“Nosotros constituimos esta fuerza (el Frente de Todos -FdT-), lo convocamos a Alberto y ganamos las elecciones; tampoco es que Alberto se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz, eso sería incorrecto. El Gobierno es nuestro”, afirmó el ministro bonaerense de Desarrollo de la Comunidad a la periodista María O’ Donell, durante una entrevista en Radio Urbana Play, FM 104.3 de CABA.
Así, Andrés Larroque, vocero del descontento del cristinismo con el presidente de la Nación, aceleró más aún su ofensiva con un mensaje que, según señalan fuentes cristinistas citadas por el diario La Nación, busca apurar una reacción que, como mínimo, lleve al primer mandatario a conformar una mesa nacional del FdT para discutir las decisiones políticas y económicas.
La conformación de esa mesa nacional, desde esa concepción, debería incluir cambios en el gabinete, con la salida de los ministros Martín Guzmán (Economía), Matías Kulfas (Desarrollo Productivo) y Claudio Moroni (Trabajo), el primero de ellos sostenido férreamente por Alberto, y los dos restantes muy cercanos al Presidente.
La presión creciente expresada en el discurso de Larroque, que en reiteradas oportunidades ha oficiado como el vocero de Cristina, va en la misma dirección del mensaje que pronunció el diputado nacional y titular de la agrupación La Cámpora, Máximo Kirchner, el pasado sábado, en la ciudad de Baradero, en el norte bonaerense, durante un acto del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, que también preside el legislador.
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Días antes de ese acto, se formalizó la mesa bonaerense del FdT, con una foto, en la Casa de Gobierno, en La Plata, de la que participaron, además de Máximo Kirchner, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; la vicegoberandora, Verónica Magario; la titular de AySA y esposa del presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa, Malena Galmarini; el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde; su colega de Ensenada, Mario Secco; la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, y los dirigentes Carlos Castagneto, y Mónica Macha, quienes, respectivamente, pertenecen a Kolina y Nuevo Encuentro, ambos espacios políticos integrantes de la coalición FdT.
Esa foto, que no contó con la participación de ningún dirigente cercando a Alberto Fernández, es interpretada por referentes del oficialismo bonaerense como un mensaje para “marcarle la cancha” al Presidente, de manera que imite ese armado a nivel nacional para constituir un espacio institucional del FdT, similar al conformado a nivel bonaerense.
“La insatisfacción democrática”
En realidad, la institucionalización del Frente de Todos ya había avanzado días atrás en el Chaco, impulsado por el gobernador Jorge Capitanich, a quien Cristina verá este viernes 6, en esa provincia, donde la vicepresidente recibirá un doctorado honoris causa de la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS). Tras recibir esa distinción, CFK disertará sobre “Estado, Poder y Sociedad: la insatisfacción democrática”.
Según indicaron fuentes del kirchnerismo duro al diario La Nación, sería equivocado interpretar que la nueva ráfaga de “fuego amigo” de Larroque en los medios forme parte de una estrategia destinada a dar un ultimátum al Presidente para que haga cambios o, de lo contrario, le entregue el gobierno al ala identificada con la vicepresidenta, para que ese sector del FdT tome el control económico de la gestión.
En este sentido, las mismas fuentes mencionan que el ministro provincial y dirigente de La Cámpora se había expresado en términos similares, en la marcha del pasado 24 de marzo, cuando señaló que “no podemos irnos de algo que gestamos”.
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Las declaraciones radiales de Larroque no fueron un mensaje solitario. En los últimos días, su jefe, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof realizó dos actos (en 25 de Mayo y Zárate) acompañando al subsecretario de Energía de la Nación, Federico Basualdo, enemigo interno del ministro Martín Guzmán, no obstante su jefe en Economía.
En tanto, la ministra de Trabajo bonaerense, Mara Ruiz Malec, apoyó al secretario general de La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad provincial. “Lo que expresa Larroque es la necesidad de la distribución de la riqueza”, dijo Ruiz Malec a Radio 10, AM 710 de CABA.
Según coinciden en las filas más duras del cristinismo, la nueva fase de la presión sobre el presidente Alberto Fernández busca expresar preocupación por una dirección económica que “no da respuestas” y lograr “una reacción para que se revierta ese rumbo”.