Conforme con el “dólar soja”, Bahillo dice que ahora incentivará la rentabilidad del agro

El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, señaló que, finalizada la temporada del desdoblamiento cambiario para la venta y exportación de soja, su objetivo de gestión será generar incentivos para que el campo continúe ganando rentabilidad y sumando dólares a la economía argentina.

El primer objetivo de Sergio Massa como ministro de Economía, y de Bahillo, como secretario de Agricultura, de superar los u$s 5000 en liquidación de exportaciones, fue superado. Pero iniciado octubre, llegará una etapa más compleja, donde deberá convivir con los reclamos que buscan una medida similar para otras producciones y bajar los derechos de exportación.

En una entrevista que le dio al diario El Cronista, el funcionario dijo que “los resultados del dólar soja fueron realmente buenos. “No me atrevo a precisar en cuánto se terminará el mes, pero entiendo que deberíamos superar los 6.000 millones de dólares y los 12 millones de toneladas. Nuestra expectativa inicial era algo inferior a esa cifra, por lo que es una buena noticia”, reconoció Bahillo.

Seguidamente, los principales tramos de ese reportaje.

– Está claro que esta fue una medida de urgencia. ¿Qué estimaciones de liquidación tenían sin este tipo de cambio especial?

– El ritmo de ventas hubiera seguido ralentizado, pero se hubiera recuperado en comparación de julio-agosto. Julio fue un mes con mucha incertidumbre macro y agosto fue un mes donde se generaron expectativas con la reconfiguración de Economía. Todo esto demoró la liquidación, pero se iba a normalizar, aunque no a este nivel.

– Pero de ninguna forma se hubiera llegado a la marca de u$s 5.000 millones…

– Imposible; eso seguramente no hubiera ocurrido. Hubiéramos estado en un tercio de los 12 millones de toneladas.

– La gran incógnita ahora es cómo seguir después de esto. Porque, por un lado, hay reclamos del agro y, por el otro, necesidades del Estado…

– Ya anticipamos que el dólar soja frena acá. Por lo que hay que desterrar esa posibilidad. En cuanto a las retenciones, no es simple ni igual para todos. En lo que tiene que ver con la actividad primaria, como cereales y oleaginosas, por ahora no se tocan. Sí podemos evaluar algo en lo que tiene que ver con economías regionales. Pero con el foco puesto en cómo mejorar su competitividad, y esto no siempre debe estar relacionado, por ejemplo, con un tipo de cambio diferencial; no tenemos indicaciones de ir en ese sentido.

– ¿Es decir que tampoco necesariamente se debería hablar de una baja en las retenciones?

– Puede haber algún reintegro a las exportaciones, alguna mejora en su matriz de costos impositivos. Ir hacia el financiamiento del capital de trabajo en el momento más intenso que es el de la cosecha, para poder retener el producto y venderlo en un momento de mejores precios. Hay varias medidas que se pueden tomar sin tener que hablar solo de una mejora en el tipo de cambio o retenciones.


Lee también

– ¿Y cómo se contiene al resto? Porque había una idea por parte de los productores de que a partir de octubre se podría ver algo diferente a lo que había antes del dólar soja…

– De esas 7.500 Cuits inscriptos en el programa de exportaciones, 4.000 corresponden a pequeños y medianos productores; es decir que el resultado entre ese grupo fue muy bueno. El artículo 9 del decreto nos indica que tenemos que elaborar programas de mejora en la competitividad de las economías regionales y de los pequeños y medianos productores. En esto estamos trabajando. Vamos a estar en un proceso de toma de decisiones.

– Y ya sabiendo que no habrá ni dólar especial ni baja de retenciones, ¿entiende que los productores estarán abiertos a otro tipo de diálogo?

– Creo que sí; esperamos que sí. Nuestra vocación por el diálogo va a continuar. Con los sectores de la actividad privada hay cosas en las que estamos de acuerdo y otras que no. La idea es al menos poder avanzar, en un principio, sobre los puntos sobre los que estamos de acuerdo y generar una agenda común. En las cuestiones que hoy estamos dejando a un costado posiblemente en el mediano plazo podemos ir encontrando algunos esquemas que acerquen más las posiciones.

– ¿Se refiere tal vez a algo parecido al sistema del dólar a $200?

– Más que nada, creo que hay que animarse a repensar el esquema de retenciones, que le dé algo a los productores y previsibilidad y rentabilidad, siempre sin resentir los ingresos del Estado. Tal vez algo que vaya más hacia la matriz impositiva, que tenga que ver con impuestos directos sobre el patrimonio y la rentabilidad.

– La reglamentación que sacó el Banco Central precisamente no les facilitó la relación con esos sectores…

– Ya hice pública mi postura sobre este tema y le pedimos a las entidades que nos envíen sus notas correspondientes para enviar al Central. Entendemos que no es la mejor decisión y mi función es persuadir y convencer al BCRA de que no es la mejor decisión. Respeto su autonomía y la decisión, y el interés que persigue. Pero mi responsabilidad es generarle a los productores las mejores condiciones.

– ¿Es posible que volvamos a ver en un momento puntual, por alguna necesidad particular, alguna otra medida excepcional?

– Esta medida tuvo dos pivotes: recomponer las reservas y darle al sector productivo una idea de nuestras políticas públicas, que puedan producir más y tener una mejor performance. Si habrá nuevas ventanas o no, desde lo productivo debo decir que, si no impacta ni el mercado interno o en las cuentas del Estado, está bien. Pero ya escapa a mi porque son temas que deben definir el ministro Massa o el presidente Fernández. Lo que no debemos hacer es generar expectativas de algo que no está en la agenda inmediata.

– ¿El campo se generó demasiadas expectativas respecto del día después del dólar soja o presionó de más para lograr alguna ventaja de precios?

– No siento que nos haya presionado. Las entidades expresan una agenda de trabajo; es la obligación de ellos. Presentar una agenda de reclamos o promoción.

– Es cierto que tanto en granos como en carnes se dieron aperturas en cuanto a las exportaciones. ¿Pero se puede esperar una vuelta a las no restricciones?

– En carne, generamos mejores condiciones, aunque persisten las restricciones con los siete cortes. En maíz lo vamos siguiendo muy de cerca y lo vamos a ir abriendo. Pero también debemos ver el tema para el resto de las industrias que viven de esos insumos. Tenemos que ser responsables y garantizar esos insumos estratégicos. El resto lo que tiene que hacer es mejorar sus volúmenes de producción. Tanto en granos como en carnes. Esto nos irá gestionando tensiones.

– ¿Tensiones de qué tipo?

– Entre el frente interno y el externo. El equilibrio por exportar más, pero sin descuidar cómo impacta en el país.

– Es decir que por ahora no debemos pensar en grandes cambios, ni en cuanto a apertura de exportaciones, ni en retenciones. Sobre todo, porque se busca el cuidado de las reservas y de los ingresos fiscales…

– Es así, pero esto no quiere decir que no analicemos medidas. No puedo desconocer la coyuntura. Lo que tenemos que pensar es en producir más. De esa forma vamos a poder exportar más, recaudar más y nutrir mejor el mercado interno. La idea siempre será no perder recaudación.

MÁS INFO PARA TU CAMPO ENTRÁ AQUÍ