La baja o quita de retenciones puede esperar dijeron algunos CEOS del agro

Juan Farinati - CEO de Bayer

La baja o quita de retenciones puede esperar dijeron algunos CEOS del agro

Apoyo de los CEOS al rumbo económico

Los líderes del sector agroindustrial en Argentina han expresado un claro respaldo al plan económico implementado por el gobierno de Javier Milei. Este apoyo es fundamental, ya que estos ejecutivos consideran que alcanzar un superávit fiscal es un paso crucial hacia la normalización y estabilidad de la economía del país. La reducción del déficit fiscal no solo es vista como un objetivo financiero, sino como una condición esencial para fomentar un ambiente de inversión que impulse el crecimiento económico y la competitividad del sector agroindustrial, un área vital para la economía nacional.

Durante diversos encuentros y declaraciones a los medios, los CEOs han enfatizado la necesidad de previsibilidad en la política económica. Según los ejecutivos, un entorno predecible es positivo no solo para las empresas actuales, sino también para atraer nuevas inversiones. La incertidumbre económica puede desincentivar a los inversores, por lo que la implementación rigurosa del plan económico es vista como un paso hacia la creación de confianza en el mercado. Asimismo, han señalado que cumplir con los objetivos fiscales contribuirá a mejorar el posicionamiento del país en el contexto global, donde la competitividad es esencial para el crecimiento del sector agroindustrial.

Éste es un momento sensible que requiere un debate adulto sobre la cuestión de las retenciones. Aunque los CEOs entienden que las retenciones son un tema controvertido, sostienen que cualquier decisión relacionada debe ser informada y estratégica, enfocándose en el bienestar del sector y de la economía en su conjunto. La balanza entre las necesidades fiscales del gobierno y el crecimiento sostenido del agro es compleja, y por ello, cada postulación debe ser examinada críticamente, buscando siempre el equilibrio que favorezca al país.


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Perspectivas sobre el cepo cambiario y tipo de cambio

El actual cepo cambiario que afecta a la economía argentina ha suscitado diversas opiniones entre los líderes del sector agroindustrial. Este sistema de restricciones en el acceso a divisas ha creado un ambiente de incertidumbre que repercute en la competitividad del país. Muchos CEOs argumentan que, si bien el tipo de cambio es un factor importante, no debe convertirse en el único eje de análisis a la hora de contemplar la competitividad del sector. El enfoque, refieren, debería estar en la simplificación impositiva y la mejora de la infraestructura agrícola.

Juan Farinati – CEO de Bayer

Varios líderes empresariales del agro indican que la eliminación gradual del cepo cambiario daría lugar a un mercado más dinámico, permitiendo a los agricultores y productores acceder a divisas de forma más flexible. Sin embargo, también enfatizan que esta no es la solución única ante los desafíos que enfrentan. Un sistema cambiario más libre podría mejorar la rentabilidad de los exportadores, pero no sustituye la necesidad de políticas fiscales que favorezcan el crecimiento y la inversión. Las tasas impositivas actuales, unidas a la burocracia existente, tienden a desincentivar a los productores locales, afectando su capacidad de competir en mercados internacionales.

Adicionalmente, los CEOs coinciden en que la infraestructura es un aspecto crítico que debe abordarse para mejorar la competitividad del sector agroindustrial. La ineficiencia en el transporte y la logística representa un desafío significativo, incrementando los costos de producción y reduciendo márgenes de ganancia. Al priorizar la inversión en infraestructura y reducir la carga impositiva, Argentina podría proporcionarse un entorno más favorable para el crecimiento del sector agrícola, independientemente de las fluctuaciones del tipo de cambio. La comunidad empresarial aspira a un enfoque integral que potencie la competitividad a largo plazo.

El potencial del sector agroindustrial

El sector agroindustrial argentino desempeña un papel crucial en la economía nacional, representando una proporción significativa del Producto Interno Bruto (PIB) y de las exportaciones del país. Sin embargo, diversos CEOS del campo sostienen que aún hay mucho recorrido por delante para optimizar y diversificar el potencial de esta industria. En su evaluación, destacan que la agroindustria puede ir más allá de ser meramente productora de alimentos, abriendo la puerta a nuevas oportunidades y mercados.

Una de las áreas con mayor proyección es la producción de biocombustibles, que representa una alternativa viable y desarrollable en el contexto contemporáneo. Los CEOS creen que Argentina, con sus vastos recursos naturales, está en condiciones de convertirse en un líder mundial en este ámbito. Esta transición no solo permitiría diversificar la oferta agroindustrial, sino que también posicionaría al país como un actor clave en la lucha contra el cambio climático al ofrecer combustibles más sostenibles.

Además de los biocombustibles, la incorporación de tecnología en el agro es un punto clave que se debe fortalecer. La digitalización y la innovación tecnológica pueden transformar procesos tradicionales, mejorando la eficiencia y aumentar la capacidad de producción. Las soluciones tecnológicas, desde sistemas de gestión digital hasta herramientas de análisis de datos, pueden ayudar a los productores a tomar decisiones más informadas y estratégicas, adaptándose rápidamente a las demandas del mercado.

La diversificación hacia otras oportunidades también incluye la agroindustria vinculada a productos no alimenticios, como fibras y materias primas para la biotecnología. En este sentido, los CEOS afirman que el enfoque en competitividad permitirá al sector agroindustrial no solo consolidar su posición en el mercado interno, sino también expandirse a nivel internacional, maximizando así su impacto en el desarrollo económico del país.

Desafíos operativos y logística en el sector

Los CEO del sector agroindustrial han señalado que uno de los principales obstáculos para aumentar la producción y mejorar la competitividad radica en las deficiencias de infraestructura y logística. En este contexto, es fundamental abordar los problemas existentes en la infraestructura vial y ferroviaria, que son esenciales para el transporte eficiente de productos agrícolas. La falta de caminos adecuados y rutas ferroviarias ineficientes puede resultar en costos elevados y retrasos en la entrega, afectando negativamente la capacidad de los productores para competir en el mercado global.

La infraestructura vial, a menudo deteriorada, limita el acceso a los mercados y puede dificultar a los agricultores trasladar sus productos desde las zonas rurales hasta los puntos de venta. Asimismo, las deficiencias en la red ferroviaria perpetúan la dependencia del transporte por carretera, que suele ser más costoso y menos sostenible. Esta situación requiere la atención urgente de los actores involucrados en el desarrollo de políticas públicas y de los sectores privados, que deben colaborar para invertir en mejoras de infraestructura. La colaboración público-privada se presenta como una estrategia clave para abordar estas necesidades y mejorar la eficiencia operativa en el sector agroindustrial.

Además, la optimización de las cadenas de suministro es esencial para reducir costos y asegurar la entrega oportuna de productos. Invertir en tecnologías que mejoren la logística, como herramientas para la gestión de inventarios y seguimiento de cargas, puede facilitar la toma de decisiones y permitir un enfoque más estratégico en las operaciones. Por lo tanto, es imperativo que los CEO y otros líderes del sector continúen abogando por una integración más efectiva de la infraestructura y la logística, lo que permitirá incrementar la producción y fortalecer la competitividad del sector agroindustrial.

En el encuentro, también estuvieron Hernán Busch (líder de la división Agro del Banco Galicia), Juan Lariguet (presidente de Corteva), Federico Lufft (vicepresidente de Milicic), Luis Colmegna (gerente general de Lartitirigoyen), Marcos Sabelli (CEO de Profertil), Ricardo Yapur (presidente de Rizobacter), Marcos Bradley (director regional Latam de Syngenta) y Gustavo Armendáriz (director de Tempra).

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