Los increíbles detalles de la detención del “Estanciero Narco”

En el procesamiento a Leonardo Airaldi y otras 17 personas se apunta con evidencia basada fundamentalmente en escuchas telefónicas aquello que se viene sospechando desde hace mucho tiempo acerca del productor agropecuario de Diamante. Se le acusa de distribución de drogas, circulación de dinero a través de sociedades y fideicomisos, y de utilizar sus islas y campos como base de operaciones y pistas de aterrizaje de narcos de Rosario. Además, se ha descubierto una fluida relación con muchos policías, sobre todo de puestos camineros.

Las acusaciones y la falta de droga en los allanamientos

En los allanamientos realizados, no se encontró droga en cantidades que consoliden la acusación, lo que ha desencadenado una ardua batalla de interpretaciones sobre las conversaciones registradas en las interceptaciones telefónicas. La resolución del juez federal de Paraná, Leandro Ríos, señala que los involucrados se habrían dedicado al tráfico de marihuana y cocaína, asignándoles distintas funciones como “provisión, organización, distribución, logística de transporte terrestre, aprovisionamiento, almacenamiento, fraccionamiento, abastecimiento y venta a consumidores y a otras bandas de Diamante y Paraná”. Todo esto, facilitado por las condiciones inhóspitas de las islas y por sus aceitados contactos con numerosos policías que le liberaban las rutas y le permitían manejarse con absoluta impunidad.

El jefe y los indicios sobre posibles pistas de aterrizaje

La causa comenzó en 2019 con Prefectura Naval Argentina y luego, en 2022, quedó a cargo de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Entre Ríos, que empezó a investigar a Airaldi por tenencia de armas y municiones. Hubo algunos procedimientos por esto y luego surgieron indicios de drogas, por lo que continuaron por esa línea de investigación. Airaldi está acusado como organizador y financiador de las actividades de narcotráfico, así como de dar instrucciones a los demás implicados. Hablaba frecuentemente con su principal colaborador, Armando Balcaza, puestero y encargado de actividades en islas y campos. Según la justicia, Balcaza manejaba todo en los campos en relación a las actividades que se desplegaban en esas propiedades, así como la relación con personas que llegaban a esos campos para, presuntamente, utilizarlos para maniobras de narcotráfico. Balcaza también es empleado del frigorífico Alberdi de Oro Verde.

En una escucha telefónica, Airaldi le pedía a Balcaza que dejara un tramo de campo limpio, lo que podría deducirse que sería una pista de aterrizaje clandestina de avionetas. El productor le pedía que no dejara los caballos a pastar mucho tiempo en ese lugar y que, si llovía, no los dejara pisar ese territorio. Airaldi le decía que esa parte del campo era solamente para “hacer yerba”, un término que no existe en la jerga del campo. Según los vecinos de los campos e islas, han visto avionetas que descendían y por la noche camionetas que salían cargadas. Se ha realizado un avistaje por Google Maps y se ha señalado el lugar donde podría descender una aeronave, siempre según las indicaciones de los vecinos que conocen el terreno, pero que no quisieron ir hasta el lugar por temor.


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El distribuidor y los términos codificados

Carlos Schumacher es quien está acusado como el distribuidor o revendedor de la droga que le proveía Airaldi en la ciudad de Paraná. En dos escuchas telefónicas, el productor le hablaba de “novillos”, lo que la justicia sospecha que se refiere a droga. La utilización de términos codificados es común en los círculos del narcotráfico para evitar ser detectados por las autoridades, utilizando este término como código para referirse a las sustancias ilícitas.

AIRALDI: Hay que acostumbrarse a que, este tipo de negocios de carne, digamos, lo que vos siempre tenés que intentar es hacerlo durante la mañana, siempre, porque ahí no se cometen errores y la visualidad para que el animal no se escape es lo mejor ¿sabes? Yo después te voy a explicar personalmente, yo en un rato eh busco el novillito y me voy para allá y te lo alcanzo.

SCHUMACHER: bueno dale, listo, dale.

AIRALDI: Vos fijate si podés hablar con este muchacho y una vez que yo este allá vos lo testeás bien al novillo y yo me quedo por ahí no hay drama, me quedo ahí tomando un café, de paso yo tengo que hacer muchas llamadas por teléfono en la, por ejemplo en la YPF de Colonia.

(…)

AIRALDI: Lo bueno es que la calidad del novillo nuestro es siempre la misma, como nosotros criamos directamente de ternero, tenemos la vaca, tenemos ternero y después ya hacemos la invernada y el engorde

SCHUMACHER: qué lindo (ríe),

En otra conversación, ambos hablan de “carne”, acerca de cómo conservarla:

AIRALDI: La carne, cuando la pican para hacer chorizo y le agregan muchos condimentos viste lo que hace es que no se humedezca y que no pase eso son los condimentos, donde la carne más pura es, más rápido se humedece. Por eso vos siempre tenés que tenerla bien cerrada. Y después lo otro, cuando tienen muchísima pureza, vos calculá que agarrás la carne y la cocinás y lo que te queda es solamente la carne. Todos los condimentos no te quedan, entonces, es una bomba ¿me entendés?

SCHUMACHER: claro, sí sí sí.

AIRALDI: Es que la gente que, por ejemplo, la usa para cuando fuma cigarrillo, esas cosas, les recontra conviene porque les sacan mucho más. Tenés que mantenerla en lugares bien secos, en lugares cerrados, bien cerraditos. Vos fíjate que esa carne puede estar años, si esa carne nomás tiene que haber tenido, no menos, para que vos te des una idea, de ocho meses de estacionamiento bajo tierra, seis meses, por ahí ¿me entendés?

La Colaboración de Tania Gisel Kranevitter

Tania Gisel Kranevitter, expareja de Airaldi, está acusada de colaborar con él en sus actividades delictivas. Se le pedía que pusiera su nombre en sociedades, fideicomisos y bienes, especialmente vehículos. Además, recibía instrucciones para realizar transferencias a través de cuentas bancarias, que supuestamente eran pagos relacionados con el negocio ilegal.

En su declaración, Kranevitter manifestó su deseo de desvincularse lo antes posible de las empresas y bienes, debido a los problemas que le ocasionaban y para proteger su trabajo en la empresa familiar. En conversaciones telefónicas con Balcaza, se evidencia que ambos sospechaban de las actividades ilícitas de Airaldi, sobre todo cuando este tenía movimientos de dinero a pesar de las dificultades en sus actividades productivas.

Aparecen también los conflictos que Airaldi generaba a su familia y entorno, debido a su personalidad y temperamento complicado.

Los Vínculos con el Narcotráfico de Rosario

La sombra del narcotráfico en Rosario vuelve a hacerse presente. Se menciona a hombres de esta ciudad operando en las islas de Airaldi, así como los viajes de colaboradores para llevar, traer o cobrar. También se mencionan los vínculos que el productor estableció cuando estuvo preso en 2022 en la cárcel de Piñeiro.

Después de su liberación, Airaldi recibió una llamada de una persona identificada como “el amigo”, con quien conversó sobre asuntos internos de la prisión de Piñeiro. Airaldi comentó que había sido tratado bien y que alguien a quien se refiere como “el padre” le había pedido que fuera a su pabellón para brindarle protección.

Además, Balcaza mencionó en una conversación que personas de Rosario habían llegado al campo para realizar tareas no especificadas, pero que Airaldi les había ordenado que llevaran a cabo estas actividades en la isla “El Pillo” y no en el campo, debido a la alta vigilancia en este último.

Otro dato relevante es que Airaldi envió a Balcaza a buscar dólares a una estación de servicio de Rosario, supuestamente para comprar animales, por una suma de 600.000 dólares.

Los Vínculos con la Policía y Prefectura

El juez Leandro Ríos sostiene en el procesamiento que Airaldi mantenía contactos y vínculos de extrema confianza con distintos funcionarios policiales, lo que le permitía ingresar estupefacientes por diferentes puntos de control, como el puesto caminero Túnel, el puente Rosario-Victoria y el cruce Diamante. Esto optimizaba el funcionamiento de su organización y les permitía mantener un flujo constante de distribución, evitando tener grandes cantidades de droga almacenada y reduciendo así el riesgo de ser interceptados.

Entre los contactos de Airaldi se encontraban funcionarios policiales de diferentes rangos, tanto en actividad como retirados. Mantenía un contacto frecuente con integrantes de los puestos camineros, especialmente de Diamante y Victoria, a quienes les pedía que permitieran el paso de determinados vehículos. También se encontraban varios números telefónicos pertenecientes a efectivos del área de delitos rurales. En total, se identificaron 43 contactos, la mayoría pertenecientes a la Policía de Entre Ríos y varios más de la Prefectura Naval Argentina, tanto de la zona de Diamante como de Puerto Gaboto.

Actualmente, se ha abierto la etapa de las apelaciones, en las cuales los abogados defensores están trabajando en escritos que critican las interpretaciones realizadas en la resolución judicial y señalan la falta de evidencias, ya que durante los allanamientos no se encontró droga en cantidades significativas.

Los 18 procesados y los roles imputados

Leonardo Roberto Airaldi, de 41 años, productor agropecuario: organizador.

Jimena Irupé Burne, de 25 años: colaboradora.

Armando Marcelo Balcaza, de 30 años, peón de campo y empleado en el frigorífico Alberdi: administrador, asistente, colaborador.

Sebastián Agustín Armocida, de 41 años, empleado público de Diamante: asistente, colaborador.

Juan Andrés Erbes, Mono, de 37 años, comerciante,- (socio, logística de comercialización en Bar Mandela

Roberto Fabián Coronel, de 50 años, Policía de la provincia de Entre Ríos, con el grado de Sargento, actualmente con licencia psiquiátrica desde enero de este año: administrador, asistente, colaborador, logística en seguridad.

Tanya Gisel Kranevitter, de 34 años, empleada administrativa: administradora, asistente, colaboradora.

Marino Martínez, de 35 años, empleado gastronómico: vendedor, delivery, transporte.

Joel Damián Schonfeld, de 41 años: vendedor, fraccionador, asistente.

María Soledad Cáceres, de 44 años: administradora, colaboradora, asistente, almacenadora, vendedor.

Emanuel Enrique Cuello, “Coti”, 41 años, empleado de la Municipalidad de Diamante: vendedor, asistente, transporte.

Cristian Emanuel Sánchez, “Poroto”, de 31 años, empleado de comercio: vendedor, delivery.

Walter Gonzalo Olivero, “Bocha”, de 48 años, empleado del Ministerio de Seguridad de Santa Fe y Sub Oficial de la Policía de Santa Fe: vendedor, transporte, asistente.

Marcelo Nazareth Larrosa, “Emo”, de 37 años, gastronómico: vendedor.

Melanie Nicole Erbes, de 22 años, manicurista: vendedora.

Carlos David Schumacher, “Cali”, de 32 años, pintor: vendedor, proveedor, transportador.

Keila Elizabeth Ramos Luto, de 29 años: vendedora.

José Nicolás Godoy, de 35 años, empleado de campo: asistente, resguardador, transporte.

Fuente: Análisis

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