Cada peso emitido por el Banco Central nos genera una deuda de $2. Mientras tanto el gobierno sigue emitiendo sin control. En el último año emitió $1.457.694 millones, se endeuda en $1.629.165 millones y paga intereses por $1.170.206 millones.
El país se vería complicado en los próximos tiempos. No hay miras de un acuerdo con el Fondo, las elecciones de noviembre y la interna en el oficialismo no colaboran para escapar de una devaluación. El congelamiento de precios forzado por el Gobierno para contener la inflación, sin acuerdo con los empresarios y la suba de precios en el mercado informal podrían complicarnos aún más.
El resto del mundo también tiene problemas con la inflación. En Estados Unidos es del 5,3% anual para el índice de precios al consumidor y 8,3% para el índice de precios al productor. La Reserva Federal como primera medida quitaría estímulos y en una segunda etapa podría subir la tasa de interés de corto plazo.
Esto provocaría una suba de la tasa de retorno de los bonos de tesorería a 5,10 y 30 años. Ahora cotizan a 1,15% anual, 1,64% anual y 2,10% anual, valores que triplican los de la pandemia.
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La suba de tasas de los bonos americanos impactaría en el precio del dólar y podría bajar la cotización de las materias primas agrícolas como soja y maíz, que hoy conviven con buena oferta de la cosecha americana y un prometedor avance de la cosecha en Brasil.
La crisis energética empuja la inflación a la suba, el petróleo está en alrededor de los U$S 80 cuando durante la pandemia cotizaba a U$S10 por barril. El gas natural pasó de U$S1,50 el millón de BTU, a los U$S 5,80 actuales.
Las monedas de la región también podrían devaluarse. Brasil sufre problemas energéticos y una inflación que podría alcanzar a los dos dígitos en 2022. Con la combinación de que el próximo año hay elecciones presidenciales y Lulla marcha como favorito en las encuestas, la devaluación del real es una posibilidad muy cierta.
La devaluación de las monedas de países emergentes es otro tema a tener en cuenta. La lira turca cotiza arriba de 9,0 por dólar. El real en 5,65 por dólar. La balanza comercial argentina
Argentina depende de los dólares que ingresan por las exportaciones. Cada baja en los productos que exportamos genera un impacto negativo en la oferta de dólares. La cosecha de trigo en diciembre no será representativa para las necesidades del país.
Las devaluaciones competitivas podrían sobrevenir en un mundo con inflación. EE. UU. retira estímulos y la crisis en el mundo emergente avanza.
El dólar oficial y el blue, el MEP y el contado con liquidación están de alguna manera directa o indirectamente intervenidos. La inflación de los últimos 12 meses aumentó el 52,5%. El dólar oficial el 29,6% y el blue el 24,7%, convirtiéndonos en el país con mas alta inflación en dólares. La consecuencia es menor competitividad, menos exportaciones y escasez de dólares.