Campaña en jaque: La devaluación afecta al mercado de insumos para el campo y se vende a cuenta gotas

La devaluación dispuesta por el Gobierno ya está afectando el normal desarrollo del mercado de insumos agropecuarios.

Esto sucede a menos de un mes que comience la siembra de granos gruesos que comenzará con maíz, en septiembre y soja, desde octubre. Se observa una “reticencia” de proveedores a vender, por el temor a cambios normativos.

Y por otra parte, la falta de lluvias que incide en varias regiones, demora la compra de fertilizantes y otros insumos por parte de los productores. A ambos inconvenientes se suma la falta de fluidez en la aprobación de importaciones.

Amenaza. Diego Napolitano, prosecretario de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba) dijo que “se siente en el ambiente una amenaza latente de cerrar la comercialización hasta que haya algo más de claridad sobre las medidas”. Explicó que hasta el martes, la mayoría de las empresas recibían pagos tomando el nuevo valor del dólar oficial y con algunos negocios pesificados, esperando que se definan las nuevas tasas. Y agregó que las empresas muestran una actitud más “reticente” frente a la venta de insumos, comportándose con “cautela”.

Napolitano explicó: “Es como si hubiésemos evolucionado. Ahora se analiza operación por operación, a diferencia de antes, que las negociaciones fluían con facilidad. El cliente realizaba un pedido y se despachaba sin ningún inconveniente, pero ahora las ventas ocurren en cuentagotas, siempre con la amenaza latente de tener que cerrarlas porque no se sabe si se va a poder reponer productos”.

Además, señaló que “la demanda no está traccionando la oferta como debería” por la situación climática. Si mejoraran esas condiciones, la actividad tendría problemas, ya que las compañías no tienen acceso a todas las Siras (autorizaciones) para importar que necesitan, para abastecer al mercado.

Solo consultas. El CEO de una compañía de insumos, citado por el diario La Nación a quien no identificó, indicó que, desde el 10 de agosto, se observa algo más de movimiento en el mercado, con consultas, pero con menor velocidad respecto de otras campañas.


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“En años anteriores, en este mismo periodo, ya se habían comprometido para la adquisición de insumos, semillas y fertilizantes. Sin embargo, este año toman sus decisiones de acuerdo a las necesidades que tienen”, dijo el empresario sobre la actitud de compra de los productores.

Tal situación podría traer problemas en el abastecimiento, ya que como los productores no tomaron compromisos de compras adelantadas, las empresas proveedoras importaron insumos al ritmo de campañas anteriores.

Más de la mitad. Según explicó faltarían más de la mitad de los insumos necesarios para la nueva siembra. “Estas incertidumbres y restricciones hacen dudar que pueda haber un abastecimiento normal; podrían surgir complicaciones en ciertos productos en particular”, advirtió la fuente.

Y agregó: “Hay ciertas incertidumbres que pueden surgir debido a la devaluación y la restricción en las importaciones. Podrían surgir problemas en el abastecimiento, si los pagos al exterior y las habilitaciones de ingreso no se agilizan, sobre todo en relación con las semillas”, insistió.

En tanto, Jeremías Battistoni, analista de AZ-Group, advirtió que “con el escenario actual de precios, las relaciones entre insumos y productos (cuánto grano necesita vender un productor para adquirir un determinado insumo) vuelven a estar negativas para los principales granos, esto es soja, maíz y el girasol. En tanto, el trigo muestra todavía algunos beneficios contra los fertilizantes y el glifosato. Teniendo una reacción un poco más lenta, muestra ciertas oportunidades para la compra”.

Relaciones. Respecto de la relación insumo-producto a cosecha, según la variación de los últimos 3 años, en el caso de la urea-maíz y el fertilizante fosfatado-maíz hoy está un 22% desfavorable. Esto significa que se necesita ese porcentaje más del cereal para comprar una tonelada del fertilizante.

En tanto, en soja, hace falta un 11% más para urea y 10% más para fosfato diamónico. Battistoni afirmó que la fuerte devaluación del tipo de cambio oficial impactará no solamente en los precios de los granos, sino también en los insumos.

En cuanto al mercado de fertilizantes, Battistoni explicó: “Hemos atravesado todo un mes de julio y principios de agosto con subas en los precios internacionales, pero también con fuertes distorsiones en el mercado interno por la sucesión de rumores y las condiciones para la importación”.

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