Con ganancias en torno del 2%, la soja completó la cuarta semana alcista consecutiva en la Bolsa de Chicago. Un posible nuevo recorte de las existencias finales estadounidenses el martes en el informe mensual del USDA y la falta de humedad en la Argentina fueron los principales fundamentos positivos para la oleaginosa. Al maíz le costó seguirle el paso a la soja y sólo logró terminar con altibajos, en medio de la disputa por las tierras 2021/2022. Las previsiones de lluvias sobre el Medio Oeste en las próximas dos semanas fue el principal factor de presión bajista para el forrajero, que abre el ciclo de siembras. El trigo terminó con leves bajas, en función de las mejores perspectivas para los cultivos de invierno en la Unión Europea y en los países de la zona del Mar Negro. En el nivel local, el maíz da cuentas en la zona del Gran Rosario del inicio de la cosecha, mientras el Matba Rofex sigue ofreciendo muy buenos valores para la nueva campaña.
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
Viernes 5/3 | Viernes 26/2 | Variación en % | |
Petróleo | 65,70 | 61,50 | +6,83 |
Dólar/Euro | 1,1892 | 1,2078 | -1,54 |
Real/Dólar | 5,6810 | 5,6017 | +1,42 |
Peso/Dólar* | 90,17 | 89,62 | +0,61 |
* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.
SOJA
Levemente positivo resultó el balance de la semana para los precios de la soja en el mercado doméstico, donde las ofertas por la oleaginosa con entrega inmediata crecieron de 328 a 330 dólares por tonelada para la zona del Gran Rosario, un movimiento que implicó un paso de 29.395 a 29.756 pesos por tonelada, nivel que volvió a quedar abajo del capacidad teórica de pago de la demanda.
Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 30.957, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 31.422 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 350,80 dólares por tonelada, equivalentes a 31.673 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 542 a 532 dólares por tonelada; el del aceite, de 1168 a 1185 dólares, y el de la harina, de 457 a 445 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura. En el Golfo de México la variación semanal del FOB del poroto de soja fue de 547,17 a 556,61 dólares por tonelada.
La tónica alcista también comprendió a la soja de la nueva cosecha para las entregas entre abril y mayo, dado que para el Gran Rosario las propuestas crecieron de 325/330 a 330/334 dólares por tonelada; para Bahía Blanca, de 322 a 325 dólares, y para Necochea, de 320 a 325 dólares por tonelada.
Igualmente positivo resultó el saldo semanal en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones marzo y mayo sumaron un 0,76 y un 1,15%, luego de variar de 328,50 a 331 y de 329,90 a 333,70 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 3 de marzo y el 5 de abril deben salir desde el Gran Rosario 1.839.261 toneladas de harina y 284.120 toneladas de aceite. No hay salidas previstas desde el resto de los puertos.
Acera de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que temperaturas elevadas y tiempo seco continúan afectando el crecimiento de los cuadros de soja sobre gran parte del centro y del sur del área agrícola. “Además de las mermas en los rendimientos, el Centro-Este de Entre Ríos, el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires y el Núcleo Sur suman el riesgo de pérdida de área cosechable para planteos de soja de segunda. A la fecha, un 10% de los 17,2 millones de hectáreas sembrados informan una condición de cultivo buena, representado una caída del 5% intersemanal. La estimación de producción se mantiene en 46 millones de toneladas. Sin embargo, dicha proyección dependerá de las condiciones climáticas de las próximas semanas”, advirtió la entidad. Añadió que a la fecha un 40,8% de la superficie de soja de primera inicia su llenado de grano (R5), mientras que un 14,9% de los planteos de segunda se encuentra en plena formación de vainas (R4).
Por cuarta semana consecutiva la soja cerró con saldo positivo para sus precios en la Bolsa de Chicago, donde las posiciones marzo y mayo ganaron un 2,06 y un 1,83%, tras pasar de 516,34 a 527 y de 515,97 a 525,43 dólares por tonelada. Las razones de la tendencia alcista no son nuevas y encuentran su fundamento UNO en la profunda caída de las existencias finales en los Estados Unidos que, cuando todavía restan seis meses para terminar el ciclo comercial 2020/2021, se proyectan apenas arriba de los 3 millones de toneladas, un nivel bajo que no se veía desde la campaña 2013/2014 y que implica una merma próxima al 78% respecto de los 14,28 millones de toneladas dejados como remanente por la temporada comercial precedente.
Tal es la firmeza que implica el acelerado ritmo de exportaciones –está comprometido el 98% del saldo exportable previsto en 61,24 millones de toneladas por el USDA para todo el ciclo comercial 2020/2021– que hasta ahora la influencia del avance de la cosecha de soja en Brasil, que se prevé récord y arriba de los 130 millones de toneladas pese a su atraso y a las complicaciones derivadas del clima, casi no influyó sobre el mercado, más allá de servir de excusa para las alternadas tomas de ganancias de los fondos de inversión especuladores.
Durante la semana sumaron a la tónica alcista la fortaleza del mercado de los aceites vegetales y la falta de humedad en zonas agrícolas de la Argentina. Esta última fue la razón por la cual el agregado agrícola del USDA en nuestro país estimó en 47,50 millones de toneladas el volumen de la producción argentina de soja, por debajo de los 48 millones proyectados en el reporte oficial de febrero. Mientras que entre los datos que le restaron sostén al mercado se puede incluir la devaluación del real frente al dólar, que mejora la competitividad de las exportaciones brasileñas, justo en el ingreso de su cosecha en el circuito comercial.
Atado al comentario hecho sobre la celeridad de las ventas externas, en su informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, el jueves el USDA relevó ventas por 334.000 toneladas de poroto de soja, por encima de las 167.900 toneladas del reporte anterior y dentro del rango previsto por los operadores, que fue de 100.000 a 500.000 toneladas. Al 25 de febrero el total comprometido ascendió a 60,15 millones de toneladas.
De cara al informe mensual que el USDA publicará el martes, en LA PREVIA DEL USDA vemos que el promedio de las estimaciones privadas ubicó el volumen de las existencias finales estadounidenses de soja en 3,18 millones de toneladas, por debajo de los 3,25 millones del reporte de febrero.
El viernes la Asociación Nacional de Exportadores de Cereales de Brasil estimó las exportaciones de soja de marzo en 13,79 millones de toneladas, por debajo de los hasta 15 millones previstos la semana anterior. De alcanzarse el volumen ahora pronosticado quedaría arriba de los 13,30 millones de igual mes del año pasado y muy lejos de los 5,50 millones de toneladas embarcados en febrero.
MAÍZ
El inicio de la cosecha de maíz se sigue reflejando sobre la zona del Gran Rosario, puerta de ingreso del grano en el circuito comercial. En efecto, en la semana las propuestas por el grano con entrega inmediata en las terminales ubicadas sobre el Paraná retrocedieron de 195 a 193 dólares por tonelada (de 17.476 a 17.403 pesos). En cambio, para los puertos del Sur, que aún no reciben grano nuevo, las propuestas de los exportadores se mantuvieron en 210 dólares por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea, un valor que por acción de la devaluación de la moneda local implicó una variación de 18.610 a 18.936 pesos, nivel que se ubicó por encima de la capacidad teórica de pago de la demanda.
Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 16.879, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 17.346 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 242 a 238 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura. En el Golfo de México, el FOB del cereal pasó 254,53 a 249,01 dólares por tonelada.
El balance semanal dejó altibajos para el maíz con entrega diferida a abril, dado que mientras para el Gran Rosario se registró una baja de 200 a 197 dólares por tonelada, para Bahía Blanca y para Necochea las propuestas crecieron de 210 a 215 y de 205 a 210 dólares por tonelada, respectivamente.
En el Matba Rofex el saldo de la semana fue negativo para los precios del maíz, también como reacción al inicio de la cosecha. Los ajustes de las posiciones marzo y abril resignaron un 2 y un 1,44%, tras pasar de 202 a 198 y de 201,70 a 198,80 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 3 de marzo y el 5 de abril deben salir desde el Gran Rosario 1.353.670 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 212.116 toneladas; desde Necochea, 16.850 toneladas, y desde otros puertos, 128.000 toneladas.
Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA informó que la cosecha de maíz con destino a grano comercial se concentró en el centro del área agrícola nacional. “A la fecha, se logró cosechar el 1,9% del área apta, luego de relevar un avance intersemanal de 1,1 puntos. Gran parte de los avances se corresponden con planteos recolectados en las zonas Centro-Norte de Santa Fe, Centro-Este de Entre Ríos y en los Núcleos. La estimación de producción nacional para la campaña 2020/2021 se mantiene en 46 millones de toneladas. Por otro lado, no se registraron lluvias de importancia en el este del país, mientras los planteos tardíos transitan el período crítico”, dijo la entidad.
Los precios del maíz concluyeron la semana con altibajos en la Bolsa de Chicago, dado que mientras la posición marzo –próxima a liquidarse– subió un 1,17%, al pasar de 218,69 a 221,25 dólares por tonelada, el contrato mayo resignó un 0,37%, luego de variar de 215,54 a 214,75 dólares. Mientras sigue la puja con la soja por ver quién suma más tierras en las siembras 2021/2022, el cereal logró evitar un balance completamente negativo en la última rueda de la semana, luego de que en tres de las cinco jornadas el cierre fuera negativo por la previsión de lluvias superiores a los registros normales sobre las zonas agrícolas del Medio Oeste en las próximas dos semanas, justo cuanto los suelos se preparan para el inicio de la siembra gruesa, donde el cereal da el puntapié inicial en poco menos de un mes.
Justamente la necesidad de no claudicar frente a la soja fue la que alentó subas por simpatía el viernes, además de la tensión que genera la falta de humedad en zonas productoras de la Argentina y la demora con la que progresa la siembra de la segunda campaña de maíz en Brasil, donde el cereal está en lista de espera para entrar en los lotes que va liberando la soja.
Así están los suelos que recibirán las siembras de maíz y de soja desde inicios de abril. Dada la escasa disponibilidad de ambos granos que dejará la campaña 2020/2021 en los Estados Unidos, el mercado hará una fuerte vigilia en torno de los pronósticos y de su ocurrencia de los mismos en el territorio, porque el ciclo 2021/2022 no tiene permitido deslices productivos, más allá del aumento previsto de las áreas respectivas:
Resultó decepcionante el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 115.900 toneladas, por debajo de las 453.300 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 400.000 y 800.000 toneladas. El dato de color de ese trabajo fue que el organismo les puso destino a 1.046.000 toneladas de maíz anunciadas oportunamente hacia destinos desconocidos y ese destino fue: CHINA. Esto, que es usual con la soja y que ahora se replica con el cereal, vuelve a dejar en evidencia el rol que el coloso asiático asumió en el mercado de maíz.
Debe quedar en claro que más allá del sentimiento de decepción que afectó la rueda del jueves, la cuestión de fondo continúa mostrando un acelerado ritmo de ventas. Tan es así que al 25 de febrero el total de maíz comprometido ascendió al 59,12 millones de toneladas, equivalente al 89% de los 66,04 millones estimados por el USDA como las exportaciones para la campaña 2020/2021, que termina el 31 de agosto.
En cuanto al informe mensual que el USDA publicará el martes próximo, en LA PREVIA DEL USDA vemos que el promedio de las estimaciones privadas ubicó el stock final de maíz estadounidense en 37,34 millones de toneladas, por debajo de los 38,15 millones del reporte de febrero y un 23,42% debajo de los 48,76 millones dejados como remanente por la campaña 2019/2020.
TRIGO
Los precios del trigo evidenciaron estabilidad a lo largo de la semana en el mercado local. Para el Gran Rosario las ofertas de los exportadores se mantuvieron en 210 dólares por tonelada, valor que por acción de la devaluación de la moneda local implicó un paso de 18.820 a 18.936 pesos. Para Bahía Blanca se registró una mejora de 205 a 210 dólares por tonelada, mientras que para Necochea la propuesta se mantuvo en 190 dólares por tonelada.
Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 19.520, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 19.612 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos pasó de 265 a 268 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura. El valor FOB del trigo pan en el Golfo de México pasó 288,31 a 283,73 dólares por tonelada.
El saldo de la semana fue positivo para el trigo en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones marzo y julio sumaron un 1,15 y un 1,13%, luego de variar de 217 a 219,50 y de 221 a 223,50 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 3 de marzo y el 5 de abril deben salir del Gran Rosario, 157.250 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 63.700 toneladas, y desde Necochea, 31.950 toneladas.
Fue negativo el balance de la semana para los precios del trigo en el mercado estadounidense. En efecto, en Chicago las posiciones marzo y mayo resignaron un 0,15 y un 1,10%, tras pasar de 240,67 a 240,30 y de 242,60 a 239,94 dólares por tonelada. En Kansas, donde el cereal completó la segunda semana bajista, los mismos contratos perdieron un 1,20 y un 1,18%, al variar de 229,56 a 226,80 y de 232,86 a 230,11 dólares por tonelada.
Los principales fundamentos que pesaron sobre el mercado fueron la mejora en el estado de los cultivos de invierno en los países productores de trigo de la Unión Europea y de la zona del Mar Negro. En Rusia, Roman Vilfand, director científico del Centro Hidrometeorológico, indicó que el benévolo invierno mejoró significativamente la condición de los cultivos de invierno que sufrieron por el clima seco del otoño. Explicó que a principios de diciembre la proporción de cultivos en malas condiciones fue la más alta de los últimos siete años: alrededor del 22%. Ahora, esa condición disminuyó al 7-9%, frente al 4% de igual momento de 2020. Y en Ucrania, el jueves el gobierno estimó que la cosecha de trigo 2021/2022 oscilará entre 29 y 30 millones de toneladas, por encima de los 25,50 millones de la campaña precedente.
Como señalamos en el COMENTARIO DE CIERRE DEL MERCADO del viernes, la apreciación que registra el dólar frente al resto de las monedas relevantes para el comercio de materias primas golpea de manera particular al trigo estadounidense al quitarle competitividad frente a otros grandes exportadores.
En su informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos el USDA relevó ventas 219.200 toneladas, por encima de las 167.200 toneladas del reporte anterior y dentro del rango previsto por los operadores, de entre 100.000 y 500.000 toneladas.
Respecto de la expectativa del mercado frente al informe del martes, en LA PREVIA DEL USDA vemos que el promedio de las estimaciones privadas ubicó el stock final estadounidense 2020/2021 en 22,83 millones de toneladas, muy levemente por encima de los 22,76 millones de febrero, pero un 18,44% abajo del volumen remanente de la campaña 2019/2020, de 27,99 millones de toneladas.
Granar Research
Fuente: Granar
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