Como dato destacado de la semana de negocios en Estados Unidos quedó el repunte superior al 4% de los precios del trigo en la Bolsa de Kansas, por la especulación, primero, y por la confirmación, el viernes, de la caída del área destinada a las variedades de invierno estadounidenses que, junto con las malas condiciones en las que transita la campaña en la Unión Europea, configuran un eje de atención importante para los próximos meses, dado que estas variedades son las que aportan el mayor volumen a la cosecha general del grano fino. En Chicago las mejoras superaron el 1,5% y consolidaron al trigo arriba de los 200 dólares por tonelada. Para la soja hubo ligeras subas, que no alcanzaron el 0,50%, mientras que el maíz registró ligeras bajas. En ambos casos, se mantiene la expectativa en torno del eventual interés chino por comprar productos agrícolas de Estados Unidos, pero en los hechos, la “fase uno” del acuerdo no tuvo correlato comercial, aún. En el mercado local los precios evidenciaron una firmeza general, aunque los volúmenes comercializados se mantuvieron en niveles de moderados a bajos.
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
Viernes 10 | Viernes 3 | Variación en % | |
Petróleo | 59,04 | 63,04 | -6,36 |
Dólar/Euro | 1,1120 | 1,1162 | -0,38 |
Real/Dólar | 4,0980 | 4,0669 | +0,76 |
Peso/Dólar* | 59,619 | 59,615 | +0,01 |
* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.
SOJA
Mayormente positivo resultó el balance de la semana para los precios de la soja en el mercado disponible local, donde las ofertas de las fábricas para la zona del Gran Rosario crecieron de 250 a 265 dólares por tonelada. En Necochea el valor de la oleaginosa se mantuvo estable, en 245 dólares por tonelada, mientras que para Bahía Blanca persistió la ausencia de ofertas.
Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 15.328, mientras que para el lunes fue fijado en 15.511 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 252 dólares por tonelada, equivalentes a $ 15.071. El valor FOB en los puertos argentinos pasó de 370 a 371 dólares por tonelada.
En cuanto a la soja de la próxima cosecha, para las entregas entre abril y mayo, las propuestas de los compradores subieron de 235 a 240 dólares por tonelada para el Gran Rosario, en tanto que se mantuvieron en 230 dólares para Bahía Blanca y para Necochea. El saldo fue positivo en el Matba Rofex, dado que los ajustes de las posiciones enero y mayo crecieron de 259,50 a 267 y de 237,10 a 237,50 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 8 y el 30 de enero deben salir desde el Gran Rosario 862.845 toneladas de harina y 234.657 toneladas de aceite; desde Necochea, 120.502 toneladas de poroto, y desde otros puertos, 30.000 toneladas de poroto.
Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el avance de la siembra de soja sobre el 92,2% de una superficie que fue ajustada de 17,7 a 17,5 millones de hectáreas. El recorte respondió a la “imposibilidad de incorporar unas 200.000 hectáreas sobre el sur de Buenos Aires, por falta de humedad superficial en lotes de segunda ocupación”, dijo la entidad. Añadió que los mayores progresos intersemanales fueron registrados en el NEA y en el centro de Buenos Aires.
El viernes, en su informe mensual, el USDA mantuvo sin cambios sus proyecciones sobre la cosecha y las exportaciones de soja de la Argentina, en 53 y en 8,20 millones de toneladas, respectivamente.
Los precios de la soja cerraron la semana con subas muy ligeras en la Bolsa de Chicago, donde los contratos marzo y mayo sumaron un 0,48 y un 0,39%, al pasar de 345,94 a 347,60 y de 351 a 352,37 dólares por tonelada. La última confirmación por parte del USDA de compras chinas data del 23 de diciembre último. Entonces, el mercado apuesta por “el derrame” de la “fase uno” del acuerdo entre Estados Unidos y China, que según Trump se firmaría el miércoles próximo, pero la realidad no contribuye para que esa apuesta prolongue su estadía sobre el paño de la ruleta comercial que a diario gira en Chicago.
En este sentido, volvió a ser negativo para el mercado de la soja el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el viernes el USDA relevó ventas de poroto de soja por 355.500 toneladas, por encima de las 330.300 toneladas del reporte anterior, pero por debajo del rango calculado por los operadores, de 400.000 a 800.000 toneladas. El organismo agregó que estas ventas semanales se ubicaron “un 59% abajo del promedio de 4 las semanas precedentes”.
El nuevo informe mensual del USDA tampoco resultó alcista para la formación de los precios de la soja, dado que las cifras oficiales quedaron por encima de las esperadas por el mercado. En efecto, el organismo calculó el volumen de la cosecha 2019/2020 de los Estados Unidos en 96,84 millones de toneladas, por encima de los 96,62 millones del reporte de diciembre y de los 95,58 millones previstos, en promedio, por los operadores. Para llegar a dicho volumen, el organismo elevó el rinde promedio estadounidense de 31,54 a 31,88 quintales por hectárea, contra los 31,34 quintales pronosticados por los privados, y redujo la superficie efectivamente cosechada, de 30,60 a 30,35 millones de hectáreas, con lo que la ubicó debajo de los 30,54 millones augurados por los operadores.
Y en el resto de las variables comerciales de los Estados Unidos, el USDA redujo levemente de 24,85 a 24,74 millones de toneladas el volumen del stock inicial y de 540.000 a 410.000 toneladas las importaciones; mantuvo la molienda en 57,29 millones; redujo mínimamente el uso total, de 60,78 a 60,77 millones, y sostuvo en 48,31 millones las exportaciones. Así, con esos “micro ajustes”, el organismo mantuvo sin cambios su proyección sobre las existencias finales, en 12,92 millones de toneladas, pero las dejó por encima de los 11,54 millones esperados por el mercado.
Como señalamos anteriormente, este informe mensual no resultó alcista para las expectativas generadas entre la mayor parte de los operadores. Sin embargo, si tenemos en cuenta que la actual previsión sobre las existencias finales implican un derrumbe del 47,78% frente a los 24,74 millones de toneladas dejados como remanente por la campaña 2018/2019, y esto sin que aún se haya logrado un comercio franco con China, estructuralmente, el mercado parece estar plantado hoy sobre una plataforma sólida que, claro, servirá de sustento siempre y cuando las negociaciones comerciales aporten soluciones concretas para reestablecer el intercambio vigente hasta marzo de 2018.
Esto mismo se reflejó sobre el informe de existencias trimestrales estadounidenses al 1º de diciembre que, si bien los 88,45 millones de toneladas relevados por el USDA superaron los 86,71 millones esperados por el mercado, implicaron una descenso del 13,24% frente a los 101,95 millones vigentes un año atrás. Como lo sostuvimos mientras las siembras estadounidenses se complicaba, allá por junio/julio, el clima hizo la depuración de existencias que el mercado no logró hacer. Ahora le toca el turno nuevamente al mercado, que todavía se mantiene crédulo en una pronta solución para la guerra comercial…porque depende de ella.
MAÍZ
Muy positivo resultó el balance de la semana para los precios del maíz en el mercado físico local, donde la transición de las ofertas de los exportadores fue de 140 a 152 dólares por tonelada para el Gran Rosario y de 145 a 160 dólares para Bahía Blanca, mientras que para Necochea la propuesta se mantuvo en 130 dólares por tonelada.
Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 8590, mientras que para el lunes fue fijado en 8791 pesos. Las ofertas de los consumos relevadas por la BCBA se ubicaron entre 9000 y 10.200 pesos por tonelada, según condición, calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB en los puertos argentinos subió de 176 a 182 dólares por tonelada.
El balance semanal también resultó positivo para el maíz de la nueva cosecha para las entregas entre marzo y abril. En efecto, las ofertas crecieron de 135 a 145 dólares por tonelada para Gran Rosario; de 145 a 160 dólares para Bahía Blanca, y de 130 a 135 dólares para Necochea. En el Matba Rofex los ajustes de los contratos enero y abril subieron de 143 a 154 y de 141 a 145,50 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 8 y el 30 de enero deben salir desde el Gran Rosario 581.950 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 137.845 toneladas; desde Necochea, 20.000 toneladas, desde otros puertos, 27.500 toneladas.
Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la siembra de maíz para grano comercial sobre el 88,2% de los 6,3 millones de hectáreas previstos, con un progreso semanal de 4,7 puntos y con un adelanto interanual de 2 puntos. “Mientras las reservas hídricas de los perfiles continúan recuperándose en buena parte del área agrícola, la siembra comienza a transitar su último mes. Las incorporaciones de lotes más importantes se relevaron en el norte del país, particularmente en el NEA”, dijo la entidad. Agregó que los lotes tempranos transitan etapas reproductivas, ubicándose los cuadros más adelantados en la zona centro-norte de Santa Fe.
En su informe mensual, el viernes el USDA mantuvo sin variantes sus estimaciones sobre la cosecha y sobre las exportaciones de maíz de la Argentina, en 50 y en 33,50 millones de toneladas, respectivamente.
El maíz volvió a terminar la semana de negocios con bajas muy ligeras en la Bolsa de Chicago, donde los contratos marzo y mayo resignaron un 0,20 y un 0,06%, al pasar de 152,16 a 151,86 y de 154,72 a 154,62 dólares por tonelada. El trigo, con su firmeza, le dio al maíz algo de donde aferrarse para evitar caer más abajo durante el segmento comercial, sobre todo cuando las expectativas creadas entre los operadores por ver cifras de oferta propias más bajas no se hicieron realidad en los informes que el USDA brindó en el cierre de la semana.
En efecto, en su informe mensual el USDA estimó el viernes la producción de maíz estadounidense en 347,78 millones de toneladas, por encima de los 347 millones proyectados en diciembre y lejos de los 343,24 millones previstos, en promedio, por el mercado. Los técnicos del organismo arribaron a dicho volumen tras elevar el rinde promedio estadounidense, de 104,86 a 105,45 quintales por hectárea, frente a los 104,32 quintales esperados por los privados, y de ajustar la superficie que logró ser cosechada, de 33,10 a 32,98 millones de hectáreas, contra los 32,92 millones proyectados por los operadores.
Entre las variables comerciales de Estados Unidos el USDA hizo cambios relevantes en volumen, dado que elevó de 53,71 a 56,41 millones de toneladas el stock inicial; de 133,99 a 140,34 millones el uso forrajero; de 306,47 a 312,31 millones el uso total (el destino a etanol quedó sin cambios, en 136,53 millones), pero redujo de 46,99 a 45,09 millones de toneladas su previsión sobre las exportaciones. Tras estas modificaciones el organismo proyectó las existencias finales en 48,07 millones de toneladas, por debajo de los 48,53 millones de diciembre, pero bastante por encima de los 44,63 millones esperados por los operadores.
Como en el caso de la soja, el informe mensual no fue alcista para las aspiraciones de corto plazo de los operadores, pero, estructuralmente, los 45,09 millones de toneladas previstos como stock final resultan un 20% inferiores a los 56,41 millones dejados por la campaña 2018/2019. Claro que, al igual que el mercado de la oleaginosa, tras el ajuste forzado por las adversas condiciones climáticas que condicionaron el ciclo agrícola estadounidense, ahora se espera una respuesta propia de las fuerzas del mercado para evitar que las reservas se vuelva a constituir en un lastre bajista. Y para ello, resultará fundamental que el acuerdo con China incluya al complejo maíz, sobre todo frente a la creciente competencia que la oferta sudamericana consolidada representa para las aspiraciones de los exportadores estadounidenses.
En ese sentido, también fue adversa para el mercado de maíz la influencia del informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el viernes el USDA relevó ventas externas por 161.900 toneladas, por debajo de las 531.400 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de entre 350.000 y 700.000 toneladas. Según el organismo el volumen comercializado en la semana fue “el mínimo del año comercial; marcó una caída del 70% respecto de la semana anterior, y un descenso del 83% frente al promedio de las 4 semanas anteriores”.
En cuanto al informe trimestral de existencias estadounidenses al 1º de diciembre, el USDA relevó 289,57 millones de toneladas de maíz, por encima de los 292,39 millones esperados por los operadores, pero un 4,50% debajo de los 303,21 millones vigentes un año atrás.
Como indicamos en el arranque del análisis del maíz estadounidense, la perspectiva de una menor oferta de trigo en el ciclo 2020/2021 le brindó al mercado del forrajero un fundamento para mantener una firmeza relativa, pero, para sustentarla, pronto le deberá agregar factores propios para que ella sea la base que sustente una mejora en los precios. Y para ello, la necesidad de mejorar la performance exportadora resulta ineludible.
TRIGO
Con valores firmes se comercializó el trigo en el mercado físico local, dado que las ofertas de los exportadores crecieron de 170 a 180 dólares por tonelada para la zona del Gran Rosario y para Necochea, mientras que para Bahía Blanca se mantuvieron estables, en 180 dólares. Para los puertos del sur bonaerense hubo propuestas por trigo para marzo en 190 dólares sobre Bahía Blanca, y por grano para febrero, en 185 dólares, para Necochea.
Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 10.260, mientras que para el lunes fue fijado en 10.259 pesos. El rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA pasó de 10.400/11.600 a 10.700/12.400 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago. El valor FOB del trigo pan en los puertos argentinos para los embarques en enero creció de 208 a 211 dólares por tonelada.
En el Matba Rofex el saldo volvió a ser positivo para los precios del trigo, dado que los ajustes de las posiciones enero y marzo crecieron de 188,90 a 194 y de 194 a 197,20 dólares por tonelada. Para el contrato julio la mejora fue de 202 a 203,50 dólares. Así, el pase enero/julio retrocedió de 13,10 a 9,50 dólares.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 8 y el 30 de enero deben salir desde el Gran Rosario 711.730 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 356.393 toneladas; desde Necochea, 132.688 toneladas, y desde otros puertos, 40.000 toneladas.
Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA elevó de 18,50 a 18,80 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha de trigo 2019/2020. “En la última semana el progreso semanal de cosecha fue de 3,4 puntos porcentuales, elevando el porcentaje del área recolectada al 95,5%. La totalidad de la superficie en pie se concentra en el sudeste de Buenos Aires, donde las lluvias de las últimas semanas demoraron el avance de las máquinas. En dicha zona los rendimientos obtenidos se han mantenido por encima de las expectativas iniciales y esto permite elevar nuestra proyección de producción a 18,8 millones de toneladas”, dijo la entidad.
En su informe mensual, el viernes el USDA mantuvo estables, en 19 y en 13 millones de toneladas, sus previsiones sobre la cosecha y sobre las exportaciones de trigo argentino.
El balance de la semana fue muy positivo para los precios del trigo de los Estados Unidos, sobre todo en la Bolsa de Kansas, donde los contratos marzo y mayo sumaron un 4,16 y un 4,04%, al pasar de 174,53 a 181,79 y de 177,38 a 184,55 dólares por tonelada. Algo menores resultaron las mejoras en Chicago, donde las mismas posiciones subieron un 1,81 y un 1,57%, tras variar de 174,53 a 181,79 y de 177,38 a 184,55 dólares por tonelada.
El dato más importante, que el mercado anticipo desde el inicio de la semana y que el USDA confirmó el viernes, fue la previsión de una nueva caída del área sembrada con trigos de invierno en los Estados Unidos. En efecto, según el organismo se sembraron 12,47 millones de hectáreas, por debajo de los 12,61 millones del ciclo anterior y levemente por encima de los 12,41 millones previstos por el mercado. “Esta representa la segunda superficie histórica más baja sembrada en los Estados Unidos”, dijo el organismo, mientras que para la agencia Reuters el dato actual resulta el más más bajo desde los 11,79 millones de hectáreas de 1909.
Por el hecho estadístico, por sus implicancias reales y por las noticias que dan cuenta de un arranque de ciclo también complejo para las siembras de invierno en la Unión Europea, la caída del área cubierta con trigos de invierno en Estados Unidos hará que el comportamiento del clima –el actual y el de los meses por venir– genere una volatilidad con tendencia alcista si los cultivos no logran mantenerse preservados de las temperaturas gélidas y si, en la entrada de la primavera en el hemisferio Norte, la humedad no resulta suficiente para el desarrollo de las plantas. Esa eventual tendencia alcista se verá mayormente reflejada sobre el mercado de Kansas, que buscan consolidar el cierre de la grieta que lo alejó tanto de Chicago en los últimos tiempos.
En cuando al informe mensual, en su revisión sobre las variables comerciales del trigo estadounidense 2019/2020, el USDA mantuvo su estimado de producción en 52,26 millones de toneladas; las importaciones en 2,86 millones, pero elevó de 3,81 a 4,08 millones el uso forrajero y de 31,46 a 31,71 millones el uso total, mientras que las exportaciones fueron sostenidas en 26,54 millones. Así, las existencias finales fueron calculadas en 26,26 millones de toneladas, debajo de los 26,51 millones de diciembre y de los 26,37 millones previstos por el mercado. Además, este volumen resulta un 10,65% inferior al stock dejado por el ciclo 2018/2019, de 29,39 millones de toneladas.
En este mismos sentido se ubicó el informe trimestral sobre existencias estadounidenses al 1º de diciembre, dado que los 49,85 millones de toneladas relevados por el USDA el viernes no sólo quedaron debajo de los 52,17 millones previstos por el mercado, sino que implicaron una caída del 8,85% frente a los 54,69 millones vigentes un año atrás.
Todo lo anteriormente analizado logró eclipsar el impacto negativo del informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos. En ese trabajo el USDA relevó ventas por 80.600 toneladas de trigo, por debajo de las 319.200 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por el mercado, de entre 200.000 a 550.000 toneladas. El organismo indicó que el dato semanal “fue el mínimo del año de comercial” y que implicó bajas del “74% respecto de la semana anterior y del 87% ante el promedio de las 4 semanas precedentes”.
En cuanto a la oferta internacional de trigo estimada por el USDA en su informe mensual, el organismo ajustó su previsión sobre las exportaciones rusa de 35 a 34 millones de toneladas, algo que ya estaba asumido por el mercado, mientras que elevó de 29 a 31 millones las ventas de la UE y de 20 a 20,50 millones las de Ucrania.
Fuente: Granar