La necesidad de desarrollar energías alternativas se ha acelerado debido a la crisis energética mundial y a los problemas ambientales que presentan muchos de los recursos que se utilizan. Debido a esto, los cultivos bioenergéticos de ciclos C4 están siendo valorizados para la producción de energía renovable (etanol y/o calor). Entre estos, Miscanthus x giganteus es uno de los más atractivos. Este híbrido estéril originario de Asia, resultó elegido por su alta productividad, su bajo requerimiento de insumos, su alta eficiencia en el uso de agua y nutrientes, su tolerancia a bajas temperaturas, su resistencia a plagas y su esterilidad. A su vez, presenta una elevada capacidad para secuestrar carbono en el suelo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuir la erosión hídrica y aumentar la biodiversidad. En nuestra región, su cultivo representa una oportunidad para reestructurar la actual agricultura monofuncional (bienes de provisión) por una polifuncional sustentable (bienes de provisión y otros servicios ecosistémicos), en la que los cultivos destinados a grano, forrajes y bioenergía comparten el paisaje rural y además, una alternativa productiva para las franjas periurbanas.
Fuente: INTA por Alicia Beatriz Irirzar