SOJA
Según la Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB) la producción brasileña de soja alcanzaría los 146,8 millones de toneladas en esta campaña 2023/24, ajustando en un 1,7% el volumen estimado respecto al relevamiento de febrero (149,4 Mt) y, en comparación al ciclo previo, la producción disminuiría un 5% respecto el récord histórico de 154,6 millones de toneladas. Mientras que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en su última publicación del informe mundial de estimaciones de oferta y demanda (WASDE por sus siglas en inglés) correspondiente a marzo, estimó una producción de soja para Brasil que rondaría los 155 millones de toneladas, reduciendo en un 0,64% su estimación de febrero (156 Mt).
En Argentina, la producción de soja rondaría los 50 millones de toneladas durante la presente campaña, en base a la estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario. Por su parte, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires al 14 de marzo, un 84% de la soja se encuentra en condiciones normales a buenas (durante la campaña pasada este porcentaje su ubicaba en el 25%). Mientras que el 77% de los lotes presentan una condición hídrica entre adecuada a óptima (en comparación al 30% observado durante el ciclo 2022/23).
Desde el punto de vista productivo, a pesar de los sucesivos recortes en la producción brasileña de soja (en lo que va del año ha disminuido un 9,5% respecto los 162,4 Mt proyectados en noviembre del año anterior) el actual volumen posicionaría al presente ciclo como el segundo de mayor producción a nivel histórico para el país. Además, la diferencia entre la estimación de la CONAB y el USDA, no agrega condimento alguno. Esto debido a que Argentina, sin lugar a duda tendrá una mayor producción respecto a la obtenida la campaña previa y, al momento, se materializa en 30 millones de toneladas adicionales, las cuales más que compensan las diferencias entre los organismos anteriormente mencionados. Por último, los principales países productores del Mercosur obtendrían en conjunto, una producción récord, por lo tanto en Sudamérica hay oferta.
Como principal actor por el lado de la demanda se encuentra a China, cuyas importaciones representan aproximadamente el 88% de la comercialización de soja a nivel mundial. Para los años 2024 y 2025 se prevé una desaceleración en su crecimiento y, además se suman los inconvenientes que está experimentando su mercado inmobiliario. En conjunto, se vuelve un dato no menor al momento de pensar en qué precios se podrían observar en el mercado.
Mientras tanto, Brasil se ha convertido en el proveedor predilecto por la potencia asiática, relegando en el último tiempo a Estados Unidos. Esta situación no representa inconveniente alguno para Brasil ya que el mismo viene de obtener la mayor producción de su historia, mientras que para Estados Unidos si bien podría tener implicancias por el lado comercial, la menor demanda China genera menor presión sobre los stock estadounidense mientras se espera por la mercadería sudamericana, no agregando mayor preocupaciones en Chicago.
MAÍZ
A partir de este momento, el mercado climático con el que se desarrolle el ciclo del safrinha será una variable para analizar por el mercado. Según el Instituto Nacional de Meteorología (INMET) para los próximos tres meses, se esperan lluvias por debajo de la media en algunas regiones, incluida la región centro-este (compuesta por los estados de Mato Grosso, Mato Grosso du Sul y Goiás). En cuanto a las temperaturas, se esperan que las mismas se ubiquen por encima de la media de cara a los próximos tres meses en gran parte del territorio brasileño.
Al analizar la cotización del cereal en Chicago, se observa una corrección al alza en su precio luego de varias semanas de rally bajista. Simultáneamente, los fondos especulativos han desarmado algunas de sus posiciones vendidas netas, aunque continúan posicionados en dicho terreno.