Para unas 50 consultoras y bancos, 2023 tendrá dólar e inflación en alza y riesgo de recesión

En un año marcado por la agenda política, los analistas de distintas consultoras ajustaron sus proyecciones sobre cómo terminará la economía de 2023, con resultados que no son alentadores para el Gobierno, ni para la sociedad.

Los principales índices llegarán muy golpeados a diciembre. La inflación se espera que resulte “considerablemente más alta” que en 2022, los ahorros de la población se verán golpeados y el consumo caerá ante la devaluación del peso, factores que condicionarán el crecimiento.

Estas son solo algunas de las conclusiones del informe mensual Latin Focus Consensus Forecast de febrero, que reúne el pronóstico de más de 50 bancos y consultoras económicas, locales y extranjeras. Según los analistas, el dólar oficial mayorista cerrará el año en los $342,70, lo que implicaría una suba de $150 en los próximos 12 meses, ya que actualmente cotiza a $192.

Para 2024, trepará a $603,80. “Este año el peso debería depreciarse aún más debido al continuo financiamiento monetario del déficit fiscal”, dice el informe. Para Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, el Gobierno no tendrá margen para anclar al tipo de cambio, como sucedió en estos años.

¿Hasta 4? “Sobre todo en un contexto de sequía, ayer la Bolsa de Comercio de Buenos Aires hablaba de una pérdida de US$15.000 millones de exportaciones. Habrá muchas clases de divisas, porque la agroindustria necesita un nuevo incentivo para liquidar, como el dólar soja III o IV. Y probablemente no haya acumulación de reservas netas. El Gobierno no puede apostar a llegar a las elecciones con más atraso cambiario porque no puede salir bien la jugada: hay pérdida de divisas, difíciles de sustituir, y el aumento de una dolarización preelectoral. Un cepo a las importaciones implicaría una recesión más fuerte”, explicó.

Paralelamente, la inflación seguirá muy presente. En enero los precios volvieron a acelerarse y marcaron una suba mensual del 6%, según publicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Mientras que, en la comparación interanual, en los últimos 12 meses el costo de vida aumentó un 98,8%. En este contexto, los economistas ya le pusieron un número al 2023: diciembre finalizará con una inflación acumulada del 97%, un aumento de 1,7% respecto del informe previo de Latin Focus.

De todas formas, algunas consultoras fueron más allá. La estimación más alta de la encuesta para 2023 da una suba generalizada de los precios del 117,5%, número que compartieron las consultoras EMFI, EcoGo y C&T Asesores Económicos. En tanto, los pronósticos más benévolos los hicieron Fitch Solutions (75,6%), EIU (76,1%) y Credit Suisse (79,6%).



Volátiles. El informe dice que “La inflación debería promediar considerablemente más alta este año que en 2022 (cerró en 94,8%), alimentada por la caída del peso y el financiamiento monetario del déficit fiscal. Los precios volátiles de la energía y la generosidad fiscal antes de las elecciones de octubre son riesgos clave”, adviritió LatinFocus.

No obstante, para la consultora Equilibra la inflación se consolidaría levemente por debajo que en 2022, en un 90%. Según esta visión eso se daría también por el año electoral y a raíz de las intenciones del oficialismo por ganar los comicios. Teniendo en cuenta ese escenario, el Gobierno intentaría pisar algo el tipo de cambio y las tarifas para lograr una mejor “sensación térmica” de cara a las PASO de agosto.

Al respecto, Sigaut Gravina agregó: “También creemos que podría ser menor a la del año pasado porque, a pesar de que enero empezó difícil, los acuerdos de precios pueden ayudar a coordinar las pautas nominales, en la medida que el Ejecutivo siga haciendo la tarea en términos fiscales, de política monetaria y con los acuerdos de precios y salarios. De todas formas, la cifra no es un milagro. Seguimos hablando de una inflación del 90%, siempre y cuando el 10 de diciembre no haya un shock nominal significativo o si el proceso electoral transcurre sin mucho ruido”.

Deuda. Aun así, por la inflación y las altas tasas de interés, los ahorros se verán golpeados y las empresas se verán poco favorecidas en el período preelectoral de la votación general de octubre. Y los “importantes riesgos de la deuda” y el despliegue de políticas preelectorales “hostiles al mercado” podrían generar nuevos frentes de preocupación. Por eso, los analistas esperan que la demanda interna caiga y la economía se contraiga un 0,1%, en 2023, con una disminución de 0,2% respecto de enero.

En tanto desde la consultora Analytica señalaron: “Proyectamos un crecimiento de 1,6% para este año, en un escenario optimista donde el Gobierno evita nuevos shocks sobre la economía. Ya el cuarto trimestre del 2022 dio indicios de que la economía cambiaba de ciclo económico y se ralentizaba. Si la inflación se vuelve a acelerar y los mercados obligan a un ajuste fiscal más profundo, la actividad se puede resentir aún más”, igualmente advirtieron.

En cambio, para Sigaut Gravina la actividad económica se estancará en torno a 0. Pero, a medida que se la escasez de divisas se agudice, la sequía impacte en la entrada de dólares y se tengan que restringir más las importaciones, es probable que el número ya no sea neutral. “Todavía estamos en cero, pero con riesgo de que la actividad se vaya a terreno negativo”, concluyó.

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