Si bien el ganado se puede adaptar a una amplia gama de entornos térmicos, tanto las fluctuaciones repentinas del clima como las temperaturas extremas pueden causar estrés térmico por calor o frío. La influencia que tiene el clima sobre la producción bovina ha sido reconocida desde hace mucho tiempo (Johnson, 1987). Como mamíferos, los bovinos cuentan con la característica de ser organismos homeotermos y como tales, ante fluctuaciones en la temperatura efectiva del ambiente circundante son capaces de mantener relativamente constante su temperatura corporal. A través del proceso denominado balance térmico, los bovinos cuentan con la posibilidad de ganar o eliminar calor desde o hacia el ambiente que lo rodea a través de un constante proceso de termo-neutralidad que involucra el flujo de calor por diversos mecanismos (Oyhanart, Insaugarat y Yurno, 2017). En los casos que estas vías de termorregulación no son suficientes para mantener la homeotermia, el animal ingresa en una fase conocida como zona de estrés térmico, fenómeno definido como la suma de las fuerzas externas que actúan sobre un animal causando un aumento en la temperatura corporal y se traduce en una respuesta fisiológica (Dikmen y Hansen, 2009), en donde el animal pierde su capacidad de lidiar con el ambiente que lo rodea y generando cambios drásticos en diversas funciones biológicas y afectando su bienestar (Habeeb, Marai y Kamal, 1992; Silanikove, 2000; Finch, 1984; Broom y Johnson, 1993). Este fenómeno aplica para cualquier raza productiva, independientemente de la categoría (Silanikove, 2000). La permanencia en un ambiente que presenta condiciones climáticas severas exige esfuerzos desmesurados a los mecanismos de que dispone el organismo para mantener la temperatura interna. Con la suba severa o prolongada de la temperatura corporal por encima de niveles aceptables, los tejidos corporales y órganos pueden verse dañados, se generan alteraciones fisiológicas que, variaciones en la secreción hormonal, así como modificaciones de comportamiento, en donde los animales intentan lograr la termorregulación. Contar con información relativa al pronóstico de índices térmicos brinda la posibilidad de adoptar estrategias de manejo que permitan mitigar el estrés por calor.
Estrés por Calor en bovinos para carne y Carga calórica acumulada para el periodo 22/12/2021 a 26/12/2021
Estrés por Calor en bovinos para carne y Carga calórica acumulada para el periodo 21/12/2021 a 24/12/2021
Estrés por Calor en bovinos para carne y Carga calórica acumulada para el periodo 16/12/2021 a 20/12/2021
Estrés por Calor en bovinos para carne y Carga calórica acumulada para el periodo 13/12/2021 a 17/12/2021
Estrés por Calor en bovinos para carne y Carga calórica acumulada para el periodo 30/11/2021 a 04/12/2021
Fuente: INTA por Leandro Ezequiel Langman, María Laura Michelena