Desde hace al menos 3 años, ocurre un fenómeno que causa el despoblamiento y la muerte de las colmenas ubicadas en zonas ribereñas o de arroyos afluentes del río Uruguay. Se trata del denominado “Mal del Río”.
Es habitual que, en la zona noreste de Entre Ríos, los apicultores aposten sus colmenas en zonas cercanas a las riberas de los arroyos y río Uruguay, con el fin de aprovechar las floraciones que normalmente presentan la vegetación de la selva en galería o del monte nativo. Este manejo es precisamente planificado con el objetivo de multiplicar el número de colmenas y también en muchos casos obtener una cosecha de miel.
Pero la aparición del “Mal del río”, una afección que se produce en las colmenas, ha llamado la atención y preocupación de todos los actores del sector apícola.
Por este motivo, el lunes 16 de noviembre, INTA junto a la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la provincia de Entre Ríos organizaron una charla informativa con el objetivo de que los apicultores puedan identificar las causas del “Mal del Río” en el campo y en el ambiente como así también todos los síntomas que se observan en las colmenas y puedan alertar a las autoridades. La charla, brindada por la Méd. Vet. Natalia Messina y el Biól. Pablo Cavigliasso, ambos del INTA Concordia se puede ver en: https://www.youtube.com/watch?v=bfY4S6idBKg&t=781s
En el año 2016 un equipo de investigación de la República Oriental del Uruguay, liderado por el Dr. Biól. Ciro Invernizzi logró hacer una descripción y publicación de este mal. A partir de este trabajo, se sabe que el Mal del Río es causado por la interacción de la vegetación nativa de montes ribereños y una chicharra denominada Epormenis cestri. El resultado de esta interacción es la liberación por parte de estos insectos de unas sustancias denominadas mielatos que la abeja recolecta para utilizar como fuente de alimento para sus crías. Estos mielatos contienen un compuesto químico proveniente de la savia de los árboles que en muy pequeñas cantidades resulta tóxico para las crías de las abejas, las larvas de 1 día de edad son las que perecen. Como consecuencia de ello se produce una alteración en la continuidad de la población de abejas de la colonia.
Reconocimiento del “Mal del río”
En su etapa inicial se observa: una cría desordenada, poco uniforme (los que los apicultores denominan cría salteada), ausencia de las larvas más pequeñas, en las cámaras de cría aparición de celdas donde en lugar de postura las abejas comienzan a depositar polen y/o néctar. En una etapa posterior (ya avanzada la afección); solo se ve una escasa postura y cuadros de las cámaras de cría bloqueados de néctar y polen, despoblamiento, en lo sucesivo, y si el problema persiste, se puede encontrar las colmenas muertas.
En la Experimental del INTA Concordia, por tercer año consecutivo, se trabaja para determinar cuáles son las causas y características de esta afección en la zona. Esto se logra gracias al equipo de trabajo conformado por técnicos del Programa Nacional Apícola (PROAPI), especialistas de otras áreas de INTA, referentes regionales, profesionales de CONICET, la Coordinación de Apicultura de la provincia y el aporte invaluable y fundamental de los productores que aportan su experiencia, observaciones y muchas veces acercan muestras necesarias para continuar con las determinaciones.
Para la temporada 2020/2021, dichos referentes institucionales trabajaron en la planificación de diversas actividades apuntando a poder reunir más información y anticipar la aparición de este fenómeno. Gracias a estas acciones se pudo determinar la fecha de aparición de los primeros individuos de estas chicharras, al inicio de octubre y alertar a los apicultores, a través de las redes sociales principalmente y charlas.
Fuente: INTA por Natalia Messina, Pablo Cavigliasso
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