Inseguridad: Tirotearon a un productor agropecuario, mientras trabajaba con su tractor

El hecho se produjo cuando estaba cortando un lote de alfalfa y recibió un disparo en la cabina del equipo. Augusto Bruno, el agricultor damnificado estaba finalizando el corte de un lote de alfalfa a bordo de su tractor. Sintió un ruido en la parte inferior del rodado y bajó del vehículo. “Al revisar, lamentablemente veo que había agarrado a un perro entre la alfalfa de más de medio metro de alto, uno de los tantos que hay dando vueltas dentro del campo junto a chanchos, patos, gansos, gallinas, etc. de dueños no identificados”, explicó.

Seguidamente, un disparo calibre 22 impactó y destruyó el vidrio templado lateral de siete milímetros del tractor. Según contó Bruno, de casualidad no estaba a bordo su hermano u otro colaborador en la cabina baleada.

“El disparo provino desde escasos metros, donde la llamada Villa Chaqueña sobrevive sobre las vías del ex ramal Sur de nuestra otrora Perla del Oeste, de la que los políticos sienten orgullo creando barrios que no son tales”, expresaron desde la agrupación Productores Unidos de Rafaela (PUR).

Asentamiento. Explicaron que por Ordenanza 4886 de hace unos seis años la Municipalidad de Rafaela se comprometió a reubicar el asentamiento ilegal y presentar proyecto de acción y financiamiento en un plazo de 18 meses. “Y allí siguen años después más de cien personas en alrededor de 20 improvisadas construcciones y otras más elaboradas (incluso una de dos plantas)”.

La entidad señalo que se trata de “un asentamiento al que llevan servicios de manera paupérrima pero no dignidad (recolección esporádica de basura, aprovisionamiento de agua y hasta iluminación con pantalla solar provista por un particular). Todo sobre tierras usurpadas al Estado al que supuestamente dicen representar y defender. Nada de condiciones adecuadas para estas personas acompañándolas a terrenos legales obtenidos fruto de su trabajo y con el guiar de los organismos competentes. Dádivas para esconderlos en el periurbano entre matorrales sin hacerse cargo del problema”, acusaron.

Según PUR, luego del hecho delictivo apareció la consabida burocracia e inacción. Relataron que “ante el reclamo telefónico tomó presencia, a su tiempo, un móvil policial. Y su único encargado le solicitó al productor que hiciera la denuncia de manera presencial en la Comisaría 13. No pudiendo abandonar su herramienta de trabajo a cinco metros de donde salió el disparo, fue el hermano del tiroteado quien se apersonó en sede policial. Allí no pudieron formalizarla y se terminó labrando en el lugar de los hechos, como correspondía. Expertos de balística, un par de policías y nada más. Fiscalía ausente. No se conoce el paradero de su titular, reemplazante o quien fuera, de la oficina a cargo de investigar. Silencio y peor aún, vacío de respuestas”.


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Ausencia. También destacaron que la política siguió ausente. “Las fuerzas del orden ni siquiera se adentraron en la Villa para rastrear el arma y así al causante de esta casi tragedia. ¿Tan difícil era que actuaran con la lógica, sin demoras, con un fiscal presente en el acto, disponiendo al responsable ante la justicia? ¿Cuánto tiempo y firmas necesitan para requisar el lugar de los hechos, cosa que nunca hicieron? Ahora claramente todo fue borrado y escondido. ¿Tanto costaba sacar la escoria de entre un seguro grupo de personas dignas a las que tienen olvidadas y que hacen lo posible por sobrevivir? ¿Con tan poco Estado contamos?”, se preguntaron.

Según alertaron, pronto “podrán tener un muerto”. Un productor o un familiar “atravesado por la acción fatal de un sinvergüenza que aprendió de un sistema perversamente permisivo y garantista. ¿A qué temen las firmas de escritorios fríos? ¿Posiblemente a que brinden ‘represalias electoralistas’? No son tiempos de expresar temeridad ni cobardía. No es tiempo de una justicia que no rueda porque se empantana en el fango de su burocracia. Más prensa tendrán, pero de la mala. Inaceptables promesas o acciones tardías sobre sangre derramada. Indignados como ahora, pero con mayor contundencia y límites desdibujados. Productores, familias y una comunidad que haremos del pedido la exigencia y de la civilidad la contundencia cívica. Volverán las calles de la ciudad con mareas de palmas y cacerolas frente a Tribunales, la Jefatura y la Municipalidad, como ya ocurriera tiempo atrás”, advirtieron.

Sueltos. Según la nota de PUR, ningún familiar, ni productor aceptará que se llegue a un terrible disparo dando en el blanco. Y recordaron que una situación similar ocurrió con otro tractor violentado hace meses en el sudeste de la ciudad, también con rotura de vidrios y sembrando el temor para trabajar. Van dos terribles sucesos que intentan minimizar en poco tiempo y sin respuestas de ningún tipo.

Y agregaron: “El campo al que tanto le dirigen el dedo acusatorio preventivamente, con imágenes descabelladas y novelística, hoy les espeja esos mismos temores, pero con una cruda realidad: Un muerto con nombre y apellido tendrán, y con su familia haremos mucho más que escribir”.

Finalmente, destacaron que ya no son los animales sueltos, “sino ese animal suelto que siembra temor con una pistola calibre 22. Ya no hablamos de basura, sino de esa basura que puso la vida en riesgo de un trabajador honrado haciendo de su unidad productiva lo necesario para sobrevivir en esta Argentina destruida”.

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