La Asociación de Granos de Ucrania alertó sobre “millones de hectáreas de tierras agrícolas” que se perderán en ese país, como consecuencia de la explosión de una represa, en una zona donde existen grandes extensiones de cultivos y que está bajo el dominio ruso, y su impacto en el mercado mundial agrícola.
Ucrania es uno de los mayores productores y exportadores mundiales de trigo, maíz y girasol, y sus tierras están entre las más fértiles del mundo, siendo su producción clave para los países más pobres de África y Medio Oriente que importan buena parte de los alimentos que consumen sus poblaciones
“Rusia voló la represa Kakhovka en Ucrania, en el río Dnipro. Es un acto terrorista a escala internacional. Millones de hectáreas de tierras agrícolas ucranianas se verán afectadas. Como resultado, el mercado mundial no obtendrá millones de toneladas de grano inmediatamente este año”, advirtió la entidad ucraniana a través de la red social Twitter.
Russia blew up the Kakhovka dam in Ukraine on the Dnipro river. It’s a terrorist act on an international scale. Millions of hectares of Ukrainian farmland will be affected. As a result world market won’t get millions tons of grain immediately this year. pic.twitter.com/EH1HoNZzmI
— Ukrainian Grain Association (@UkrGrain) June 6, 2023
Cruces. Es un hecho más dentro de la escalada de violencia de la guerra que, desde hace más de un año, sostienen Rusia y Ucrania. Respecto de este suceso, hay acusaciones cruzadas. Como la zona donde ocurrió la explosión está controlada por Moscú, Ucrania asegura que el muro de la represa fue volado por Rusia de forma intencional y que eso significará un desastre ecológico, con la muerte también de miles de animales, además de problemas para los centenares de miles de habitantes que viven cerca del cauce del río Dnipro. Al mismo tiempo, Rusia sostiene que la rotura del muro es consecuencia de una avanzada militar de Ucrania para recuperar estas tierras perdidas.
En tanto, el Centro Mundial de Datos para Geoinformática y Desarrollo Sostenible, una ONG ucraniana, estimó que casi 100 poblados y ciudades quedarían anegados y calculó que el nivel del agua no comenzaría a bajar hasta los próximos 5 a 7 días.
La situación constituye, además, un riesgo ambiental grave, ya que la explosión de la represa podría poner en riesgo el flujo de agua necesario para enfriar la mayor central nuclear de Europa, ubicada en la ciudad de Zaporiyia, en territorio ucraniano controlado por Moscú.