Las temperaturas adecuadas son muy importantes para la floración de las plantas, así como también para el trabajo de las abejas. Las bajas temperaturas que se están registrando desde el centro de la provincia de Buenos Aires hasta el extremo sur, determina la necesidad de una mayor atención del apicultor en el cuidado de sus colmenas.
“Lo más complicado para toda la zona está en relación al clima. Fue un invierno largo y duro con respecto a la temperatura”, comentó el Tec. Apic. Daniel Poffer, técnico del INTA Cuenca del salado y referente regional del Programa Nacional Apícola del INTA (PROAPI), y prosiguió, “las colmenas salieron muy bien del invierno, con pocas pérdidas y niveles de infestación de varroa muy bajos debido a la estrategia de monitoreo y control de varroa basado en la rotación de acaricidas habilitados como amitraz/ Ácido Oxálico, ¨
Por su parte, la Ing. Agr. Paola Crisanti, extensionista del INTA Hilario Ascasubi y el PROAPI, comentó, “para el sur de la provincia de Buenos Aires, área de influencia de nuestra estación experimental, la situación fue similar a la que describe Poffer, a lo que se le suma sequía hasta octubre y fuertes vientos. Esto impactó en la flora apícola y el trabajo normal de las abejas, retrasando el comienzo de la temporada”.
En este marco climático, Poffer explicó que lo más complicado es ajustar el manejo de las colmenas a estas condiciones, ya que si se cuenta con reinas nuevas y apiarios sanos, lo que hay que tener en cuenta es la nutrición/alimentación de las colmenas.
Esta acción tiene como objetivo estabilizar el desarrollo de la colmena y cubrir los baches que se presenta que dependiendo de las condiciones climáticas será más o menos profundos. Enfatizó que el monitoreo del apiario es fundamental para alimentar cuando es necesario y suspender cuando hay entrada de néctar, sobre todo una vez colocado el material melario.
“Para estos, será fundamental la organización. Contar con los insumos necesarios, planificar las recorridas, la capacidad de preparación de jarabe, contar con un alimentador dentro de las colmenas durante todo el año”, enfatizó el profesional
También mencionó que hubo entrada de néctar, porque estaba la flor de Acacio, y ahora se está cortando. En caso de seguir los días fríos, y no responder el campo con trébol blanco y con el cardo, hay que estar atento para ajustar la alimentación en este período. Sobre todo la alimentación energética.
Asimismo, Poffer expresó, “es necesario poner el foco en la frecuencia de alimentación, entre 7 y 10 días, utilizando como alimentación jarabe de azúcar 2:1 (dos kilos de azúcar por litro de agua) y colocando en los alimentadores de un litro a un litro y medio de producto por colmena”.
Para finalizar, el técnico dijo “hay que prestar atención de realizar la alimentación estratégica sin haber colocado las medias alzas. Trabajando sólo en la cámara de cría. De esta manera tratar que el jarabe sea llevado por las abejas a la media alza”, y concluyó, “cuando haya entrada natural de néctar, ya se deben colocar las medias alzas”.
Fuente: INTA por Jorge Alejandro Barreto