El anuncio a sus clientes, por parte de 2 empresas agroexportadoras -Cargill y ADM- que dejarán de tomar los precios de pizarra de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) como referencia para fijar el valor de compra de los granos, especialmente de maíz, generó malestar entre los operadores de la BCR y un clima de incertidumbre en el mercado de granos del país.
Según informó el medio digital Infocampo, ambas empresas, que en su conjunto comercializaron, en 2022, unas 16 M/t de granos, el 19% de las 82 M/t operadas por el conjunto de las agroexportadoras, informaron de tal decisión a sus clientes mediante escuetos mensajes de WhatsApp.
El motivo de la determinación son los valores del maíz. Luego de haber comercializado soja con un tipo de cambio de $230, muchos productores no quieren desprenderse del cereal por diversas razones.
And the winner is… Viterra!!🏆🏆 In 2022 this company accounted for 15% of the total grain and byproducts export licenses. 12 companies totalized 89% of the 82MMT registered. Arg🇦🇷🇦🇷 companies accounted for 23% #viterra #cargill #cofco #ADM pic.twitter.com/PbTzf9qERP
— Javier Preciado Patiño (@jpreciadopatino) January 3, 2023
¿Dólar maíz? Sucede que la oferta que queda de la cosecha 2021/22 no es muy grande y quienes poseen ese stock, lo guardan a la espera de que el precio suba, más aún si pudieron “hacer caja”, vendiendo soja con el dólar diferencial. Además, no son pocos quienes consideran que, si se pudo establecer un mejor valor temporal para la soja, por qué no esperar que suceda lo mismo para apurar la venta del maíz.
Un operador del mercado de granos del dijo a Infocampo que “cuando se intervienen los mercados como hace el Gobierno, pasa esto: si la soja se vende con un tipo de cambio, pero el maíz con otro más bajo, nadie quiere vender maíz. Entonces no hay oferta, muchas empresas que tienen contratos que cumplir pagan más, y el valor de pizarra, que refleja la realidad del mercado lógicamente se acomoda para arriba”, explicó
El principal problema son las operaciones con precios “a fijar” en las que, generalmente, se establece por contrato que ese valor se determina según los precios de pizarra. Aparentemente, hay compañías que actualmente no quieren convalidar los precios actuales porque lo consideran “inflado”, y prefieren volver a cerrar acuerdos particulares, con un precio que consideran más adecuado.
Institucionalidad. La determinación de Cargill y ADM cayó muy mal en la BCR, porque consideran que rompe con la institucionalidad que supone tener un mercado de referencia, arbitrado por una Cámara que es la que evita abusos de posición dominante por alguna de las partes.
“Si hacia afuera pedimos reglas de juego claras, no podemos de repente venir a cambiar los usos y costumbres en la comercialización de granos”, manifestó otro operador, de la BCR, citada por el mismo medio.
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Ante este panorama, en la entidad rosarina evaluaban llamar a todas las partes a una reunión de urgencia, para canalizar una salida a esta disputa y, eventualmente, poder llegar a una modificación en las condiciones de comercialización, pero sin abandonar la pizarra como referencia.
Otro vocero de la BCR citado por Infocampo expresó: “La presencia de la Cámara Arbitral es clave para equilibrar el mercado. Y si se abandona el precio pizarra, es posible que nadie quiera vender. La pizarra se calentó a partir del dólar soja y generó distorsiones, pero no se puede afectar así una institución que es la que te defiende cuando, por ejemplo, hay embates del Gobierno”, manifestó
Nada nuevo. Por su parte, consultado por Infocampo, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), aclaró que la entidad no tiene una opinión sobre la situación, “porque es un tema individual de algunas empresas y sus clientes”.
De todas formas, aseguró que “esto no cambia nada, siempre se hicieron contratos entre privados (vendedores y compradores), de acuerdo a las condiciones que pautan entre las partes”, aunque reconoció que las distorsiones introducidas por la intervención del Estado generan este tipo de situaciones.
“El mercado está muy intervenido por el Gobierno y eso condiciona muchas veces los precios. La pizarra va a normalizarse una vez que logremos que no existan intervenciones estatales”, concluyó Idígoras.