En 2024 Argentina incrementó sus reservas brutas

La variación anual de reservas internacionales brutas fue positiva por más de U$S 6.500 millones. El cobro neto por comercio de bienes fue el principal factor, con las cadenas agroindustriales aportando más del 81% de las divisas que ingresaron al país.
Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), durante 2024 la autoridad monetaria incrementó las reservas internacionales brutas en U$S 6.539 millones, marcando la mayor acumulación anual desde 2018. Este dato es importante, considerando que en el año previo se evidenció una caída de U$S 21.500 millones en las reservas brutas, producto de la sequía y otros factores. En este sentido, al 31 de diciembre de 2024 las reservas brutas alcanzaron US$ 29.600 millones, ubicándose en valores similares de mediados de 2023. Las reservas netas, por su parte, no lograron ubicarse en terreno positivo y finalizaron el año en torno a -U$S 2.200 millones.

1.    El aumento de las reservas brutas en 2024 se explica por un mejor resultado de las cuentas corriente y financiera

Para entender mejor estos números, resulta fundamental analizar el balance cambiario del BCRA, dado que el mismo brinda información precisa sobre cuáles fueron los ingresos y salidas de divisas que redundaron en la variación final de las reservas internacionales brutas. En primer lugar, la cuenta corriente – vinculada a las exportaciones, importaciones y pago de intereses – finalizó el año 2024 con un saldo positivo de casi U$S 1.700 millones, evidenciando una importante recuperación luego de ubicarse en terreno negativo durante el año previo. Este saldo positivo se explica en su totalidad por el superávit de exportaciones netas de bienes, que se vio contrarrestado por el déficit de la cuenta servicios y por la partida de ingreso primario.

Por su parte, la cuenta capital – vinculada a transferencias de capital y transacciones de activos no financieros no producidos – registró un saldo positivo de U$S 68 millones, el más elevado desde 2021, aunque prácticamente insignificante en términos de volumen. Finalmente, la cuenta financiera – relacionada con el ingreso/salida de capitales, cobros/pagos de deudas, dolarización, entre otros – arrojó un saldo positivo por U$S 4.300 millones, siendo el mayor de los últimos seis años y revirtiendo el saldo negativo de U$S 18.100 millones registrado en 2023.

2.    La recuperación en la liquidación de dólares del sector agroindustrial fue clave para el aumento de las reservas brutas en 2024

Realizando un análisis más detallado, se observa que gran parte de la acumulación de reservas responde a la recuperación en la liquidación de divisas del sector agroindustrial, siendo este el más dinámico en cuanto a sus exportaciones y el que más contribuye en términos de ingreso de divisas en Argentina. En este sentido, se advierte que entre enero y diciembre de 2024 el sector “Oleaginosos y Cerealeros” liquidó más de U$S 20.100 millones, lo que significó un crecimiento interanual del 25% respecto a la liquidación de 2023. Este incremento responde a una importante mejora en la producción de granos en la campaña comercial 2023/24, que registró un incremento interanual del 62%, luego de la feroz sequía que atravesó nuestro país durante la campaña previa, dejando una producción para el olvido. Se advierte que, dicho monto es el que se liquidó en el mercado oficial, ya que debido a la existencia del blend de exportación el 20% de las exportaciones ingresan vía mercado financiero.

No obstante, hay que tener en cuenta que los precios internacionales de los principales productos agroindustriales exportados por nuestro país no acompañaron durante el último año. En este sentido, el precio de exportación de la harina de soja desde los puertos del Up-River resultó, en promedio, 25% más bajo que durante 2023, en tanto el aceite de soja exhibió una caída interanual del 5%. Sumado a ello, las cotizaciones FOB de soja, maíz y trigo marcaron un descenso interanual promedio del 22%. Asimismo, cabe destacar que durante todo el año 2024 estuvo presente el blend de exportación, que permitió que todos los sectores exportadores liquiden el 20% de sus ventas al exterior al contado con liquidación (CCL) y el 80% vía Mercado Libre de Cambios (MLC). Como resultado, a pesar del incremento en la producción de granos, la liquidación neta de divisas del sector “Oleaginosos y cerealeros” se ubicó 25% por detrás del promedio de los últimos 5 años.

Teniendo en cuenta la liquidación de dólares por comercio de bienes por sectores, se advierte que los vinculados al sector agroindustrial (esto es, la suma del sector “Oleaginosos y cerealeros”, “Agricultura, ganadería y otros” y “Alimentos, bebidas y tabaco”) aportaron más del 81% de las divisas que ingresaron al país por exportaciones de bienes en 2024. En términos netos, este sector liquidó más de U$S 30.600 millones en 2024, evidenciando un crecimiento interanual del 21%. Se destaca asimismo el aporte del sector “Petróleo”, que registró un extraordinario incremento interanual del 121%, liquidando un total neto de U$S 3.600 millones en 2024 y siendo responsable del 10% de la liquidación de divisas que ingresaron a través del intercambio comercial de bienes. Finalmente, los sectores de “Minería” y “Gas” dieron cuenta del 9% restantes del total de liquidación de divisas por exportaciones, aportando en conjunto más de U$S 3.400 millones.

Por el contrario, entre las ramas de actividad con saldos deficitarios, se destaca la industria, que aumentó su déficit en U$S 800 millones y registró un aporte negativo de U$S 5.200 millones en 2024. El sector “Comercio” también anotó déficit por U$S 3.100 millones, aunque se mantuvo prácticamente estable respecto al año anterior. Por último, resulta importante mencionar que el sector de la industria automotriz, que en 2023 había marcado un leve saldo positivo en la liquidación de divisas por exportaciones netas, exhibió un elevado déficit de más de U$S 3.000 millones en 2024.

En total, el BCRA registró cobros – netos de pagos – de comercio de bienes por casi U$S 18.700 millones en todo el año 2024, excediendo el resultado del año pasado y siendo uno de los saldos más elevados de los que se tiene registro, únicamente superado en 2019, 2022 y 2008. A pesar de ello, la autoridad monetaria pudo retener únicamente un tercio de los dólares que entraron netos por el comercio de bienes.

La explicación a este fenómeno se halla, por un lado, en el desequilibrio de la cuenta de servicios, la cual se encuentra principalmente afectada por los viajes al exterior y los pagos con tarjeta de crédito. No obstante, esta salida de divisas se ve limitada por un tipo de cambio financiero inferior al denominado “dólar tarjeta”, quitando incentivos a pagar los saldos de las tarjetas de crédito en pesos para pagar directamente con dólares propios. Aun así, el saldo de la cuenta servicios en 2024 resultó negativo por un valor de casi U$S 4.900 millones, aunque cabe destacar en el promedio de los últimos 10 años este saldo se ubicó en -U$S 7.100 millones.

Se evidenció asimismo un elevado déficit en el ingreso primario, que registró un saldo negativo por U$S 12.100 millones, el segundo registro más deficitario desde 2003. En el ingreso primario se computan todos los ingresos y pagos por intereses/rentas por la contribución al proceso de producción, suministro de activos financieros y de recursos naturales. En lo que respecta al último año, si bien los ingresos por intereses crecieron y fueron los más altos desde el año 2019, los egresos crecieron en una mayor magnitud y se alcanzó la tercera mayor salida de dólares por pagos en este concepto desde al menos el año 2003, en lo que se destaca un pago récord de intereses al FMI y otros organismos internacionales. Al mismo tiempo, crecieron fuertemente los egresos por “otros pagos del Gobierno Nacional”, donde se incluyen los intereses de la deuda reestructurada por el gobierno en 2020 con acreedores privados, mientras que el pago de rentas por “otros pagos de intereses” se mantuvo prácticamente sin cambios. Si bien puede considerarse una buena señal que el Banco Central haga frente a las obligaciones en dólares por pago de intereses, esto termina socavando los esfuerzos por incrementar las reservas internacionales netas que no lograron consolidarse en terreno positivo durante el año 2024.

Como resultado, si bien la cuenta corriente resultó positiva por U$S 1.700 millones, quedó muy alejada del superávit del saldo de exportaciones netas de bienes. Asimismo, un dato a destacar es que este resultado anual positivo de la cuenta corriente cambiaria surge de un superávit en los primeros cinco meses del año, en tanto a partir de junio esta se tornó negativa debido al deterioro en el saldo de la cuenta de exportación neta de bienes, que disminuyó mes a mes hasta tornarse negativa en diciembre. Esto responde principalmente a la normalización en los pagos de importaciones que ha incrementado la salida de divisas, a pesar de que la balanza comercial se mantuvo superavitaria durante todo el 2024.


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3.    La cuenta financiera fue positiva y reforzó el balance cambiario, pero la inversión extranjera sigue siendo limitada

Finalmente, la acumulación neta anual de divisas se vio favorecida por el resultado de la cuenta financiera, que fue positiva en U$S 4.300 millones. Por un lado, este resultado responde a un incremento de la deuda por mayores préstamos financieros, títulos y líneas de crédito (U$S 5.500 millones) y un saldo positivo récord de la cuenta de formación de activos externos del sector privado no financiero (U$S 2.300 millones) y de la cuenta de otros movimientos netos (U$S 12.200 millones). Por otro lado, dicho ingreso de dólares se vio principalmente contrarrestado por la salida de divisas debido a la formación de activos externos del sector financiero (-U$S 5.300 millones), las operaciones de canje por transferencias al exterior (-U$S 5.900 millones) y los egresos por devolución de préstamos bilaterales y de organismos internacionales (-U$S 2.000 millones). Con relación a la cuenta financiera, un punto a destacar es que el saldo neto de inversión extranjera directa, esto es, el ingreso de dólares por inversiones de capital físico fue de apenas U$S 89 millones, el más bajo desde al menos 2003, en tanto las inversiones financieras resultaron negativas por U$S 77 millones.

Fuente: Belén Maldonado – Bruno Ferrari – Julio Calzada  BCR

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