Recomendaciones del Senasa para proteger a los animales de producción durante el invierno

Recomendaciones del Senasa para proteger a los animales de producción durante el invierno

Con la llegada del invierno, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) sugiere una serie de medidas que los productores pecuarios pueden adoptar para asegurar el bienestar de sus animales frente a las condiciones climáticas adversas.

En los sistemas de producción a campo abierto, es fundamental contar con estructuras que brinden refugio. Espacios techados o reparos naturales ayudan a proteger al ganado de lluvias intensas, granizo, nieve, heladas y vientos fríos.

En establecimientos de cría intensiva, donde los animales suelen estar estabulados, se debe evitar mantenerlos encerrados todo el día. Aunque esto los protege del clima, también es importante que tengan la posibilidad de moverse y recibir luz solar. Una buena práctica es permitirles salir durante las horas más cálidas, o bien diseñar espacios al aire libre protegidos del viento.

El estado del suelo es otro aspecto clave. Los corrales deben tener un buen drenaje para evitar el exceso de barro, que puede afectar la salud de los animales al aumentar el estrés, provocar fatiga y facilitar enfermedades como la leptospirosis. Para ello, se recomienda una leve inclinación del terreno, pisos firmes y calles abovedadas que permitan el escurrimiento del agua.


Te puede interesar


En cuanto al frío extremo, si bien la mayoría de los animales poseen un pelaje que los protege naturalmente, hay situaciones donde se requiere atención especial. Por ejemplo, tras la esquila de ovejas y cabras, los animales quedan expuestos y pueden sufrir hipotermia e inanición. En estos casos, es fundamental tomar precauciones, sobre todo en esquilas preparto.

El uso de calefacción artificial debe evitarse, excepto en crías muy jóvenes como pollitos o lechones, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden debilitar el sistema inmune de los animales. En equinos, el uso de mantas sólo se recomienda si no están adaptados al clima local, y siempre con cuidado de retirarlas en horas de calor para evitar problemas de piel o golpes de calor.

Durante el invierno, la falta de crecimiento de pasturas —agravada si hay antecedentes de sequía o nevadas— hace necesaria la suplementación con forrajes de buena calidad o granos. También es importante revisar regularmente los puntos de agua para evitar que se congelen, asegurando que los animales siempre tengan acceso a hidratación.

Por último, si se espera un clima especialmente severo, como nevadas intensas o temperaturas muy bajas, es aconsejable evaluar el traslado del ganado a zonas más favorables. En algunas regiones del país se realizan tradicionalmente estos movimientos de invernada, ya sea por arreo o en vehículos habilitados. En todos los casos, el traslado debe estar respaldado por el Documento de Tránsito electrónico (DT-e), que puede obtenerse en oficinas del Senasa o a través de autogestión.

MÁS INFORMACIÓN PARA TU CAMPO ENTRA AQUÍ