticios en la cría de pollos parrilleros. En Entre Ríos, se estima que durante el año 2024 se utilizarán aproximadamente 250,000 toneladas de maíz y 100,000 toneladas de soja en la dieta de estas aves. Estos datos representan un aumento significativo en comparación con años anteriores, evidenciando la creciente demanda de pollos en la región.

El maíz, por su parte, aporta una fuente rica en energía, permitiendo un crecimiento rápido y eficiente de los pollos. Según las estadísticas, el costo promedio del maíz se estima en 180 dólares por tonelada, lo que implica un gasto total aproximado de 45 millones de dólares solo en maíz para la producción de pollos parrilleros. Adicionalmente, la soja, rica en proteínas, complementa la dieta de los pollos, y su valor en el mercado se aproxima a 400 dólares por tonelada. Esto conlleva a un coste total de 40 millones de dólares en insumos para soja en el mismo periodo.

El impacto del uso de maíz y soja en el costo de producción es significativo. Se estima que el alimento representa el 70% del costo total de producción de los pollos parrilleros. Así, el incremento en los precios de estos insumos repercute directamente en el valor final del producto. Si el precio del maíz y la soja se eleva, es probable que los costos de producción también aumenten, llevando a un ajuste en el precio de venta de los pollos. Esto crea un ciclo donde el consumo de estos alimentos no solo determina el crecimiento de las aves, sino también la sostenibilidad económica del sector avícola en la región.

Multiplicación del valor de los insumos en la cadena productiva

La avicultura en Entre Ríos se destaca no solo por su producción masiva de pollo y huevos, sino también por la eficiencia en el uso de insumos como el maíz y la soja. Estos cereales son fundamentales para la alimentación de aves, y su procesamiento se convierte en un componente crucial para multiplicar el valor agregado a la producción avícola. El proceso de conversión de maíz y soja en alimentos balanceados para aves no solo añade un valor significativo a los productos finales, sino que también influye en la configuración del mercado de proteínas animales en la región.

Cuando se procesan maíz y soja, la transformación de estos insumos resulta en un aumento considerable del valor económico en cada nivel de la cadena productiva. Por ejemplo, el maíz, que en su forma más básica puede tener un valor de aproximadamente $200 por tonelada, puede triplicar su valor cuando se convierte en alimento balanceado. Este enfoque no solo beneficia a los productores avícolas, sino que también contribuye a la economía local al aumentar la disponibilidad de proteína animal. Adicionalmente, la soja, al ser utilizada en la alimentación avícola, ofrece un doble beneficio: proporciona una fuente valiosa de proteína y al mismo tiempo genera subproductos que pueden ser utilizados en otras aplicaciones.

Además, se ha observado un cambio positivo en la preferencia de los productores por la integración de procesos en lugar de depender de la exportación de granos como materias primas. Este modelo integrado no solo mantiene la cadena productiva dentro del país, sino que además crea un ecosistema en el cual el valor de los insumos se multiplica, produciendo un mayor impacto social y económico. Por lo tanto, la multiplicación del valor de los insumos en la avicultura entrerriana es un factor estratégico que debe ser impulsado para garantizar un futuro sostenible y eficiente en la producción de proteína de origen avícola.

Impacto económico y social de la producción avícola

La industria avícola en la provincia de Entre Ríos juega un papel crucial en el desarrollo económico y social no solo a nivel local, sino también a nivel nacional. En términos económicos, la producción de carne aviar ha mostrado un crecimiento significativo, siendo responsable de la generación de numerosos empleos directos e indirectos. Este sector fomenta la creación de puestos de trabajo en diversas áreas, tales como la producción, el procesamiento, el transporte y la distribución, impactando positivamente en la calidad de vida de los habitantes de la región.

El desarrollo de economías regionales es otro aspecto determinante de la producción avícola en Entre Ríos. Los ingresos generados por la industria no solo benefician a los productores avícolas, sino también a los pequeños y medianos negocios locales, así como a los proveedores de insumos agrícolas, como el maíz y la soja. Este efecto multiplicador crea un entorno económico vibrante, estimulando la inversión en infraestructuras y servicios que benefician a la comunidad en general.

A nivel nacional, la carne aviar se ha consolidado como un elemento fundamental en las exportaciones argentinas. Entre Ríos se posiciona como uno de los principales productores de pollo, contribuyendo con una proporción notable al mercado global. La participación de la carne de ave en las exportaciones entrerrianas no solo resalta la competitividad de la provincia, sino que también subraya su importancia dentro del contexto económico nacional. Esta demanda internacional genera un efecto positivo en la cadena productiva, que a su vez impulsa la necesidad de aumentar la producción de insumos, alimentando la demanda de maíz y soja.

Conforme el sector avícola continúa su crecimiento, es esencial mantener una mirada hacia el futuro en términos de sostenibilidad, innovación y adaptabilidad, asegurando que pueda seguir contribuyendo a la economía en los años venideros. Sin duda, el legado de la producción avícola en Entre Ríos se traduce en beneficios tangibles y sostenibles para la comunidad y el país.

Fuente: Bolsa de Cereales de Entre Ríos

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