Los agricultores de soja argentinos son quienes menos dólares obtienen en América, muy por debajo del nivel internacional, por la venta de su cosecha de la oleaginosa, debido a los derechos de exportación (retenciones) y a la brecha cambiaria de más del 150%, entre el dólar oficial y el libre.
Un trabajo del contador, analista, productor agropecuario cordobés y ex secretario de Valor Agregado de la Nación del Ministerio de Agroindustria, durante la primera parte del gobierno de Mauricio Macri, Néstor Roulet, mostró que el productor argentino cobra USD 144 por tonelada de soja, mientras que los del Uruguay perciben USD 512 (256% más), los de Brasil, USD 510 (254% más); los de Paraguay, USD 498 (245% más) y los de EE. UU., USD 530 (268% más).
También en maíz. Estas considerables diferencias se reflejan también en el caso del maíz, el segundo complejo exportador argentino en cuanto al aporte de divisas. Al respecto, Juan Manuel Garzón, economista del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) la Fundación Mediterránea, en Córdoba, comparó la realidad de un productor argentino con el de Brasil.
Al respecto, Garzón explicó que en julio el productor maicero local cobra en el puerto de Rosario el equivalente en pesos a USD 98 dólares CCL, mientras el brasileño recibe 238 dólares libres de polvo y paja, en el puerto de Paranaguá, que es uno de los más grandes de Brasil. Esto implica que el productor argentino cobra 41% de lo que recibe su colega brasileño.
Explicado de otro modo significa que el productor brasileño cobra 143% más en dólares. En maíz la diferencia es menor que en soja porque ese cultivo paga menos retenciones, explicó Garzón: el derecho de exportación del poroto de soja es del 31% (y de 33% en el caso del aceite y la harina), mientras que en maíz, trigo y girasol es de 12%.
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Por su parte, Ezequiel De Freijo, economista de la Sociedad Rural Argentina (SRA), precisó que el precio que recibe el productor argentino por su soja es 29% menor al promedio de los países competidores. A partir de un valor promedio de USD 517 la tonelada, y descontados los derechos de exportación y la brecha cambiaria, el agricultor local apenas logra cobrar USD 151 por tonelada.
Ritmos diferentes. El ritmo de comercialización de la soja está siendo afectado por las turbulencias cambiarias y financieras. Según datos oficiales del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la venta de soja se ha ralentizado en las 4 semanas de junio y la primera de julio. De venderse casi 800.000 t semanales de soja en mayo, se pasó a 540.000 en las últimas 5 semanas.
En cambio, el maíz mantiene un ritmo de venta estacional normal, fluyendo al mercado de manera similar a las últimas campañas. Garzón observó que no se ha detectado en este producto una influencia negativa de la volatilidad macroeconómica.
Al cierre de junio se llevaban comercializadas unos 25 M de toneladas de maíz de la campaña 2021/22, alrededor de 50% de la cosecha proyectada. Al respecto, la Bolsa de Comercio de Rosario informó que las exportaciones del cereal alcanzaron los 28,5 M de t, representando 53,8% de la producción y superando el 53,7% de 2021 y el promedio de 43,2%, de las últimas 5 campañas.
