Molino Cañuelas, más cerca de la liquidación de activos

El principal molino harinero de la Argentina acumula deudas por u$s1.400 millones. Ofreció a los bancos acreedores un acuerdo extrajudicial para tomar el 80% del capital social, pero lo rechazaron.

Los bancos acreedores no le pierden pisada a Molino Cañuelas, la agroindustria de capitales nacionales y mayor procesador de trigo de la Argentina que no logra salir de su laberinto. La quiebra o liquidación de activos está cada vez más cerca.

Según adelantaba Ámbito Financiero en ediciones pasadas, el plan de la empresa que acumula deudas por alrededor de u$s1.400 millones era ceder el 80% de su capital social a sus bancos acreedores, aunque mantendría un lugar en la gerencia de la compañía que tiene 21 plantas industriales en el país. Lo cierto es que este proyecto, hasta el momento, tampoco llegó a buen puerto por lo que las opciones serían cada vez más escasas para la firma comandada por la familia Navilli.

Si bien desde la empresa explican que continúan operando con normalidad y que todas sus plantas están operativas, la cuestión financiera no puede dejarse de lado porque actualmente sus pasivos superan ampliamente los activos y Molino Cañuelas tampoco está contando con financiación para conseguir capital de trabajo que sería utilizado para apalancar su operatoria. Esto en la práctica es una “quiebra técnica”.

El default de Molino Cañuelas se remonta a mediados de 2018. En aquel momento anunció que planeaba reestructurar una deuda superior a los u$s760 millones, pero este proyecto no logró el visto bueno de todos sus acreedores. Incluso el Banco Macro le pidió formalmente la quiebra.

Meses después, en marzo de 2019, consiguió un salvavidas del banco estatal BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior), quien le concedió un crédito que fue íntegramente destinado a capital de trabajo. Incluso en aquel momento desde Molino Cañuelas detallaban que esa línea de crédito fortalecería “la operatoria y el capital de trabajo en el período de inicio de cosecha y de transición hasta la formalización del principio de acuerdo”.

En tanto, en noviembre de 2019, el mismo BICE reconocía, según se desprende de una de sus actas de directorio, que Molino Cañuelas también estaba en mora con la entidad y así lo detalla: “El BICE es acreedor de MOLCA (Molinos Cañuelas), que actualmente tiene una deuda vencida y en mora a u$s3,33 millones aproximadamente (prefinanciación que en origen ascendía a u$s5 millones) y u$s11,2 millones, con privilegio (Prenda). Además posee tres operaciones de prefinanciación con garantía de warrants en trámite de regularización mediante la entrega de cheques de pago diferido librados por terceros como dación en pago. Según lo informado por la empresa presentaría un APE (Acuerdo Preventivo Extrajudicial) dirigido a los acreedores (previsto en principio para septiembre/octubre 19) el que prevé una quita del 50%. Pero a la fecha no hay certeza de si efectuará su presentación”.

A partir de aquí entra en escena la figura de liquidación de activos o quiebra de Molino Cañuelas, que incluso traería aparejada una puja entre los bancos acreedores y así lo detalla el BICE: “El IFC, Rabobank, Ciudad y Deutsche tienen créditos con privilegio. En virtud de que los tres primeros tienen prenda además de hipoteca, pretenden obtener un mayor porcentaje de recupero en un eventual escenario de liquidación. Al respecto el BICE manifestó que, en relación con su crédito con garantía, no aceptará acuerdos que no observen la igualdad entre la misma categoría de acreedores”.

Además del BICE, el IFC, Rabobank y Ciudad, la empresa hoy tiene deuda con más de una decena de bancos. Según consta en los registros oficiales del Banco Central, la deuda local asciende a poco más de $19.100 millones. Sus principales acreedores locales son el Banco Nación, HSBC, Santander y Provincia.

En este marco, Aldo Navilli, dueño de la empresa y cabeza de la familia controlante, está negociando cuerpo a cuerpo con las entidades locales, pero según marcan en el sector financiero, el acuerdo extrajudicial es hoy prácticamente una utopía. En paralelo las entidades del exterior presionan para la pronta liquidación de activos, y ese sería hoy el escenario más factible para una de las alimenticias más importantes del mercado local y principal molino harinero de la Argentina.

Fuente: ámbito.com por Yanina Otero

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