Un equipo de investigación del INTA Paraná, ubicado en Entre Ríos, ha presentado dos nuevas variedades de soja convencionales: INTA Paraná 5100 e INTA Paraná 6301. Estos cultivares destacan por su alto contenido de proteína y materia grasa, características esenciales para la producción de alimentos de excelente calidad nutricional. El desarrollo de estas variedades no solo responde a una tendencia creciente de semillas no modificadas genéticamente, sino también a la necesidad del mercado por productos que cumplan con altos estándares de salud y nutrición.
Te puede interesar
- Pronóstico de lluvias hasta el 25 de noviembre
-
La reforma tributaria que impulsa el gobierno incluiría la baja de retenciones
-
Toto Caputo se burló de un productor que le pidió que bajaran las retenciones
-
Recuperación de ventas en maquinaria agrícola: octubre muestra signos positivos
-
Argentina es el tercer exportador neto de alimentos a nivel mundial
Rendimiento y adaptabilidad
El investigador Ignacio Vicentín mencionó que INTA Paraná 5100 ha alcanzado un rendimiento promedio significativo de 3951 kilogramos por hectárea durante varios ciclos agrícolas, mientras que INTA Paraná 6301 ha mostrado un rendimiento superior de hasta 4106 kilogramos por hectárea. Ambas variedades demuestran un buen comportamiento sanitario y fenológico, adaptándose eficazmente a las condiciones de las regiones sojeras del centro y sur de Entre Ríos.
Beneficios de los nuevos cultivares
En cuanto a su composición, INTA Paraná 5100 ofrece un 42.9% de proteína y un 21.4% de materia grasa en base seca, además de ser resistente a enfermedades clave. Por su parte, INTA Paraná 6301, con un 38.2% de proteína y un 23.2% de materia grasa, muestra resistencia moderada a varias enfermedades, lo que la convierte en una opción viable para la industria alimentaria. La falta de modificaciones genéticas en estas variedades responde a la creciente demanda de productos no transgénicos, lo que puede resultar en un sobreprecio favorable en el mercado.