El conflicto entre Rusia y Ucrania mantendrá los precios agropecuarios altos

A nivel internacional, los precios del agro están altos y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania garantiza que seguirán por ese camino. En tanto que la vulnerabilidad en la Argentina tiene relación con su política energética irracional.

Al producirse la invasión Rusa a Ucrania, la economía mundial tuvo un giro radical de un día para el otro siendo estos dos países importantes proveedores de cereales, oleaginosas y combustibles en el comercio mundial.

Cabe destacar que en el 2021, los valores internacionales de las exportaciones provenientes del sector agropecuario argentino presentaron un nivel similar a lo acontecido en 2012, el más alto en las últimas décadas. Un dato no menor son las sanciones que ha recibido Rusia que si hoy parara la guerra no se levantarán automáticamente y esto produce una disrupción en la provisión internacional de cereales y oleaginosas que hace mantener los valores de los mismos bastantes altos.

Es por eso que la recomendación al productor agropecuario es ser prudente. Fundamentalmente, en las ventas a futuro. Los precios están altos y seguro seguirán en ese nivel. Si la guerra se prolonga, situación que nadie quiere que suceda, los precios futuros pueden incluso ser superiores.

Consultados diversos analistas sobre cómo impacta este conflicto en la Argentina dijeron lo siguiente: “por el lado de los combustibles. Argentina en la década de los ’90 supo ser exportadora neta de combustibles. Después del 2002 hasta el 2012, siguió teniendo un balance comercial en combustibles positivo. Pero no porque exportara más, sino porque los precios internacionales de los combustibles eran muy buenos. De hecho, después del 2002 vino la política del congelamiento de tarifas con subsidios a las empresas productoras y aumento en las importaciones de combustibles. La cuestión es que a partir del 2010 la balanza comercial de combustibles argentina se vuelve negativa. Es decir, Argentina pasó a importar más combustibles que los que exporta, puntualizaron”.


Por el lado del  déficit comercial de combustibles fue particularmente crítico entre el 2011 y el 2014. El anterior gobierno trabajó para revertir el déficit, pagando el alto costo político de actualizar las tarifas, bajar los subsidios económicos y buscar un marco regulatorio propicio para las inversiones de las empresas productoras de energía.

Por otro lado manifestaron que: “el proceso se aborta en el 2019 con el actual gobierno que vuelve a la política energética del 2011 – 2015 de congelamiento tarifario, subsidios económicos y déficit comercial de combustibles.
Argentina todavía no es muy vulnerable al aumento del precio internacional de los combustibles, porque exporta en el complejo de cereales y oleaginosas 6 veces más de lo que importa de combustibles. Pero si insiste con la política del congelamiento tarifario sostenido con mayores importaciones de combustibles, la situación se puede revertir y volverse altamente vulnerable, sintetizaron”.

Entre el 2011 y el 2015, el complejo de cereales y oleaginosas exportó apenas 3 veces más que las importaciones de combustibles, con precios de estos últimos “normales”. Con precios de los combustibles extraordinariamente altos, como se espera del conflicto Rusia-Ucrania, la vulnerabilidad argentina puede llegar a ser bastante más alta.


En conclusión, se está pagando el precio de una pésima política energética tomada a partir del 2002. Esta política consistió en regalar la energía sostenida con aumento de importaciones. Con una política más racional, la crisis energética mundial de la guerra Rusia-Ucrania hubiera agarrado a la Argentina exportando combustible.

Fuente: Ruralnet

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