La sarna de los cítricos (Elsinöe sp) es una enfermedad cuarentenaria que, en la región citrícola del Río Uruguay, provoca importantes pérdidas de calidad comercial en mandarinas tempranas como Satsuma Okitsu, variedad muy susceptible. Por otro lado, melanosis (Diaphorte citri) si bien no es una enfermedad cuarentenaria, en plantas con presencia abundante de rama secas (fuente principal de inóculo) y más aún en temporadas primavero-estivales con elevadas precipitaciones, disminuye la calidad externa de los frutos. Para el control de ambas enfermedades se requiere disponer de fungicidas alternativos ante la aparición de posibles casos de resistencia, ajustes en los momentos de aplicación y manejo cultural para alcanzar calidad y rendimiento comercial. El objetivo del trabajo fue estudiar la eficacia de una estrategia de control químico y manejo cultural sobre ambas enfermedades. Se realizó un ensayo combinado de control químico y manejo cultural, durante tres temporadas consecutivas (2013/14/15), en un lote de mandarina Satsuma Okitsu, localizado en la EEA INTA Concordia, Entre Ríos. Este lote contaba con historia de alta infección de sarna y melanosis, con una importante presencia de ramas secas como consecuencia de las fuertes heladas registradas en la temporada 2012/13. Para el ensayo se empleó un diseño en bloques (4 tratamientos con 3 repeticiones) y parcelas divididas para el manejo cultural (con y sin poda de limpieza de ramas secas). Se contempló un testigo absoluto y los tratamientos incluyeron 2 aplicaciones específicas para sarna, una de fluxapyroxad + pyraclostrobin (0,2‰) y otra de ziram (2,5‰), a caída de pétalos y cuaje respectivamente. Adicionándose una o dos aplicaciones de cobre (Cu (OH) 2‰) para control de melanosis, considerando el pronóstico de lluvia en el período de fruto cuajado (Tabla 1).
Todas las aplicaciones llevaron aceite mineral al 2,5‰ como coadyuvante. Se utilizó una turbina Jacto Arbus 2000 y empicado según calibración con metodología TRV (tree row volume) con un consumo de 1000 litros de caldo/ha. Para la determinación de los estados fenológicos se implementó la metodología del sistema FruTIC. A cosecha, se evaluó la calidad comercial de la fruta, según la reglamentación Argentina de frutos cítricos frescos, considerando la categoría de frutos libres y calidad superior, elegido, comercial, común y descarte, con la evaluación de ambas enfermedades y la calidad total. Asimismo, se determinaron los residuos de fluxapyroxad en fruta madura mediante cromatografía (LC-QqQ-MS/MS).
Con respecto al control de sarna, con las aplicaciones específicas para ésta enfermedad (T2) se lograron altos porcentajes de control, no encontrándose diferencias significativas entre los tratamientos tratados, salvo en el primer año que con una aplicación de cobre adicional (T3) se aumentó en un 18% los frutos libres (alta infección inicial). Al cabo de 3 años de tratamientos consecutivos, se alcanzaron valores de 98 % de frutos libres de sarna (Gráfico 1). Con respecto al control cultural, la poda de ramas secas no mostró efecto adicional al control químico.
Con respecto a melanosis, se evaluó el % de fruta de categoría exportable (calidad superior+elegido+comercial). La adición de una aplicación de cobre (Cu (OH) 2‰) a las aplicaciones específicas para sarna (T3), fue necesaria y suficiente para alcanzar altos porcentaje de efectividad de control (Tabla 1 y Gráfico 2). Además, se confirma la importancia del control cultural, encontrándose diferencias significativas entre los tratamientos con y sin poda de ramas secas, salvo en la primera temporada en que todavía el efecto de la poda no fue suficiente. A tal punto es importante la eliminación de inóculo que en la temporada 2015/16, con precipitaciones acumuladas muy superiores a las normales, ninguno de los tratamientos químicos mostró diferencia con el testigo absoluto y sólo se observó una mejora en la calidad de la fruta con la poda (42 % vs 19 % de fruta exportable, C/P y S/P respetivamente).
Estos resultados demuestran la eficacia de la estrategia combinada para control de ambas enfermedades. Además, siguiendo este protocolo de aplicaciones no se detectaron residuos de fluxapyroxad (LD: 0.005 mg/kg), cumpliendo con los valores establecidos por SENASA (LMR 0.2 mg/kg).
Fuente: INTA por Sergio Mario Garran, Vanesa Elisabeth Hochmaier, Ricardo Horacio Mika, Juan Alcides Mousques, Cecilia Kulczycki, Alexis Leonel Sosa, Lourdes Burdyn