El semanario internacional de economía, que se publica en Londres desde 1843, reflejó la crisis interna que atraviesa el Frente de Todos (FDT), tras la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista y anticipó que, a pesar de lograr convalidar el entendimiento en el Congreso, “el país simplemente permanecerá inactivo”.
La revista alertó por el “laberinto acuático de contracorrientes” en el que se sumerge la Argentina a partir de la crisis interna que atraviesa el FdT, cristalizada con la renuncia del diputado Kirchner, en rechazo al principio de acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El artículo “Bello Argentina’s Peronists squabble over an agreement with the IMF” (Los peronistas de Bello Argentina se pelean por un acuerdo con el FMI, en español) enfatiza en los “canales que se unen y luego se separan nuevamente”, al describir las críticas que se dan en las filas del propio oficialismo al entendimiento anunciado hace una semana.
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“El poder, o su perspectiva (la del peronismo) lo une. Pero en la adversidad sus corrientes constituyentes a menudo toman rumbos diferentes, como lo muestra esta semana una disputa sobre una propuesta de acuerdo con el FMI”, analizó “The Economist”.
Para la publicación, “la reticencia es en parte ideológica”, ya que ahora la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, líder del ala populista de izquierda del peronismo, enfrenta un escenario adverso, después de “haber hecho carrera política culpando principalmente al FMI y al ‘neoliberalismo’ de los problemas autoinfligidos de su país”.
Y agrega que (la reticencia) “también es económica: a cambio de su dinero, el FMI quiere que la Argentina imprima menos dinero, tenga menores déficits y elimine su tipo de cambio dual. Eso implica apretarse el cinturón a corto plazo, para obtener ganancias a mediano plazo, en un país cuya economía no se ha recuperado por completo de la pandemia y donde cuatro de cada diez (personas) viven en la pobreza”, señaló “The Economist”.