La semana en la que el USDA publicó sus primeras proyecciones sobre la campaña 2020/2021 y en la que se mantuvieron las hostilidades entre Estados Unidos y China, en medio de la pandemia global, terminó con fuertes bajas para los precios del trigo, que superaron el 4,2% en Chicago y el 5,8% en Kansas. Para la soja el saldo también fue negativo, con quitas en el orden del 1,4%, mientras que para el maíz, cuya cosecha próxima marcaría un volumen inédito en los Estados Unidos, con 406,29 millones de toneladas, el cierre semanal casi no mostró cambios, respecto de un nivel de precios que se mantiene muy bajo. En el mercado doméstico hubo pocos cambios para los precios de los granos.
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
Viernes 15 | Viernes 8 | Variación en % | |
Petróleo | 29,43 | 24,74 | +18,96 |
Dólar/Euro | 1,0812 | 1,0840 | -0,26 |
Real/Dólar | 5,8537 | 5,7319 | +2,12 |
Peso/Dólar* | 67,53 | 67,070 | +0,69 |
* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.
SOJA
La semana de negocios dejó pocos cambios para los precios de la soja en el mercado doméstico. Las ofertas de los compradores se mantuvieron estables en 215 dólares por tonelada para la zona del Gran Rosario y en 220 dólares para Necochea, mientras que para Bahía Blanca crecieron de 215 a 218 dólares por tonelada.
Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 13.842, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 13.939 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 211,40 dólares por tonelada, equivalentes a 14.302 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos bajó de 330 a 325 dólares por tonelada; el del aceite creció de 572 a 596 dólares, y el de la harina se mantuvo estable, en 320 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura.
En el Matba Rofex el balance semanal fue levemente alcista, dado que los ajustes de las posiciones mayo y julio de la soja crecieron de 217,50 a 220 y de 219 a 220,30 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 13 de mayo y el 17 de junio deben salir desde el Gran Rosario 391.950 toneladas de poroto de soja; 1.362.569 toneladas de harina y 305.950 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 477.200 toneladas de poroto y 19.800 toneladas de harina; desde Necochea, 297.439 toneladas de poroto, 21.293 toneladas de harina y 14.000 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 264.840 toneladas de poroto y 21.500 toneladas de harina.
Respecto de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el avance de la cosecha de soja sobre el 87,4% del área apta, tras un progreso semanal de 9,2 puntos, que llevaron el adelanto interanual hasta los 10,7 puntos. “A la fecha la totalidad del área de soja aún en pie ha culminado su desarrollo fenológico, fijando su potencial de rinde. El rinde medio nacional continúa cayendo, ubicándose esta semana en 30,3 quintales por hectárea. Respecto a la superficie aún en pie, restan recolectar poco más de 2 millones de hectáreas, de las cuales solo un 34% corresponden a lotes de primera, mientras que la superficie restante son cuadros de segunda, concentrados en su mayoría en la región bonaerense. La producción parcialmente acumulada se encuentra próxima a los 45 millones de toneladas y la proyección para el cierre de campaña se mantiene en 49,5 millones de toneladas”, dijo la Bolsa.
El martes, en su informe mensual, el USDA ajustó de 52 a 51 millones de toneladas el volumen de la producción de soja en la Argentina y de 8,20 a 8 millones el volumen de las exportaciones. Respecto de la lejana cosecha 2020/2021, el organismo la proyectó 53,50 millones y las ventas externas, en sólo 6,50 millones de toneladas.
Fue negativo el balance de la semana para los precios de la soja en la Bolsa de Chicago, donde los contratos julio y agosto perdieron un 1,41 y un 1,32%, tras pasar de 312,51 a 308,10 y de 313,06 a 308,92 dólares por tonelada. Las tensiones entre Estados Unidos y China fueron las responsables del cierre adverso de las cotizaciones de la oleaginosa, a partir de las amenazas de la Administración Trump por el tratamiento que el gobierno chino hizo de la pandemia, y de la posibilidad cierta de que la “fase uno” del acuerdo sea letra muerta en un papel si los compradores chinos optan por “administrar” los negocios de modo tal que resulten poco “constructivos” para las aspiraciones de reelección del presidente estadounidense, que se sustenta en buena medida en el “Voto Farmer”. La política continuará siendo un factor clave en los próximos meses para la formación de los precios de los granos en la plaza de Estados Unidos.
Y mientras las importaciones desde Estados Unidos siguen a cuentagotas, “administradas” (entre el martes y el jueves hubo negocios confirmados por 400.000 toneladas 20219/2020 y por 264.000 toneladas 2020/2021), China continúa haciendo compras récord de soja en Brasil, donde la persistente devaluación del real frente al dólar acentúan la competitividad de las materias primas brasileñas. En este sentido, sorprendió el martes que el USDA, en su informe mensual, elevara de 78,50 a 84 millones de toneladas su previsión sobre las exportaciones brasileñas de poroto de soja 2019/2020, dado que en Brasil las proyecciones privadas la ubican en un rango de 75 a 77 millones de toneladas. Si lo pronosticado por el USDA fuera cierto –se podría dar sólo resignando molienda–, la suerte para los precios de la oleaginosa en Chicago parecería estar echada para el corto/mediano plazo. En el mismo “revoleo por fin de temporada”, el organismo elevó de 89 a 92 millones de toneladas las importaciones chinas y redujo de 48,31 a 45,59 millones las exportaciones estadounidenses.
Para complementar los números de la campaña 2019/2020, el USDA elevó de 13,07 a 15,79 millones de toneladas las existencias finales de Estados Unidos y las dejó arriba de los 13,47 millones previstos por el mercado.
En cuanto a las proyecciones 2020/2021, proyectó la producción de soja estadounidense en 112,26 millones de toneladas, por encima de los 96,79 millones del ciclo anterior, pero levemente debajo de los 112,67 millones previstos por los privados. Para arribar a dicho volumen estimó la superficie sembrada en 33,79 millones de hectáreas y el área que será cosechada en 33,51 millones, contra los 30,80 y los 30,35 millones de hectáreas de la temporada precedente. El rinde promedio lo calculó en 33,49 quintales por hectárea, contra los 31,88 quintales de la campaña precedente y en absoluta sintonía con los 33,49 quintales estimados por los operadores. Acerca del resto de las variables, y con el ajuste de las existencias iniciales de 13,07 a 15,79 millones, el USDA estimó la molienda en 57,97 millones y el uso total en 61,64 millones. Las exportaciones las ubicó en 55,79 millones de toneladas, poco más de 10 millones arriba de las previstas para el ciclo anterior. El stock final fue proyectado en 11,03 millones de toneladas, debajo de los 11,76 millones calculados por los operadores.
Está claro que la aspiración oficial de lograr un aumento intercampaña de las exportaciones de poroto de soja de un 22,37% depende del cumplimiento del acuerdo con China, por lo que resulta un dato que, como destacamos anteriormente, estará atado a la política, más que a las condiciones de mercado. Sobre todo si, como lo pronostican los propios técnicos del USDA, Brasil logra una cosecha 2020/2021 de 131 millones de toneladas. Y, más allá de la esperanza de que China salte a comprar 96 millones de toneladas.
En cuanto a los cultivos, el lunes el USDA relevó el avance de la siembra de soja sobre el 38% del área prevista, por encima del 23% de la semana pasada; del 8% de igual momento de 2019, y del 23% promedio. El dato oficial resultó menor que el 42% previsto por los operadores. En Illinois y en Iowa, los dos principales Estados productores de la oleaginosa la siembra pasó del 31 y del 46% de la semana pasada al 43 y al 71%, contra el 3 y el 12% de igual momento del año pasado y frente al 25 y al 24% promedio de las últimas cuatro campañas. El USDA agregó que emergió el 7% de las plantas, frente al 1% de igual momento de 2019 y al 4% promedio. El viernes los operadores estimaron un progreso de la siembra sobre el 55% de la superficie prevista.
Fue neutral para el mercado de soja el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos. El jueves el USDA relevó ventas de poroto de soja 2019/2020 por 655.500 toneladas, volumen similar al del reporte anterior, de 653.100 toneladas, pero lejano del máximo esperado por los operadores, en un rango que fue de 500.000 a 1.000.000 de toneladas. Los negocios 2020/2021 fueron relevados en 440.000 toneladas, por encima de las 177.500 toneladas de la semana pasada y dentro del rango calculado por el mercado, de entre 200.000 y 500.000 toneladas.
Lógicamente, muchos esperarían ver en estos espacios de análisis lecturas más alentadoras sobre el devenir de los precios. Y, claro, mañana Trump podría desandar sus pasos en su enfrentamiento con China y los chinos podrían volcarse masivamente a comprar productos estadounidenses. Y los precios subirían. Pero hoy no hay la más mínima evidencia, siquiera para elucubrar con un escenario como ese. Fundar decisiones sobre lecturas voluntaristas nunca será una práctica sustentable.
MAÍZ
En el mercado local de maíz disponible hubo estabilidad para las ofertas hechas por los exportadores para Bahía Blanca, con 130 dólares por tonelada. El mismo valor fue ofertado desde el miércoles para Necochea, mientras que para el Gran Rosario las propuestas de los compradores retrocedieron de 125 a 120 dólares por tonelada.
Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 7777, mientras que para el inicio de la nueva semana fue fijado en 7787 pesos. Tras una semana sin relevamiento de ofertas, la BCBA informó que durante el segmento comercial que aquí reseñamos las propuestas de los consumos oscilaron de 8250 a 8500 pesos por tonelada, según calidad, condición, procedencia y forma de pago. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos bajó de 147 a 146 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura.
Levemente bajista resultó el balance semanal para los precios del maíz en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones julio y septiembre descendieron de 119,70 a 118,50 y de 122 a 121 dólares por tonelada.
En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 13 de mayo y el 17 de junio deben salir desde el Gran Rosario 1.403.757 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 677.699 toneladas; desde Necochea, 59.781 toneladas, y desde otros puertos, 56.975 toneladas.
En cuanto a los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 40% del área apta, tras un progreso semanal de 1,8 puntos, que bastó para mantener un adelanto interanual de 6 puntos. “Durante la última semana se inició la recolección de los primeros cuadros tardíos y de segunda ocupación. Gran parte de los avances se registraron en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y de La Pampa. El rinde medio nacional a la fecha se ubica en 91,8 quintales por hectárea, luego de cosecharse cerca de 2,5 millones de hectáreas. Bajo este escenario, mantenemos la proyección de producción en 50 millones de toneladas”, dijo la entidad.
En su informe mensual, el martes el USDA mantuvo su previsión de cosecha argentina de maíz en 50 millones de toneladas, pero elevó de 33,50 a 34 millones el volumen de las exportaciones. Acerca del ciclo 2020/2021, proyectó la producción en 50 millones de toneladas y las ventas externas, en 34 millones.
Los precios del maíz cerraron la semana casi sin cambios en la Bolsa de Chicago. En efecto, la posición julio quedó sin variantes, con un ajuste de 125,68 dólares por tonelada, mientras que el contrato septiembre resignó un 0,54%, al pasar de 127,85 a 127,16 dólares por tonelada. El nivel deprimido de sus cotizaciones fue la mejor explicación para la relativa estabilidad semanal, que si bien podría atribuirse al hecho de que el USDA proyectó un volumen de existencias finales 2020/2021 inferior al calculado por el mercado, no resultaría muy lógico evaluar como algo “positivo” un stock de 84,28 millones de toneladas, un 58,12% superior al del ciclo precedente.
En el detalle del informe mensual, el USDA ajustó de 347,78 a 347,05 millones de toneladas el volumen de la cosecha 2019/2020; elevó de 144,15 a 144,79 millones el uso forrajero, pero redujo de 308,37 a 306,21 millones el uso total, por otro recorte en el uso para etanol, de 128,28 a 125,73 millones. Las exportaciones fueron elevadas de 43,82 a 45,09 millones y las existencias finales fueron levemente elevadas, de 53,15 a 53,30 millones, por lo que quedaron debajo de los 57,86 millones calculados por los privados.
Y respecto del ciclo 2020/2021, el USDA proyectó la cosecha estadounidense en 406,29 millones de toneladas, por encima de los 347,05 millones del ciclo precedente y de los 400,04 millones previstos, en promedio, por los privados. El organismo estimó la superficie sembrada en 39,25 millones de hectáreas y el área que será cosechada en 36,26 millones, frente a los 36,30 y a los 32,98 millones de hectáreas de la campaña anterior. El rinde promedio lo calculó en 112,04 quintales por hectárea, contra los 105,45 quintales de la campaña precedente y los 111,53 quintales estimados por los operadores.
En cuanto al resto de las variables comerciales, estimó el uso forrajero en 153,68 millones de toneladas y el uso total en 321,33 millones, con un uso para etanol proyectado en 132,09 millones. Las exportaciones fueron previstas en 54,61 millones, unos 9,52 millones por encima de las ventas 2019/2020, y las existencias finales del nuevo ciclo fueron calculadas por el USDA en 84,29 millones de toneladas, debajo de los 86,62 millones estimados por los privados.
En cuanto al uso para etanol, en medio de la crisis que atraviesa el sector por el derrumbe del consumo de combustibles tras las medidas tomadas para intentar contener la pandemia de coronavirus, vale agregar que los 132,09 millones de toneladas proyectados por el USDA representan el 32,5% del volumen de la cosecha, contra el 36,2% del ciclo 2019/2020 (125,73 millones, de 347,05 millones). En la campaña 2018/2019 la relación fue del 37,5% (136,61 de 364,25); en la 2017/2018, del 38,4% (142,37 de 371,08), y en la 2016/2017, del 35,9% (137,98 de 384,77). Quizás estas cifras ayuden a comprender mejor el peso específico de la demanda de la industria del biocombustible.
El repunte muy parcial del valor del petróleo descomprime mínimamente la situación de la industria, que igualmente deberá esperar por una normalización en la demanda de combustibles, poco probable en el corto plazo mientras el Estado de Nueva York prolonga la cuarentena hasta el 28 del actual, medida que probablemente tomen otros puntos del país. Además, restará ver si las refinerías continúan con sus pedidos a la Agencia de Protección Ambiental estadounidense para ser eximidas de la obligatoriedad del corte con etanol o biodiésel, cuestión que antes de la llegada de la pandemia ya “enfermaba” al sector de los biocombustibles estadounidenses.
Y en cuanto a los cultivos, que es otro factor de presión bajista por el rápido avance de las siembras, el lunes el USDA relevó el progreso de la implantación de maíz sobre el 67% del área prevista, por delante del 51% de la semana pasada; del 28% de 2019 para la misma fecha, y del 56% promedio de los últimos cuatro ciclos comerciales. El dato oficial quedó por debajo del 71% previsto en promedio por los privados. En Iowa e Illinois, los principales Estados productores de maíz, las siembras progresaron desde el 78 y el 56% de la semana pasada al 91 y al 68%, frente al 45 y al 11% de igual fecha del año pasado y ante el 66 y el 66% promedio, respectivamente. Además, el organismo indicó que emergió el 24% de las plantas, frente al 8% de la semana pasada; al 9% de igual momento del año pasado, y al 22% promedio de las últimas cuatro campañas. El viernes los operadores estimaron un avance de las tareas sobre el 80% de la superficie pronosticada.
Respecto del clima, para la nueva semana se pronosticaron temperaturas por encima de los registros usuales para buena parte de las zonas agrícolas del Medio Oeste de los Estados Unidos, mientras que las lluvias se ubicarían debajo de las marcas consideradas normales. De registrarse este cuadro, y pese a que los suelos hasta el momento están mayormente con buenas reservas, podría dar lugar a la acción de los especuladores e inaugurar el tiempo del “mercado climático”, con algún repunte en los valores. La realidad marca que las condiciones secas deberían mantenerse por más de una semana para poder dar lugar a la preocupación agronómica, pero esa no es una materia que a los fondos de inversión los ocupe en este período del mercado, donde los cambios de tendencia suelen ser súbitos.
Fuente: Granar