Panorama Agrícola Semanal

La semana en la que finalmente Estados Unidos y China firmaron la “fase uno” del acuerdo comercial dejó bajas superiores al 1,7% para la soja y leves mejoras para el maíz y para el trigo. El texto del acuerdo dejó más dudas que certezas entre los operadores estadounidenses, que siguen sin tener en claro qué, cuándo y cuánto comprará China. El inicio de la cosecha de soja en Brasil y la devaluación del real sumaron presión a las cotizaciones de la oleaginosa. En el mercado local se destacó la firmeza de los precios del maíz y del trigo, con un contexto de baja oferta.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

  Viernes 17 Viernes 10 Variación en %
Petróleo 58,54 59,04 -0,85
Dólar/Euro 1,1089 1,1120 -0,28
Real/Dólar 4,1615 4,0980 +1,55
Peso/Dólar* 59,805 59,619 +0,31

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

Con mayoría de bajas y volúmenes comercializados exiguos se desarrolló la semana de negocios para la soja disponible en el mercado local. Las ofertas por el grano con entrega inmediata sobre el Gran Rosario bajaron de 265 a 260 dólares por tonelada. Para Necochea sólo hubo propuestas el lunes y el martes, con 245 dólares por tonelada, mientras que para Bahía Blanca no hubo interesados.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 15.249, mientras que para el lunes fue fijado en 15.306 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 253,80 dólares por tonelada, equivalentes a $ 15.223. El valor FOB en los puertos argentinos bajó de 371 a 362 dólares por tonelada.

En cuanto a la soja de la próxima cosecha, para las entregas entre abril y mayo, las ofertas retrocedieron de 240 a 235 dólares por tonelada para el Gran Rosario, mientras que para Bahía Blanca y para Necochea se mantuvieron en 230 dólares por tonelada. El balance semanal dejó ligeras bajas en el Matba Rofex, dado que los ajustes de las posiciones enero y mayo retrocedieron de 267 a 265 y de 237,50 a 236,30 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 15 de enero y el 6 de febrero deben salir desde el Gran Rosario 1.292.667 toneladas de harina y 239.620 toneladas de aceite, y desde otros puertos, 5000 toneladas de poroto y 10.000 toneladas de harina.

Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) redujo de 17,5 a 17,4 millones de hectáreas la superficie que será sembrada con soja y relevó el avance de la implantación sobre el 95,3% de esta nueva área. “Debido al retraso ocasionado por la falta de condiciones al inicio de la ventana de siembra, junto con la tardía liberación de lotes de trigo, no se pudo concretar la superficie prevista de soja de segunda en amplios sectores del sur de Buenos Aires”, indicó la Bolsa.

El miércoles, en su informe mensual de estimaciones agrícolas, la BCR indicó que la soja se recompuso y tiene buenas chances de completar las siembras pendientes. “Faltan 500.000 hectáreas para terminar la siembra en 17,7 millones de hectáreas. El regreso de las lluvias es una gran noticia para la oleaginosa. De todas formas, hay zonas con incertidumbres, como el norte de Córdoba y el sur bonaerense. Se ha producido un cambio notable de escenario. El cultivo muestra signos de recomposición tras el estrés térmico y la falta de agua que se agudizó en pleno diciembre. La condición del cultivo es buena a muy buena tras los últimos eventos de lluvias que tienden a enmarcar a la campaña en un ambiente de alta productividad. La oleaginosa tiene buenas chances de superar los 54 millones de toneladas”, proyectó la entidad.

 

La semana en la que finalmente se firmó la “fase uno” del acuerdo entre Estados Unidos y China los precios de la soja cerraron con saldo negativo. En efecto, las posiciones marzo y mayo de la oleaginosa perdieron un 1,72 y un 1,67%, al pasar de 347,60 a 341,62 y de 352,37 a 346,49 dólares por tonelada. Las altas expectativas suscitadas entre los operadores antes de la rúbrica del acuerdo contrastaron con la letra fría conocidas tras el cónclave desarrollado el miércoles, del que no participó el presidente de China, Xi Jinping.

Según el texto del acuerdo, China se comprometió a realizar compras de productos agropecuarios estadounidenses por US$ 32.000 millones en los próximos dos años, que serán adicionales a los US$ 24.000 millones que representaron los negocios en 2017, antes del inicio de la guerra comercial. Así, siempre por encima de esa base de US$ 24.000 millones, para 2020 las compras china representarían US$ 12.500 millones y para 2021, US$19.500 millones.

El problema surgió con la imposición de unas pocas palabras, que son sumamente lógicas, pero que para los operadores estadounidenses fueron sinónimo de incertidumbre. Ocurre que los negociadores chino lograron dejar por sentado que sus compras se harán “según las condiciones del mercado”. Esto quiere decir que los compradores hará negocios cuando éstos le resulten beneficiosos. Además, el propio viceprimer ministro de China, Liu He, aseguró que el resto de los proveedores de China “no se verán afectados por el acuerdo comercial, ya que las compras se basarán en los principios del mercado”.

Entonces, las preguntas clave que los operadores vienen repitiendo como una letanía (¿qué comprarán? ¿cuándo comprarán? ¿cuánto comprarán?) se quedaron sin respuestas. Es más, ahora China les está diciendo que ellos deberán hacer competitivos los precios de las mercaderías si las quieren colocar en los puertos chinos. Esto aplica tanto para la soja como para el resto de los productos.

Para el caso particular de la soja estadounidense el problema adicional es Brasil, que acaba de iniciar su proceso de cosecha, con la expectativa de levantar un volumen récord, que el mercado prevé en 123 millones de toneladas, pero que algunos, como AgRural, ya la calculan por encima de esa marca. En efecto, el lunes la consultora elevó su proyección de 122,20 a 123,90 millones de toneladas. Esto hace que la oferta brasileña resulte por estos días la más atractiva para los compradores chinos que, de hecho, vienen aprovechando estas “condiciones del mercado”.

El presidente de la Asociación Brasileña de Comercio Exterior, José Augusto de Castro, minimizó el viernes las preocupaciones por el acuerdo entre Estados Unidos y China, y dijo que los términos finales del acuerdo fueron menos preocupantes de lo esperado inicialmente. “El mensaje dado es que ellos (los chinos) van a comprar soja al menor costo, al precio más bajo, y en este caso la soja brasileña es la más competitiva”, aseguró. Las palabras del empresario brasileño se complementan con la devaluación del real frente al dólar –durante la semana fue del 1,55%–, que les aportó aún más competitividad a las exportaciones.

Desde el martes (el lunes es feriado en los Estados Unidos por la conmemoración del legado de Martin Luther King) el mercado hará un seguimiento de las eventuales compras chinas tanto en Estados Unidos como en Brasil, y comenzará a sumar al análisis las proyecciones para las siembras de granos gruesos estadounidenses en la campaña 2020/2021.

Por último, fue neutro para el mercado de soja el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el jueves el USDA relevó negocios por 711.500 toneladas, por encima de las 355.500 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango esperado por el mercado, de entre 400.000 y 800.000 toneladas.

MAÍZ

Resultó positiva la semana para los precios del maíz argentino, con propuestas de los exportadores por el grano disponible que crecieron de 152 a 160 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario; de 160 a 170 dólares para Bahía Blanca, y de 130 a 150 dólares para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 8917, mientras que para el lunes fue fijado en 9226 pesos. Las ofertas de los consumos relevadas por la BCBA se ubicaron entre 9600 y 10.200 pesos por tonelada, según condición, calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB en los puertos argentinos creció de 182 a 190 dólares por tonelada.

La tónica positiva comprendió también al maíz de la próxima cosecha, dado que las ofertas crecieron de 145 a 150 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 160 a 165 dólares para Bahía Blanca, y de 135 a 140 dólares para Necochea. En el Matba Rofex los ajustes de las posiciones enero y abril subieron de 154 a 157 y de 145,50 a 148 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 15 de enero y el 6 de febrero deben salir desde el Gran Rosario 697.550 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 187.100 toneladas, y desde Necochea, 28.936 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la siembra de maíz para grano comercial sobre el 91% de los 6,3 millones de hectáreas previstos, luego de un progreso semanal de 2,8 puntos, que contribuyó para mantener un adelanto interanual de 1,6 puntos. “La incorporación de lotes se concentró en el norte del área agrícola nacional. Las lluvias relevadas en las regiones NOA y NEA mejoraron las reservas hídricas y promovieron las tareas de siembra”, dijo la entidad.

En su informe mensual, la BCR indicó que la primera estimación nacional para la cosecha de maíz “es de 49 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más de lo que se esperaba un mes atrás. Será la segunda mejor campaña maicera de Argentina”. La entidad explicó que en 20 días la campaña “resurgió tras una sequía de 6 meses. Cuatro grandes eventos de lluvias salvaron la cosecha de un fracaso productivo. Si no se hubieran producido, la Argentina habría perdido entre 5 a 10 millones de toneladas de maíz”. En su trabajo, la BCR señaló que el cambio de escenario productivo “permite estimar el rinde nacional del maíz en 80,1 quintales por hectárea, 5 quintales por encima del promedio de los últimos 5 años”. Y detalló que la siembra cayó respecto del último ciclo en un 1,5%, hasta los 6,9 millones de hectáreas –6,1 millones para cosecha comercial–. “Las próximas 3 semanas son muy importantes. Junto con las condiciones medio ambientales de los próximos meses para las siembras tardías, pueden determinar ajustes sobre las cifras de rinde y producción”, concluyó la BCR.

 

Gracias a las subas del viernes, que superaron el 3,6%, el maíz terminó la semana con leves alzas en la Bolsa de Chicago. En efecto, las posiciones marzo y mayo del cereal sumaron un 0,91 y un 0,63%, al pasar de 151,86 a 153,24 y de 154,62 a 155,60 dólares por tonelada. El repunte de la última rueda compensó las bajas del 3,1% registradas el jueves, cuando los fondos de inversión liquidaron contratos y los operadores expresaron todas sus “incertidumbres” respecto de las implicancias del acuerdo firmado entre Estados Unidos y China, en cuanto a todo lo analizado en el espacio de la soja (¿qué, cuándo y cuánto comprarán?).

Pero, fueron esas bajas las que provocaron el repunte un día después, porque “vaciaron” de oferta el mercado y porque generaron el interés de la demanda, al ver el valor del maíz estadounidense como uno de los más competitivos. Justamente lo que China denominó en el acuerdo como “condiciones del mercado” para comprar. Durante la rueda del viernes se desató una “batalla” de rumores, con interés de compradores de Japón, Corea del Sur y, claro, de China.

Esos rumores, que impulsaron recompras de contratos y que obligaron a los interesados a subir la apuesta para intentar hacer retornar al mercado a los productores que el jueves retiraron sus granos de la vidriera, ahora deberán encontrar confirmaciones en la página donde el USDA releva las nuevas ventas. De lo contrario, la decepción podría provocar otro revés a los precios en el transcurso de la semana.

Resultó positivo para el mercado de maíz el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 784.800 toneladas, por encima de las 161.900 toneladas del trabajo precedente y del rango previsto por el mercado, de entre 300.000 y 700.000 toneladas. El organismo también confirmó negocios por 207.000 toneladas de maíz 2020/2021.

TRIGO

Los precios del trigo local terminaron la semana con saldo positivo. Las propuestas de los exportadores por grano disponible crecieron de 180 a 190 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario y para Bahía Blanca, en tanto que para Necochea mejoraron de 180 a 185 dólares por tonelada. Para las entregas diferidas entre febrero y marzo el rango de precio ofrecidos fue de 190 a 200 dólares por tonelada.

Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 11.251, mientras que para el lunes fue fijado en 11.257 pesos. El rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA pasó de 10.700/12.400 a 10.900/13.000 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB del trigo pan en los puertos argentinos para los embarques en enero creció de 211 a 230 dólares por tonelada.

La tendencia positiva de los precios se reflejó también en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones enero y marzo aumentaron de 194 a 202 y de 197,20 a 204,50 dólares por tonelada. Para el contrato julio la mejora fue de 203 a 210 dólares. Así, el pase entre enero y mayo se acortó de 9,50 a 8 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 15 de enero y el 6 de febrero deben salir desde el Gran Rosario 824.500 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 204.205 toneladas; desde Necochea, 199.803 toneladas, y desde otros puertos, 151.540 toneladas.

Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA dio por terminada la cosecha 2019/2020 de trigo. “Si bien restan algunas hectáreas en el sudeste bonaerense, que se estarán recolectando en los próximos días, su aporte no tiene impacto significativo en el volumen producido. Las pérdidas de área fueron de alrededor del 2,5% del total, con más de un 20% de las mismas concentradas en el sudoeste de Buenos Aires-sur de La Pampa, debido a los déficits hídricos predominantes durante prácticamente todo el ciclo del cultivo. En cuanto a los rendimientos, los cuales superaron las expectativas en la mayoría de los casos, promediaron a nivel nacional los 29,2 quintales por hectárea y ubicaron la producción actual de 18,8 millones de toneladas, un 1% abajo de la producción récord histórica”, dijo la entidad.

Un día antes, la BCR indicó en su informe mensual que “el final de la cosecha triguera afirma el récord productivo de 19,50 millones de toneladas”. Y agregó que con el 100% de la cosecha terminada, “se afianzan los rendimientos estimados. Se mantienen los resultados con un promedio nacional de 29,9 quintales por hectárea, aunque seguirán las revisiones. Hubo algunos cambios menores de rindes: Buenos Aires se ajustó con una pequeña baja por los pobres resultados del suroeste. Pero los mejores resultados de Córdoba y de Entre Ríos contienen la caída”.

El balance de la semana fue positivo para los precios del trigo en la Bolsa de Chicago, donde los contratos marzo y mayo sumaron un 1,06 y un 0,84%, al pasar de 207,42 a 209,62 y de 208,15 a 209,90 dólares por tonelada. En la Bolsa de Kansas, en cambio, el cierre semanal dejó bajas muy ligeras, dado que las mismas posiciones resignaron un 0,10 y un 0,15%, tras variar de 181,79 a 181,61 y de 184,55 a 184,27 dólares por tonelada.

Las mejoras registradas en Chicago fueron, principalmente, producto de las subas que el maíz experimentó en la rueda del viernes, que “movilizó” el apetito de los fondos de inversión que dominan las oscilaciones de ese mercado. Mientras que para Kansas ese impulso alcista no alcanzó a compensar las bajas del jueves ni la toma de ganancias tras las mejoras superiores al 4% acumuladas durante el segmento anterior.

Pero el contexto continúa siendo auspicioso para el mercado del grano fino de cara a la nueva campaña 2020/2021, dado las menores siembras de variedades de invierno en los Estados Unidos y en la Unión Europea. En ese sentido, el viernes la agencia Reuters difundió un trabajo de la firma Sigma Conseil, que relevó con operadores y empresas las siembras de invierno en Francia, el principal país productor de trigo del bloque europeo. Y según ese reporte, la implantación de trigo cayó un 10% respecto del año anterior, a un mínimo en 19 años, con 4,47 millones de hectáreas implantadas. Los excesos de lluvias fueron los que condicionaron los trabajos de campo. Si bien no se aportaron cifras, las siembras en Gran Bretaña habrían sufrido las mismas consecuencias por las adversas condiciones climáticas.

En su informe, Sigma Conseil proyectó la producción francesa de trigo blando de 2020 en 33,3 millones de toneladas, por debajo de los 39,5 millones de 2019, que resultó el segundo más grande en el país. Para esta perspectiva de producción se utilizó un rendimiento de 7,45 toneladas por hectárea, valor que representa un promedio de los últimos años, excluyendo mínimos y máximos.

Por último, el jueves fue positivo el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses de trigo, pero su impacto fue eclipsado por las fuertes bajas que experimentó el maíz ese día, arrastrando al grano fino tras de sí. Según el USDA las ventas semanales de trigo sumaron 650.600 toneladas, por encima de las 80.600 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 200.000 y 500.000 toneladas.

Fuente: Granar

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